LOS ÁNGELES -- El Preolímpico de Concacaf repercute en Chivas de manera implacable. Hay un redimido, un damnificado, y seis sinvergüenzas y cínicos expuestos.
Con México tramitando visa para Tokio, a espera de las Semifinales, pero tras dominar el mal llamado Grupo de la Muerte, donde en realidad embalsamó a puros muertos, las actuaciones de los jugadores de Chivas provocan remezones en el Guadalajara.
1.- Uriel Antuna ha hecho lo que quiere, lo que puede, lo que sabe y lo que debe ante República Dominicana, Costa Rica y Estados Unidos.
2.- A la par de Antuna, el rendimiento de Alexis Vega, Alejandro Mayorga y Canelo Angulo, corrobora las expectativas y la expectación desatadas en torno a ellos.
3.- Tiba Sepúlveda muestra destellos de mejoría, mientras José Juan Macías sigue sometido a una desesperación y ansiedad por mostrarse, que le encadena a la impotencia, además de que Estados Unidos intensificó la trinchera en torno a él.
Es insoslayable entender el escenario. Los rivales que han enfrentado los mexicanos están en desventaja tremenda con respecto a los adversarios que suelen confrontar semana a semana en la Liga Mx.
Vamos, hasta hoy, en el Preolímpico, ningún equipo le ha jugado a México con la dureza y rudeza con la que normalmente asaltan al Tri en torneos de Concacaf. Sin duda el espectro de la localía, a pesar de los estadios semivacíos, impone.
Sin embargo, de igual a igual, los jugadores de Chivas han sido protagonistas, especialmente aquellos de quienes más se espera, como Antuna, Vega, Angulo y Mayorga, y a la espera de que Macías salga del letargo, si es tomado en cuenta, en Semifinales.
¿Cuál es la repercusión sísmica en Chivas? Que simplemente Ricardo Peláez acertó en las contrataciones y en las “repatriaciones” de jugadores que llevó a cabo. Es decir, de carambola, pero públicamente, queda en cierta medida exonerado ante el paso patético del Guadalajara en el Guard1anes 2021.
El Doctor Meraz comentó que tras confirmarse que no hubo fractura, habrá que observar datos de inestabilidad.
Y por otro lado, queda en entredicho la habilidad del ex Rey Midas, Víctor Manuel Vucetich, para poder organizar y sacar provecho a esos mismos jugadores que, ciertamente, con otro uniforme, bajo otra exigencia, pero con otro orden táctico, y más libertades, se han convertido en la plataforma del Tri preolímpico.
Claro, también cabe una tercera hipótesis. Que a este sexteto de sinvergüenzas termine por pesarles, por reprimirles, por cohibirles, por inhibirles más, la camiseta histórica del Rebaño. Eso ocurre, ha ocurrido y ocurrirá. Cabecitas frágiles.
Sin embargo, sacarles del cacumen esas taras, es labor –sin duda–, del técnico y del director deportivo, es decir de Vucetich y de Peláez, aunque no debe ser motivo de indulto o compasión hacia los jugadores. Si se atreven a cobrar sin resabios cada 15 días, deben atreverse a responsabilizarse cada siete días de merecer ese salario.
¿Puede sentirse más comprometido Uriel Antuna con el Tri que con Chivas? De ser así, es loable, pero no puede olvidar que el privilegio de la selección se consuma gracias al elevado salario que le paga su equipo. ¿Y Vega? ¿Y Angulo? ¿Y Mayorga? ¿Y Sepúlveda? ¿Y el tan apapachado Macías, quien hacía planes para saludar desde Europa en el 2021?
Sin embargo, en el facilismo de las conclusiones, las bayonetas caladas enfilan sobre el ex Rey Midas. Un entrenador que ha repetido una sola formación desde su llegada, pero con variantes en funcionamiento hasta en esa misma alineación, no puede escapar fácilmente del patíbulo.
Aunque insisto en la diferencia física, futbolística y competitiva con respecto a los rivales de la Liga Mx y del Preolímpico, sus jugadores han mostrado capacidades, habilidades y disposición que no derraman en la cancha con Chivas. Por eso, del banquillo de los acusados se baja Peláez y se despatarra ahí Vucetich, pero sin eximir de culpas ni liberar de responsabilidades, reitero, a esos seis desfachatados y cínicos futbolistas.
Queda claro, pues, que sin poder precisar si lo hacen con premeditación, alevosía y ventaja, pero los seleccionados de Chivas, están poniendo contra el paredón a su entrenador, con el rendimiento que ofrecen partido a partido en el Preolímpico, y que en Chivas, donde cobran, a tiempo y oligárquicamente, no lo hacen.
¿Qué puede hacer Vucetich? No va a renunciar. Ni remotamente. Pero aún puede enmendar el camino. Tiene seis partidos por delante, cuatro en Guadalajara (Santos, Tijuana, Atlas y Tigres), y dos fuera de su sede (Cruz Azul y Monterrey). Necesita el 50 por ciento de esos 18 puntos para al menos aspirar al Repechaje, y esperar un momento épico, como ocurrió en el Guard1anes 2020 eliminando al América en Cuartos de Final.
O por lo menos, cosechar los suficientes puntos para sacar de esa posición patéticamente escandalosa de ser antepenúltimo en la Tabla de Posiciones, pero a tiro de piedra de las vergüenzas absolutas que son Necaxa y Juárez.
Como quiera que sea, es ya una decisión tomada en Chivas y es secreto a voces, al terminar el torneo, de no ocurrir antes, el ex Rey Midas quedará desligado del Rebaño.
¡Vaya!, es tan perturbante para algunos esta crisis en Chivas, que algunas cabecitas alocadas ya aseguran que el Guadalajara le haría una oferta a Jimmy Lozano para que al terminar los Juegos Olímpicos de Tokio, si México clasifica, se integre como entrenador del equipo, habida cuenta que ha sabido templar a la que puede ser la columna vertebral de esta selección.
Por lo pronto, a la espera de la Semifinal y una eventual Final en el Preolímpico rumbo a Tokio, a cada paso al frente que dé el Tri, de la mano de los seis jugadores de Chivas, es un escalón que sube Vucetich rumbo al cadalso.