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Una de amor y de tiros

BUENOS AIRES -- Detrás de la tiradora checa Katarina Emmons, quien acaba de obtener la primera medalla de oro de Beijing 2008, existe una interesante historia.

Hace cuatro años en Atenas compitió como Katerina Kurkova y allí nació su historia de amor con el estadounidense Matthew Emmons.

En realidad ya se habían cruzado en varias competencias grandes, como en el Mundial de Lahti 2002, cuando ambos se colgaron una dorada. Paradójicamente, la onda nació a partir de una suprema metida de pata del rubio Emmons.

Matt ya había ganado la prueba de match inglés (rifle en posición acostada), pese a no contar con su arma y competir con una prestada. Y era puntero en la prueba de rifle tres posiciones. Tras haber completado los primeros nueve disparos en no menos de 9.3, sólo necesitaba meter un 7.2 en el tiro final para asegurarse el segundo título (algo así como ganar un partido por tres goles a dos minutos del final). Pero equivocó el blanco y disparó en el de al lado. El cero lo dejó octavo y lo sumió en lágrimas.

Katerina (que días antes había logrado el bronce en el rifle de aire) comentaba la prueba para la TV de su país cuando lo vio pasar acongojado. Certera como con las armas, encontró la excusa perfecta para romper el hielo y, para consolarlo, se le acercó y lo invitó a tomar una cerveza. No por nada ella nació en Pilsen, ciudad célebre por sus rubios brebajes.

Emmons, un universitario de Nueva Jersey, viene de una familia de cazadores, pasión que los hizo mudarse a Alaska. Llegó al tiro deportivo tras una invitación del instructor del FBI Paul Adamowski y gracias a las armas pudo graduarse en marketing y negocios en la Universidad de Alaska Fairbanks, además de ganar cuatro campeonatos de la NCAA.

Lo de Kurkova viene por otro lado. Desde chica se dedicó a la natación y, en la adolescencia, cambió de deporte luego de que su padre (Petr Kurka, el entrenador nacional checo de tiro) finalmente le ganara por cansancio.

Tras los Juegos en la capital griega comenzaron a convivir a ambos lados del Atlántico, mientras germinaba la relación y sumaban triunfos en el circuito de Copa del Mundo (seis él, tres ella). Finalmente se casaron el 30 de junio del 2007, en la ciudad natal de Kathy, quien tomó el apellido de su esposo para competir, pero conservó la nacionalidad a pesar de mudarse con él al centro de entrenamiento del equipo olímpico estadounidense ubicado en Colorado Springs.

Al ganar en rifle de aire desde 10 metros, Katerina mejoró el récord olímpico con 503,5 puntos, logrando una clasificación perfecta de 400 en la clasificación. Cuando se abrazó con su esposo le dijo: "Yo cumplí. Ahora es tu turno".