Vivimos en una época de atletas extraordinarios que han podido alargar su calidad y su dominio más allá de los propios límites humanos. Brady tiene 43, Pacquiao está en los 42, Zlatan 39 y Cristiano ha pasado por los 36, y siguen en un plan competitivo acorde a lo que ha sido su trayectoria. Pareciera que los años no pasan por ellos. ¿Dónde esta el secreto? ¿Por qué pueden sostenerse en esos niveles cuando la ciencia indica otra cosa? Obviamente, hay calidad, claramente hay mentalidad, pero… ¿Qué han agregado ellos para descubrir una “fuente de la juventud”, potencializar su longevidad y encaminarse hacia la inmortalidad?
SAN DIEGO, California.- Tom Brady juega un deporte de alto contacto al más elevado nivel como si sus 43 años no existieran. Zlatan Ibrahimovic sigue en una estupenda forma a sus 39 años en la demandante Serie A de Italia y Roger Federer ronda los 40 en la élite del tenis mundial. Y si necesitamos más “pruebas”, ahí está el dominante LeBron James cuando ha rebasado las 36 primaveras y el extraordinario boxeador filipino Manny Pacquiao, quien más allá de los 42, se mantiene en la lista de los mejores boxeadores del mundo libra x libra.
La “Fuente de la eterna juventud”, una expresión de longevidad e inmortalidad. Eso es lo que parecen haber descubierto el deporte de este siglo y los deportistas de una generación pasada que se resisten a “tirar la toalla” y rendirse. ¿Dónde esta el secreto? ¿En qué se basa esta extraña longevidad cuando está probado científicamente, que más allá de la experiencia y el temple que sólo da el tiempo, el declive de un atleta de alto rendimiento debe comenzar a partir de los 34, 35 años, 26 años? ¿Por qué ellos son capaces de desafiar y sobrepasar la barrera del tiempo y mantenerse como en sus mejores días? ¿Dónde esta el secreto?
Lo primero que hay apuntar es la calidad.Sin ella, nada es posible. Y lo segundo que hay que establecer es una fuerza mental que les coloca en ese nivel. Hasta ahí, no parece existir nada extraño o diferente a lo que pudieron tener otros atletas en el pasado. Lo que verdaderamente marca una transformación, está en los elementos y las herramientas que un atleta del más alto nivel busca y encuentra en estos días. Un acondicionamiento físico imprescindible para jugar cualquier deporte, un entrenador personalizado que busque obtener los mejores rendimientos del cuerpo, y un tema que no es secundario de ninguna forma: la alimentación. Y para ello se cuenta con un nutriólogo que estudia el organismo, cada ser humano y cada metabolismo es diferente, y que logra los mejores resultados. Obviamente, hay un tema disciplinario que debe incluirse en la parte mental, porque si un deportista no está focalizado realmente en el cometido, no habrá ningún especialista, entrenador, psicólogo o nutriólogo, que sea capaz de producir un milagro.
Brady habla, en su libro, titulado “TB-12”, de un novedoso sistema de entrenamiento que le ha permitido extender su carrera hasta una edad inusitada y a un nivel extraordinario de rendimiento. Y en alguna parte del texto subraya que ninguno de esos ejercicios o practicas serían posibles sin la motivación y el deseo absoluto de lograrlo. Es decir, que, aunque Cristiano, Zlatan, Federer, Pacquiao, LeBron o el que sea, no tuviesen calidad hasta más no poder , que, sin duda, la tienen; sin mentalidad, sin esa fuerza, les sería poco más que imposible alcanzar la gloria y mantenerse en un estado de gracia a pesar de que sus años de florecimiento atlético, de acuerdo con la ciencia, hayan quedado en el pasado.
Son seres privilegiados, sí, lo serían de todas formas, pero se han apoyado en las herramientas que existen hoy para extender su talento y su predominio más allá de los limites que la humanidad pueda comprender. Vivimos una época maravillosa. Hemos podido alargar las sensaciones, la experiencia, la emoción de verlos sobre el campo de acción. Los grandes atletas han descubierto “la fuente de la juventud”, la longevidad que es, también, un pequeño paso hacia la inmortalidad…
@Faitelson_ESPN