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Un mal que no se termina

BUENOS AIRES -- El presidente del COI, el belga Jacques Rogge, afirmó que, "por una mera extrapolación de los datos de Atenas", en Beijing pueden salir a la luz entre 30 y 40 positivos de dopaje" y se sentiría muy satisfecho si las cifras se quedan finalmente por debajo.

Poco después, apoyando la opinión del capo mayor, el director del departamento Médico y Científico del Comité Olímpico Internacional, Patrick Schamasch, señaló que podrían darse más casos positivos de dopaje en los Juegos Olímpicos de Beijing debido al incremento del 25 por ciento en el número de test que se harán con respecto a Atenas 2004.

Schamasch afirmó: "Si se hace un repaso de lo ocurrido a este respecto en ediciones previas de los Juegos, se puede comprobar que cuantas más pruebas se efectúan, más casos potenciales de dopaje se registran. Les recuerdo que en la última cita olímpica se detectaron 26".

Lo que no dijeron Rogge ni Schamasch si en sus cálculos son tenidos en cuenta los casos detectados en los dos meses previos y en los que nada tuvo que ver el sistema anti-dopaje del COI, sino el trabajo realizado por las federaciones deportivas y los comité olímpicos nacionales.

En ese lapso, de acuerdo con un trabajo realizado personalmente, en el cuál se me pudo haber escapado algunos casos por falta de información, los dopajes descubiertos alcanzan nada menos que 34 e involucran a deportistas de diez países. Veamos los detalles.

Italia (2): La vigente campeona del mundo de ciclismo en carretera, Marta Bastianelli (fenfluramina) y el esgrimista Andrea Baldini, de 22 años, serio candidatos al oro en florete (furosemisa).
Rusia (3): Vladimir Kanaikin y Valery Borchin, candidatos a las medallas en las pruebas de 50 y 20 kilómetros marcha, respectivamente. El tercero no estaba seleccionado.

Rusia (7): Las atletas Yelena Sóboleva, plusmarquista mundial de 1.500 metros, medalla de plata en 800 metros el Mundial Osaka, y Olga Yegorova, ex campeona mundial de 5.000 metros, fueron las más importantes entre Daria Pischalnikova, Gulfiya Khanafeyeva, Tatiana Tomashova, Yulia Fomenko y Svetlana Cherkasova, inhabilitadas por la IAAF acusadas de falsificación de documentación.

Estados Unidos (1): La nadadora Jessica Hardy (clenbuterol), seleccionada para todas las pruebas estilo pecho.

China (1): El nadador Ouyang Kunpeng y su entrenador, Feng Shangbao (clenbuterol) suspendidos de por vida por la Federación China de Natación, Ouyang era especialista en 50 espalda y mariposa.

Rumania (2): Las atletas de 1500 metros, Elena Antoci y Cristina Vasiloiu (EPO).

Bulgaria (11): El equipo completo de pesas (el esteroide anabolizante metandienona).

Brasil (1): El jugador de handboll Jaqson Kojoroski.

India (4): Monica Devi (sustancia anabolizante) y durante la selección. También por sustancias anabolizantes Harpreet Singh, Kavita Devi y Paritosh Upadhyay.

Dinamarca (1): El ciclista Meter Rüs Andersen (EPO).

Colombia (1): El lanzador de jabalina Noraldo Palacios (glucocorticoesteroide).

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Lo interesante es que el sitio oficial de Beijing 2008, la mayoría de estos atleta, por ejemplo el colombiano Palacios y la estadounidenses Hardy, figuran como integrantes de sus respectivas delegaciones. Por eso es bueno aclararlo, porque no vaya a ser que Jacques Rogge y Patrick Schamasch ya loa hayan incluido en sus cálculos y al final salgan diciendo que fueron los Juegos más limpios de la historia.