<
>

Libertad, por encima de un himno o una bandera...

Es lo único que no puede estar en juego. El derecho de un ser humano, en este caso de un deportista profesional, de manifestarse libremente. Los jugadores de futbol americano y algunos otros deportistas han encontrado en el aparentemente solemne, pomposo momento del himno y de la bandera una ocasión para expresar su fastidio y decepción social. Y yo no lo veo mal. Nada puede estar por encima de la libertad, ni un cántico, ni un símbolo de tela, ni una ley, ni un mandato. La libertad de expresarse arrodillándose o inclinándose es el mejor indicio de que estás en el lugar correcto. La industria intentó confundirnos, pero la bandera y los himnos sirven, al fin, para algo en el deporte profesional…

SAN DIEGO, California.- SAN DIEGO, California. - Ni los himnos ni las banderas tienen nada que hacer en los escenarios del deporte profesional. Los símbolos patrios fueron atraídos a los estadios para sacar una ventaja de ello y convertirlo en un tema emocional, pasional y también económico. Algunos atletas profesionales le han dado, en los últimos tiempos, un uso mucho más eficiente y valedero: la protesta, la muestra del enfado por lo que viven socialmente y que todos vemos y sentimos y que la mayoría callamos.

Los diferentes deportes de Estados Unidos atraviesan por una situación compleja una vez que las protestas y los disturbios se han apoderado de las calles. El propio presidente de Estados Unidos exigió a la NFL que no encuentre en los reclamos y la situación actual un pretexto para permitir que se irrespete el himno y la bandera antes de cada juego. Donald Trump dijo a través de twitter en referencia directa a las palabras del comisionado Roger Godell sobre que la NFL admitía su rezago de muchos años en temas raciales. "¿Podría ser remotamente posible que en la declaración de paz y reconciliación bastante interesante de Roger Goodell él estuviera insinuando que ahora estaría bien que los jugadores se arrodillen, o no se pongan de pie, durante el himno nacional, y así, por lo tanto, no respetan a nuestro país y nuestra bandera?".

Otra reacción ocurrió desde la Asociación de Jugadoras de la Selección Nacional Femenina de EU que emitió un comunicado en el que pide a la federación que anule su política que impide arrodillarse durante los himnos y que se disculpe con la comunidad de raza negra por haber impuesto esa norma. El tema había tenido ya antes un desenlace de gran polémica cuando el veterano quarterback de los New Orelans Sains, Drew Brees, afirmó que el himno y la bandera deben respetarse, justo al tiempo en que la opinión pública cuestionaba el trato que la NFL le había dado a otro quarterback, Colin Kaepernick, el primero en reclamar a través de los protocolos de los juegos. Brees tuvo que retroceder y ofrecer disculpas y la opinión pública reconocer abiertamente que Kaepernick tenía razón y que se le ha alejado, injustamente, de la posibilidad de hacer su trabajo.

Lo más fácil sería retirar los himnos y las banderas de los escenarios deportivos en Estados Unidos, pero también, el verdadero fondo o dilema del asunto se refiere al derecho que deben tener los deportistas de exponer libremente sus ideas en la alguna vez llamado “país de las libertades y las oportunidades”.

El tema de la bandera y los himnos no es privativo de los deportes norteamericanos. La FIFA los utiliza antes del juego de cada selección, mezclando un sentimiento patriotero que invita, claramente, al aficionado a ser parte de una confusión. Él está viendo jugar a la selección que representa al futbol de su país, pero entre los tonos del himno y el ondear de la bandera se engaña y cree que esos futbolistas y esa selección realmente representan el honor, la reputación y hasta la salvación de su país. ¡Hágame usted el favor!

Los deportistas profesionales tienen todo el derecho de expresarse a través del deporte y aprovechan justamente ese paraje simbólico y en apariencia solemne para enviar mensajes que son fundamentales para el conocimiento y el avance de una sociedad. Creo que el valor y la imagen de un país están por encima de un juego de futbol, de béisbol o de basquetbol y también están por encima de lo que en su momento puede valer un himno o una bandera. Lo único que no puede ser opción para un país y para sus habitantes, es el gozo de la libertad absoluta, total y contundente de expresarse.

La bandera y los himnos sirven para algo en el deporte profesional…

@Faitelson_ESPN