VIENA -- Aquí estamos. Al final de la primera ronda.
Los encuentros que restan son:
Alemania-Portugal, esta noche en Suiza;
Turquía-Croacia, el viernes por la noche en Viena (que por supuesto iré a ver);
Holanda-Rusia, el sábado por la noche en Suiza;
Italia-España, el domingo por la noche en Viena (también iré a ver este partido).
Después de las performances de la primera ronda, uno se ve tentado de pensar que Holanda ha sido el mejor equipo del torneo -una máquina de anotar goles con un juego ofensivo simplemente impecable-. Lo anterior hizo renacer el sentimiento naranja de los tiempos de Rinus Michels durante la década del setenta, liderado por el legendario, Johan Cruyff. De esta manera, el equipo que lo seguiría en segundo lugar es Portugal y detrás de él iría España.
El resto de los equipos parecerían ser competidores que siguen desde lejos a los tres anteriores.
Tanto Alemania como Italia han decepcionado a más de uno. Además, Turquía y Croacia son equipos sólidos pero no han sobresalido. Pero, ¡Ten cuidado!
Alemania e Italia siempre tienen comienzos pobres que no corresponden con la capacidad de sus integrantes, pero lo cierto es que son equipos muy eficientes y van elevando su nivel de juego a medida que el torneo avanza, sin que esto signifique que se los vea mejor o que deslumbren con su juego -deja eso para los holandeses y los portugueses- pero al final consiguen lo que en definitiva importa: ganar partidos.
De modo que no me sorprendería que tanto Alemania como Italia derrotasen a sus próximos oponentes -Portugal y España, respectivamente- y que se enfrentasen en la semifinal o incluso en la final.
Hasta ahora el equipo que más ha decepcionado es Francia.
Ya no quedan vestigios de los días de gloria de este equipo, cuando ganaron el campeonato del mundo en 1998 y fueron los campeones de Europa en 2000. Ahora necesitan desesperadamente una reestructuración radical, así como también la incorporación de jugadores más jóvenes.
Thierry Henry no debió haber dejado el Arsenal en donde floreció para ir al Barcelona, en donde tuvo dificultades. Su performance siguió de esa manera cuando durante la Euro anotó un gol muy fiel a su estilo enfrentando al cuadro holandés, sólo para ser superado, apenas 30 segundos después, por el brillante gol al ángulo que hizo Arjen Robben, algo que complicó las cosas para Francia dejando el marcador 3-1.
En cuanto a los suizos y los austriacos... Bueno, qué puedo decir: esta es la primera vez en la historia de la Euro que ambos equipos quedaron eliminados en la primera ronda (en 2000, Bélgica quedó eliminada pero Holanda siguió avanzando).
Y para los ex campeones, los griegos, repito lo que ya he dicho, no sorprendieron. No hay necesidad de seguir con ese descarado "schadenfreude" (la alegría que se siente por el mal ajeno, otra de las frases freudianas que se adaptan a la perfección con los acontecimientos en Viena) que muchos expertos y comentaristas tienen reservados para el equipo griego, ya que consideran que su campeonato de 2004 fue sólo un golpe de suerte no merecido y que ahora han demostrado lo que verdaderamente son, un fraude.
Lo anterior es desatinado y mal intencionado. Nadie les regaló el campeonato en Portugal en 2004, ellos se lo ganaron. Ahora su reinado ha concluido, pero eso no significa que haya que regocijarse con sus derrotas.