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Deportistas y turistas

BUENOS AIRES -- En los Juegos Olímpicos de Atenas 1996 y Sydney 2000 cumplí la función de attachet de prensa del Comité Olímpico Argentino. Por lo tanto, el alojarme en la Villa Olímpica, me posibilitó advertir dos clases de habitantes.

Los que compiten en serio y los turistas. El primer grupo lo integran dos clases de deportistas: los que están en el conjunto de los selectos, los que procuran una evolución y los muy jóvenes con condiciones en busca de sumar experiencia.

El desenvolvimiento diario los diferencia claramente de los turistas, en su mayoría constituidos por atletas no clasificados y que son invitados para permitir que sus países puedan participar en los Juegos o aquellos que por su edad lo toman como una merecida recompensa.

Todos estos componen una enorme legión que apenas concurre a los lugares de entrenamiento, salen a pasear lo más que pueden y son habitués de la zona de entretenimiento y de los distintos comedores.

Pero existen otro tipo de turistas que son los que se suman a los atletas en cada delegación. Puedo mencionar, como uno de los muchos ejemplos, el caso de Moldavia, que su presencia será de 45 personas de las cuales sólo 14 son deportistas.

Ante esta situación merece destacarse lo manifestado por el presidente de Bolivia, Evo Morales, al entregar la bandera a la delegación de seis atletas: "Me siento avergonzado porque enviamos una pequeña delegación, pero más me avergüenza que el doble sea los dirigentes que los acompañe. Esos mismos dirigentes nada hicieron para mejorar el deporte en Bolivia y ahora no se que van a hacer a China".

Un caso bastante similar es el de Paraguay, con 7 atletas y 11 acompañantes (cinco entrenadores y 6 dirigentes). También se puede mencionar el de Armenia con un plantel de 60 y apenas 25 deportistas. Y el de muchos otros.

Así como hay quienes cumplen importantes funciones dentro de la actividad de la delegación, hay otros que aprovechan el viaje gratis, el hospedaje gratis, la comida gratis, los traslados internos gratis, los paseos gratis, los regalos y los viáticos, que se dicen dirigentes amateurs y trabajan para ser turistas en los Juegos Olímpicos.