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Rescate financiero y abandono futbolístico

Es mentira que la pandemia haya generado el final de la Liga de Ascenso y la abolición del descenso en el futbol mexicano. El estado de emergencia fue solo un pretexto para acelerar un maquiavélico plan que los dirigentes ya tenían contemplado desde hace meses. Hubo la capacidad de acabar de facto con toda una división del futbol mexicano, pero no de buscar los mecanismos adecuados para salvarla y cuidar algo elemental del juego de futbol: bajar o subir de categoría… las consecuencias de las medidas llegaran tarde que temprano. Esperemos que sean buenas en lo económico, como pretenden sus impulsores y que no atenten --cosa que realmente dudo-- contra el nivel deportivo del futbol mexicano.

SAN DIEGO -- En medio del “rescate financiero” que propuso el futbol mexicano hubo un evidente “abandono futbolístico” que solo será cuantificable a través de las generaciones venideras. El futbol de México volvió a tomar decisiones amparado más en una calculadora que en un balón de futbol y eso generará, tarde que temprano, consecuencias.

Lo primero que habría que establecer y dejar en claro es que el futbol mexicano no se “contagió” del Coronavirus. La determinación de cancelar la Liga de Ascenso estaba en la mesa de los dirigentes desde hace ya varios meses. Podría ser que la pandemia haya acelerado la decisión en medio de una grave contingencia económica, pero deshacerse del descenso y del ascenso era un viejo anhelo de algunos grupos enquistados en la cúpula del poder del propio futbol mexicano.

Y luego, habría que hurgar si en realidad se agotaron todos los recursos posibles para tratar de salvar a la Liga de Ascenso. El problema es que, entre quienes tomaron la decisión, había personas y clubes involucrados directamente en “la quema” del descenso. Existía, pues, un conflicto de intereses mezclado entre quienes debían pensar como salvaguardar el bienestar general del futbol mexicano. Tomaron la determinación más fácil. Siempre ha sido más fácil “destruir” que “construir”.

La afectación más grave, después de lo que significará que cientos de personas pierdan sus fuentes de trabajo entre futbolistas y empleados que genera directa o indirectamente la industria, será deportiva, futbolística. Veremos cómo y bajo que ritmo se mueve el balón en el “nuevo” futbol mexicano sin la presión del descenso. La pregunta es: ¿futbolistas y entrenadores mantendrán el mismo nivel de motivación y deseo de superación sin el acicate de poder perder la categoría? Yo no estaría tan seguro de ello.

Lo que no han medido los dueños o aquellos dirigentes que empujaron la determinación es qué efecto tendrá en el punto más trascendental del juego, el aficionado. ¿Conservará el mismo interés por el futbol mexicano? ¿Se notará en las tribunas, en los patrocinadores, en los ratings de la televisión? El tiempo nos dará las respuestas.

Está claro que el futbol mexicano no se ha contagiado del virus para acabar con la división del ascenso. Fue tan solo un pretexto para colocar de facto el maquiavélico plan. Han hecho un “rescate financiero” y han generado un “abandono futbolístico”. ¡Bien hecho!

@Faitelson_ESPN