LOS ÁNGELES -- México ganó medalla de oxígeno en la prueba de trampolín sudafricano de tres metros en los Juegos Olímpicos de Tokio.
Alexis Vega, Luis Romo y Henry Martín escribieron la historia: 3-0. La euforia tiene, sin embargo, una mueca larga: tontísima expulsión se lleva Carlos Rodríguez. Se pierde el juego ante Corea del Sur el próximo sábado.
El Tri olímpico hizo su chamba: ganarle al sparring del grupo y ganarle con holgura. ¿El riesgo? Que surjan las balandronadas que provocó el aplastante marcador sobre Francia, y que llevó al delirium tremens de grandeza ante Japón.
Una decisión clave: la entrada de Uriel Antuna por Diego Lainez. ¿La indicación llegó desde Houston? Probablemente. El delantero de Chivas es un amuleto para Gerardo Martino. A veces es como su dedo meñique: no sirve para nada, pero lo usa para todo. Este miércoles entregó el gol a Alexis Vega.
Esta vez los puntales invisibles se hicieron visibles en el marcador. Luis Romo sigue siendo el mejor en la cancha, acompañado de la disciplina táctica de Henry Martín. Alexis Vega confirma que le sienta mejor la causa verde que la rojiblanca, y esta vez conectó con su compañero de club y de aficiones etílicas como el vodka con tamarindo: Uriel Antuna.
La próxima cita es con Corea del Sur. Terminó como líder de su grupo. Trastabilló ante Nueva Zelanda, y después recompuso goleando a Rumania (4-0) y a Honduras (6-0). La historia favorece ligeramente al Tri, pero los sudcoreanos sólo suelen revisar la historia, para no equivocarse de nuevo.
México fue superior en todo momento. Acaso algún par de disparos que desentumieron al somnoliento Guillermo Ochoa, y sirvieron para espabilarlo. Por otro lado, con Jesús Angulo y Vladimir Loroña alcanzó para tapar las ausencias del lesionado Erick Aguirre y el castigado Johan Vazquez.
Además de eventuales atrevimientos, Sudáfrica metió miedo con algunas entradas, porque incluso, al minuto 5 ya tenía una amarilla, y el árbitro fue consintiendo hasta recetarle la roja a Malepe.
La jornada habría sido redonda, pero Charlie Rodríguez, en una patada innecesaria, terminó gestionando con suprema estulticia, una tarjeta roja que le deja fuera de los Cuartos de Final ante Corea del Sur, y justo cuando parecía que recuperaba el nivel que había perdido en los últimos meses. Se abre la oportunidad sin duda para Fernando Beltran, jugador de Chivas que ha sido enviado al ostracismo en su club y en la misma selección.
¿Debe moverle a algo Jimmy Lozano, o más directamente, Gerardo Martino, a esta selección mexicana de cara al juego con Corea del Sur? Por lo pronto, sin duda, actualizar el librito, para saber cómo jugarle a un adversario con mucha similitud a lo que ofrece Japón.
Seguramente en el descalabro ante los anfitriones, con un marcador casi piadoso de 2-1, ya los mexicanos y su entrenador entendieron que no pueden cometer la torpeza de competir en velocidad, potencia y fuerza, sino buscar las alternativas que ofrece la idiosincrasia futbolera del mexicano, en especial mucho traslado del balón con manejo de primera intención, y constante movimiento posicional.
Pero, si van a intentar de nuevo jugar a las carreras con los galgos y al choque con auténticos saiyajines, como lo hicieron ante Japón, se expone el Tri a otro descalabro, ante Corea del Sur.
Por lo pronto, es evidente que las acertadas asignaciones de Martino al Tri Olímpico han sido clave. Una columna vertebral astuta, disciplinada y con voz de mando, como lo son Guillermo Ochoa, Luis Romo en un nivel sobresaliente, y Henry Martín, un verdadero doméstico táctico, que demuestra haber aprendido del oficio de las manos de Miguel Herrera y de Santiago Solari.
Lo sano sería que Lozano ya no le moviera al equipo, y sólo le moviera a su biblioteca de estrategias, mientras Martino se desentiende de Canadá en la Copa Oro, y le asiste en la planeación del juego ante los sudcoreanos.