Es un Clásico y sí, aunque parezcan lugares comunes o “clichés”, no determinan demasiado en un duelo de estas características. América y Chivas vienen de hacer torneos diferentes. Hay 12 puntos de distancia en la tabla general, deberían ser 15 por lo del Atlas y la alineación indebida, pero ello no asegura nada. Cuando suene el silbatazo en Zapopan el domingo por la noche, será un juego especial donde aquellos futbolistas que logren controlar mejor las emociones saldrán con ventaja. ¿Debe ganar el América? Es lo más probable... ¿Puede ganar Chivas? Claro que sí. Las estadísticas guárdelas para otro momento. El domingo no sirven de nada...
SAN DIEGO, California.- El mejor lugar para apuntar “las estadísticas” alrededor de un Clásico es un rollo de papel de baño. Usted sabe lo que puede hacer con él después de usarse...
El América y las Chivas aparecen en “horizontes” diferentes de cara al Clásico. Hay 10 puntos de diferencia en la tabla. Uno es el segundo puesto en la general, podría ser el primero si no le hubiesen quitado tres puntos en la mesa ante el Atlas, y el otro deambula en la parte media de la tabla, con una campaña evidentemente de carácter mediocre. Pero los números se enfrían al calor del tradicional y, sobre todo, pasional juego. Cualquier distancia, por más evidente que sea en la clasificación, termina desvaneciéndose en cuanto se escucha el silbatazo inicial del partido.
Puede sonar a un “cliché”, a un lugar común, pero esta clase de juegos se gana con algo más que futbol. La motivación, el carácter y la personalidad del futbolista suele imponerse a las carencias y suele cubrir los defectos. Chivas no llega como favorito y no tiene demasiados argumentos para vanagloriarse de su campaña. Aun así, tendrá su oportunidad el domingo y de ninguna manera veremos un partido e 10 puntos de diferencia como lo establece hoy en día la tabla general.
Es verdad que Chivas no ha encontrado regularidad en sus actuaciones, pero también podría ser un hecho que el América tenga una cosecha de puntos mayor a la que en realidad merezca su futbol. El América es favorito, lo será, y, sin embargo, un triunfo de Chivas tampoco tendría que ser tomado como una sorpresa monumental.
El América ha basado su éxito en la temporada en una defensiva que solo ha permitido 5 goles. Ofensivamente, el cuadro capitalino solo tiene un gol más que el de Guadalajara. Solari ha puesto bien. Sus piezas desde atrás y ha encontrado contundencia en momentos claves de los partidos. En su última presentación, la del sábado, no siendo mejor que el León en la mayor parte de los 90 minutos supo resolver el juego con un remate de cabeza de Henry Martín en tiempo de compensación. El América ha sido más equilibrado y Chivas ha vivido desde el desequilibrio juego a juego.
El choque ha intentado “calentarse” a la mitrad de semana cuando el defensor central de Chivas, Antonio Briseño dijo que el América no espanta a nadie y que ellos, al jugar sólo con mexicanos, tiene más identidad. La cuenta oficial del América en twitter no tardó en responder con un video y una peculiar frase: “El mejor de tus sueños o la peor de tus pesadillas”, antes de rematar con: “El más grande...”. Y está bien, un poco de sabor no le hace ningún daño al juego.
El América es favorito, pero no es un “claro favorito”, porqué se trata de un juego donde intervienen muchísimos factores, siendo, la mentalidad, el más importante de todos. La mente del futbolista, del entrenador puede transformarse, ara bien o para mal, en esta clase de duelos. ¿Las estadísticas? Ya sabe usted qué hacer con ellas…
@Faitelson_ESPN