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Messi, la gloriosa inmortalidad...

Ha cumplido 33 años, aunque la mayor parte del tiempo en la cancha ello no se nota con mucha claridad. Se ha cansado de levantar trofeos y de mostrarnos que él marca la diferencia cuando se trata de jugar al futbol en estos tiempos y quizá en todos los tiempos. Piensa y actúa más rápido que sus semejantes cuando un balón rueda y ello marca una distancia sensible. Messi ha ganado mucho, pero sobre todo la admiración de quienes compran un boleto para la grada o encienden la televisión para ver como él transforma el futbol en una dimensión diferente del juego. El futbol festeja el día del nacimiento de una de sus grandes deidades, el de Lio, el de Messi, el del inmortal…

SAN DIEGO, California -- Con la inmortalidad prácticamente asegurada, Lionel Messi ha dejado de cumplir años. Su legado parece definido: le ha dado otra dimensión a este juego llamado futbol, con una simple premisa: nadie piensa ni actúa más rápido que él en el campo de juego.

Treinta y cuatro títulos con un club como el Barcelona que, muchos aseguraban, tenía un antes y un después de aquel maravilloso pensador y orquestador holandés llamado Johan Cruyff. Otros, afirmaban que se trataba de Pep Guardiola, o quizá de “La Masía”, la famosa fabrica de sueños futbolísticos del club catalán. La realidad, la única realidad, es que Messi fue capaz de ser aún más famoso y más reconocido que el propio Barcelona y que el propio deporte que practica, el futbol.

Una estadística alumbra el camino: cuando Messi debutó en el Barcelona, el Real Madrid tenía 29 títulos de España por 16 del Barça, es decir, una distancia de 13. Hoy, el Real Madrid posee 33 distinciones ligueras por 26 del Barcelona. La diferencia es, “apenas”, de seis trofeos.

Las pruebas están ahí, en la cancha de juego que le han visto, con el balón en los pies, hacer cosas prodigiosas y llevar su nombre hasta la sensación de que viejos y jóvenes están atestiguando el proceder del mejor futbolista que ha existido en la historia. Hemos mezclado y comparado su imagen con la de los “dioses” más sagrados del juego: Pelé, Maradona, Cruyff, Zidane, Diestefano y Beckenbauer. ¿Qué no ha podido hacer Messi que hicieron ellos? Y no se trata de números, de títulos, que los tiene y de una cantidad y un prestigio invaluable, se trata de darle otra fisonomía, otra profundidad, otra velocidad al futbol mismo. Messi ha jugado por encima de la media en tiempos donde los físicos y la rapidez de la pelota han adquirido una dimensión diferente. Nadie esta diciendo que esas otras deidades del juego no hubiesen podido adaptarse a los días actuales, pero Messi lo hizo, es una realidad, tajante y pujante capaz de ser mejor cada vez que salta al campo de juego. Se ha inventado y reinventado un “n” número de ocasiones a lo largo de la ultima década.

Sus detractores que, mayormente, supuran por la herida de una pasión distinta en cuanto al club que representa, objetan su camino “infructuoso” por las Copas del Mundo, ahí donde justamente brillaron Pelé o Maradona. Y es verdad, Messi no ha podido y quizá no podrá alcanzar nunca la categoría de un campeón mundial, pero nadie puede objetar que no lo haya intentado. Ha jugado cuatro mundiales con la selección de Argentina. Ha convertido 70 tantos en 138 juegos además de 42 asistencias. Tiene un sub campeonato mundial, un Mundial sub-20, una medalla de oro en Juegos Olímpicos. Nada despreciable.

Otro tema que distingue a Messi con respecto a la mayor parte de las estrellas del deporte de nuestros tiempos es la calma que reina a su alrededor. Esta lejos de escándalos, de declaraciones impertinentes, de apariciones que lastimen su imagen, de drogas o sustancias prohibidas. Es un hombre tranquilo, apegado a su familia y dispuesto a mantener la ultima gota de sudor del romanticismo en el futbol y en todo el deporte: jugar solo para una camiseta.

Es verdad: Messi no se esta haciendo más joven, aunque, la mayor parte del tiempo en la cancha, ello no se note. Y es así porque a sus 33 años y con todo lo que ha cosechado y con lo que ha mostrado sobre el césped, le ha bastado para alcanzar algo que solo un puñado de deportistas logran en la historia de la humanidad: la gloriosa inmortalidad.

@Faitelson_ESPN