¿Qué tanto aprovechó el futbol mexicano esa maravillosa hazaña de ganar, contra todo pronóstico, el oro en los Juegos Olímpicos del 2012? Como había sucedido anteriormente con los dos mundiales sub -17 (2005 y 2011), el oro ante Brasil suponía ser la plataforma definitiva de crecimiento que tanto ha esperado el futbol mexicano. Los resultados en los mundiales, sin embargo, han sido los mismos. México ha tropezado con la misma "piedra" en los últimos 30 años. No se trata de desvalorizar lo que el futbol de México logró con tanto esfuerzo y dedicación, pero si hay que darle el justo valor a las cosas y no caer en el engaño que generan aquellos que están más allá del balón, tratando de vender, de hacer negocios, de ganar dinero aprovechándose de la nobleza y la pasión del aficionado...
SAN DIEGO, California.- La respuesta del aficionado mexicano al futbol me ha dejado, ciertamente, sorprendido: ¿No cambiarían la medalla olímpica de oro de Londres 2012 por una aparición de la selección mayor en los cuartos de final de un Mundial de Futbol?
Nadie intenta -y mucho menos yo- deshonrar la hazaña que el futbol mexicano logró hace 8 años en el mítico Estadio de Wembley, pero yo sigo preguntando: ¿Qué tanto se aprovechó ese éxito? ¿Para qué sirvió realmente? ¿Se sentaron las bases de un verdadero crecimiento? Creo que todos conocemos las respuestas.
Futbolísticamente hablando -solo de temas deportivos- el oro en unos Juegos Olímpicos tiene un valor relativo. Fue la propia FIFA la que se encargó de desvirtuar las medallas olímpicas del futbol para darle la valía que merece a su campeonato mundial de cada cuatro años. Nadie intenta minimizar o desprestigiar la hazaña, pero, así como los dos títulos de los mundiales sub-17 pudieron haber pasado desapercibidos en el proceso de crecimiento del futbol mexicano, la medalla de oro de Londres tampoco fincó las bases de un desarrollo pleno y absoluto de nuestro juego. Seguimos siendo parte de un enorme potencial futbolístico y económico que permanece postrado en el subdesarrollo y aún lejos de las grandes potencias del juego.
La medalla de Londres es un logro impresionante del futbol mexicano. Hay que darle, sin embargo, el valor que merece, como también hay que evaluar el por qué la selección mexicana ha tropezado en los últimos 30 años con la misma "piedra" en su camino y con su deseo de aproximarse a los protagonistas del futbol mundial.
Ganar mundiales infantiles y oro olímpico debe ser parte de un camino rumbo la consolidación futbolística. Y como aficionados mexicanos al futbol, podemos estar orgullos de esos logros, pero siendo claros, precisos y alejados de cualquier clase de apasionamientos, hasta ahora, han servido de muy poco.
Este no es el departamento de devoluciones de un supermercado. No se puede "cambiar" una cosa por otra. Lo que sí podemos y debemos hacer es darle el justo valor a las cosas.