Puede que el equipo del 'Tuca' Ferretti no se haya percatado totalmente del cambio de “papel” que ha tenido en el futbol mexicano, gracias a una prolífica época que ha dominado con su juego, con sus triunfos y con sus trofeos. A Tigres, hoy se le exige de manera distinta. Ya no solo pertenece a una pasión local que sigue siendo inmensa y profunda o a su duelo particular con los Rayados, sino que también genera interés, simpatía y antagonismo en un horizonte mucho más amplio y diverso. Si Tigres pretende ser y afianzarse como 'un grande', debe tratar siempre de portarse como tal…
SAN DIEGO, California.- Es muy sencillo: si Tigres quiere que lo traten como 'un grande', debe comportarse como 'un grande'.
Tigres se fue a dormir el martes como líder general del futbol mexicano, invicto, con números sanos, pero su futbol, lo que hace en la cancha, sigue sin satisfacer del todo a algunos de sus aficionados y mucho menos a sus más acérrimos críticos. Ello no parece afectar 'el sueño' de Ricardo 'Tuca' Ferretti.
Mientras el uruguayo Leo Fernández, uno de los mejores jugadores de la Liga MX permanecía nuevamente en la banca, Tigres sorteaba una complicada jornada ante el modesto Puebla. Una victoria holgada sobre el Necaxa en la Fecha 1 y un par de frívolos empates ante Pachuca y Tijuana son parte de la campaña que presenta uno de los clubes mejor armados del futbol mexicano. Por ahora, el buen juego, el mejor estilo de la casa, el que pueden desarrollar sus talentosos futbolistas ha aparecido a cuentagotas en el campeonato. En su época más prolífica como club de futbol, Tigres siempre se ha dado el tiempo para pasar por un equipo mezquino que, sin duda, puede ofrecer más en el campo, pero que se reserva, se autolimita, a su ritmo, a su antojo, a su medida.
El problema es que Tigres entienda que el crecimiento de la última época y, por supuesto, los triunfos, le han dado otra “categoría” en el futbol mexicano y en ella es parte de un escrutinio constante, de lo que haga y también de cómo lo haga. Ya no es el equipo que dependía únicamente de la crítica 'doméstica' que se generaba en Monterrey, en Nuevo León o en su duelo particular ante Rayados. Tigres debe entender esa responsabilidad, porque un equipo que se jacta de ser 'grande' no puede ni debe quejarse de las criticas. Debe asumirlas, para bien o para mal, como parte de su vida futbolística y entender que debe cuidar las formas.
No hay forma de reclamarle algo a Ricardo Ferretti. Las estadísticas están ahí y también los trofeos que ha recogido, pero debe aceptar que su accionar puede generar criticas, máxime si tiene el arsenal necesario para tomar más riesgos o intentar generar un poco de alegría y emociones a través de su juego.
Creo que Tigres está confundido. Si le exigimos más, es porque nos interesa más. Y si existe cierta necesidad de sus propios aficionados o de aficionados contrarios para que muestre una escena diferente en el campo, es porque ha rebasado cierta línea de expectación. No basta pretender ser 'un grande', también hay que comportarse como tal…