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Los cinco pecados que hacen de Europa un infierno

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JJ Macías piensa en ser campeón con Chivas antes de emigrar a Europa (1:28)

El delantero mexicano comentó que se visualiza en Qatar 2022 con la selección mayor. (1:28)

LOS ÁNGELES -- La misma sirena seduce a todos los marineros del futbol mexicano: Europa.

Todos ajustan su brújula hacia Europa, pero ninguno se prepara para ir a Europa. Viajan de mochilazo, sin entender que encaran un cambio de vida radical.

El futbol de Europa no se conquista en un día. El futbol de Europa se empieza a conquistar desde que se germina la ilusión de conquistar Europa.

Lecciones duras, brutales. Y la incapacidad de escarmentar en aventuras ajenas. No ponen su barba a remojar cuando el vecino ya terminó trasquilado.

Emigra, y cuando lo hace, generalmente ocurre con una venda en los ojos, como en una cita a ciegas, como si el lecho de rosas que tuvo en México, le aguardara sin incertidumbres en Europa.

Cabrían cinco errores puntuales que comete el jugador mexicano al emigrar al futbol europeo. Enunciarlos, no significa que, futuros peregrinos, no los comentan.

1.- SU NUEVO HÁBITAT…

Poco se informa el futbolista de su nuevo empleo. Cree que nada ha cambiado, cuando todo ha cambiado.

Pocos se informan sobre su nuevo equipo. Sobre la historia del club, su administración, el dueño, su peso y exigencia en la ciudad a donde se dirigen.

O en ese nuevo entorno, no buscan referencias sobre su entrenador y sus compañeros, mucho menos recurren a revisar videos de juegos recientes, o sobre las virtudes de los otros futbolistas.

Y no entienden que pasan de vivir en un nicho de veneración, al banquillo de los acusados. Como refuerzos extranjeros, de ellos sólo se esperan soluciones.

No llegan a ese nuevo club en Europa, para ver si pueden, sino que llegan porque deben poder. Así los observarán compañeros, técnicos, directivos y especialmente la afición.

No pueden ni deben esperar tolerancia ni paciencia. Se les exigirá, como debe ser, resultados y respuestas inmediatas.

La habilidad camaleónica para adaptarse, inmiscuirse, transformarse a su nueva vida, no puede ser de la noche a la mañana. Por eso, desde que su agente les ilusiona con ese gran paso, deben prepararse para ello.

2.- EL IDIOMA Y COSTUMBRES…

Quienes emigran a un país con un idioma diferente, encaran tardíamente la responsabilidad de aprender esa nueva lengua.

Pablo Barrera comentaba que mientras estuvo en el West Ham United, ordenaba por número de combo, en restaurantes de comida rápida, y que nunca habló con su entrenador directamente sino siempre a través de un intérprete.

O el jugador mexicano que llega a Holanda y llena el tanque con diésel en lugar de gasolina. O el que ignoraba que había que separar la basura y de no hacerlo sería multado.

Y aún llegando a España, el trato mismo se vuelve complicado. “Al principio quería tratar al jugador (en el Osasuna) como si fuera mexicano, y me costó trabajo entender y aceptar el cambio”, relata Javier Aguirre sobre su experiencia como técnico, pese a que ya había jugado en el equipo vasco.

Rafa Márquez es un caso aparte, pero él mismo reconoció que cuando le preguntaron que si quería jugar en Mónaco, no tenía idea de dónde quedaba, pero cuando le explicaron que estaba en Europa, no dudó en viajar.

3.- DISCIPLINA…

En clubes respetables en Europa, la disciplina es un universo complejo. No se trata, como en México, de portarse bien.

La disciplina abarca desde la puntualidad al llegar al entrenamiento, como el esfuerzo en cada práctica, hasta detalles como alimentación, cuidar la báscula, atender a labores extra cancha, cuidados médicos y dentales, observar partidos en casa, y hasta la hora de ir a dormir, y hoy en día, con alertas especiales sobre redes sociales.

En general el jugador europeo hace parte de su disciplina profesional saber detalladamente quiénes serán sus rivales de fin de semana, y profundizar sobre sus variantes y estilo de juego.

En México, hay casos en los que el lunes algunos jugadores no saben exactamente hora, día y nombre del rival en turno, el resultado de su juego anterior, y menos aún si hubo expulsados o lesionados.

“La verdad es que yo prefería ver basquetbol o hacer otra cosa que ver partidos de futbol”, lo ha dicho varias veces Carlos Vela.

Y parte de la disciplina incluye cambios bruscos. Enrique Meza, técnico multicampeón en México, relataba que en un viaje por Inglaterra, para conocer formas de trabajo de la Liga Premier, se enteró de un detalle que lo dejó perplejo.

“A Jared Borgetti, en el Bolton, lo hacían trabajar de manera especial y con un traje especial para que perdiera peso, y en México sus amigos le dicen ‘El Flaco’, pero para la Premier debía perder kilos”, relató entonces a ESPN.

4.- ASESORÍA LEGAL…

El futbolista mexicano, en general, cree que firmado el contrato, ha conquistado Europa. Y que su nuevo mundo será tan simple como en México.

Poco se informa el jugador de su nuevo entorno. Un caso reciente, lo vive Edson Álvarez. Confronta la permanencia de su pareja en Holanda, donde se le considera a ella menor de edad y como extranjeros no pueden cohabitar en unión libre.

Su representante y su abogado no le alertaron, y el mismo Edson no indagó sobre las leyes holandesas o las condiciones migratorias vigentes para su novia y su hija.

“Me siento mal, me siento triste. Mi casa ahora está sola, en silencio y oscura, y me cuesta mucho concentrarme en el equipo en esta soledad”, relató el ex jugador del América.

Y a casos así, se agregan situaciones fiscales, condiciones para rentar o incluso poder comprar casa o departamento, y las obligaciones extras y estrictas a las que se ve sometido en su condición de extranjero, hasta detalles mismos para conseguir la certificación de comunitario.

5.- MENTALIDAD…

El cambio entraña desafíos. Por eso, la ansiedad es mala consejera. Precipitarse, puede ser peor.

El reto es prepararse y adaptarse a todas las condiciones anteriores. Viajar con la familia, ayuda, aunque algunos eligen la independencia absoluta.

Y cuando surgen las adversidades algunos deciden regresar. Eligen reincorporarse a esa magnífica zona de confort en México. Como si regresara a la seguridad del útero materno.

¿Cuántos regresaron antes que confrontar infortunios y contratiempos? La lista es larga. Desde los casos de Luis Flores, Manuel Negrete, Abuelo Cruz, Luis García, Cuauhtémoc Blanco, Carlos Hermosillo, Chepo de la Torre, .

Y claro, hasta casos recientes que se han recluido en la MLS como Giovani y Jonathan dos Santos, Carlos Vela, Javier Hernández, Marco Fabián, y otros con la frente más marchita, como Javier Aquino, Carlos Salcedo y Diego Reyes.

Desertaron en plena batalla.

O, por ejemplo, Miguel Herrera alertó sobre el caso de Diego Lainez: “No es el momento para que viaje a Europa, un año más lo ayudaría a adaptarse mejor”, y opinó que debía probar primero en Holanda antes que sumergirse de inmediato en España.

En Holanda terminarían de formarlo, y en España, como ha ocurrido, se le trepó al patíbulo, porque no hay tiempo para darle una beca.

“Es un jugador con mucha calidad, pero aún debe entender cómo y dónde lo necesita el equipo”, habría sido el diagnóstico más fuerte sobre Lainez, por parte de su extécnico Quique Setién.

Habrá seguramente otros motivos, incluso de orden familiar, cuando esposa e hijos no resisten climas extremos, especialmente en invierno, y a veces hasta injusticias por parte de promotores o entrenadores.

Son cinco de los pecados de algunos jugadores mexicanos que ven así, el sueño transformado en pesadilla, y el cielo en un inesperado infierno.