Se fue la Sudamericana, se fue la Libertadores y ahora no hay ni Liga de Ascenso ni descensos en la Liga MX. Entendemos las urgencias económicas, pero dónde tendrá el futbol mexicano su punto de fogueo, de medición para saber si está creciendo o decreciendo en su juego. Amordazados, primero por la Concacaf, y luego por sus propias decisiones domésticas, el futbol mexicano de clubes y de selección no parece encontrar el terreno donde pueda elevar su nivel competitivo.
SAN DIEGO -- Sin Libertadores, sin Copa Sudamericana y ahora sin descenso. El futbol mexicano parece cada día más apegado al modelo de negocio del futbol estadounidense, pero sigue siendo una incógnita dónde obtendrá su fogueo y su crecimiento futbolístico.
Hace algunas semanas, Gerardo Martino, el entrenador de la selección mexicana, ya lo vislumbraba: “En esta zona todos se aprovechan de México para crecer, pero… Y México, ¿de quien se va a valer para crecer?”.
La realidad es que cada vez existen menos oportunidades de un fogueo de nivel y de probar el verdadero valor del futbol mexicano, tanto a nivel clubes como selecciones. Se ha dejado todo otra vez a la imaginación y a la espera de que, como cada cuatro años, el Mundial establezca su veredicto.
La histórica decisión de abolir el descenso promete tener un impacto directo sobre una Liga MX de por si acusada frecuentemente de irregular. Hoy, sin la presión que significaba la posibilidad de perder la categoría y con los equipos en plena recesión económica, el panorama luce complicado. No sabemos -porque ni siquiera lo saben los propios dirigentes- qué sucederá con el espacio que deja la Liga de Ascenso. ¿Será una liga de desarrollo de futbolistas jóvenes? ¿Será una liga de expansión para generar franquicias sólidas que después compren su lugar en la Liga MX? ¿Qué harán para llenar ese hueco? Nadie sabe nada, como nadie pareció medir las consecuencias de una de las decisiones más polémicas y más delicadas que se ha tomado en más de 60 años de futbol profesional en el país.
Lo que está claro es que el futbol mexicano que, hace tres décadas, pugnó por buscar en el sur del continente su fogueo y avance futbolístico, hoy ha elegido los dólares del norte. El problema es que allí no existe un sustento deportivo histórico que le respalde en su desarrollo.
El futbol mexicano está en manos de dirigentes que lo miden todo en temas económicos y que dejan lo futbolístico para un segundo término. Era imponderable buscar la vuelta a los torneos de la Conmebol. A cambio de ello, se acercaron más a los Estados Unidos y terminaron con la Liga de Ascenso y por ende con los descensos de la Liga MX. De mal en peor…