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Pobres, Pumas...

La culpa no es de Lillini ni de sus futbolistas. Tampoco creo que “Chucho” Ramírez y Leopoldo Silva tengan una responsabilidad completa en esta situación. Es un tema que se viene precipitando desde hace años, quizá desde el desmoronamiento de “ICA” y desde la incertidumbre administrativa que la propia UNAM ha tenido con su club de futbol. La culpa principal de que Pumas este hoy en el último puesto de la tabla general del futbol mexicano es la propia Universidad, que no ha encontrado ni a la persona, física o moral, y tampoco los mecanismos apropiados para sub=arrendar al club. Es evidente que la UNAM no tiene ni debe gastar dinero ni esfuerzos en el futbol profesional. Debieron lograr, deben lograr, que alguien más lo haga por ellos y que entienda a Pumas como una tradición, como una pasión, como una representación estudiantil, pero también como lo que es el futbol de hoy en el mundo: un negocio lucrativo...

SAN DIEGO, California.- Cinco fechas después, el problema no radica en que Pumas, uno de los clubes de mayor tradición y jerarquía en la historia del futbol mexicano, sea el último de la tabla general. El verdadero inconveniente es que no se ve como pueda salir de esa situación.

Los culpables no son ellos: Ni Andrés Lillini, ni sus futbolistas, ni el director deportivo, Jesús Ramírez y tampoco el presidente, Leopoldo Silva. La razón de la situación actual de Pumas es responsabilidad directa de la Universidad.

Y ese deterioro administrativo no ha ocurrido a partir de los últimos meses. Es el acumulado de una serie de decisiones y de indecisiones que se han precipitado desde el desmoronamiento del patronado a cargo de la empresa “ICA”, el grupo de ingenieros civiles y arquitectos, egresados de la propia UNAM, que por muchos años tuvieron el control, deportivo y comercial del club. Luego, se pensó que otro grupo poderoso, el “Carso”, de Carlos Slim, con Arturo Elías Ayub al frente, terminaría quedándose con la operación del equipo, pero la universidad es siempre blanco de objetivos políticos y dentro de esa inestabilidad se ha arrastrado a los Pumas.

Pumas necesita de una certeza administrativa que le permita competir como lo que es, un “grande” del futbol de México. Los tiempos han cambiado desde los días donde la fórmula en el Pedregal se basaba en los jugadores surgidos de la cantera y los refuerzos extranjeros contratados con mucha precisión y delicadeza. Ahora, el poder de la inversión, marca la diferencia. Otros llamados “grandes” como América, Chivas y Cruz Azul se las han arreglado para sostenerse en el nivel económico que propiciaron los clubes de Monterrey, Tigres y Rayados. Otros, se han podido mantener a pesar de todo: Toluca, Pachuca, León, Santos, Tijuana. ¿Y los Pumas?

Los Pumas sufren en esta economía. El club está endeudado, se ha gastado ya lo correspondiente a los derechos de televisión y comercialización y tiene que desprenderse rápidamente de figuras que no puede mantener. En diciembre pasado, alcanzó, sorpresiva, y hasta milagrosamente, la final del torneo. Hoy. No cuenta con al menos ocho de esos futbolistas que enfrentaron al León por el gallardete. Esa es la realidad de Pumas hoy. No tiene el dinero para mantenerse en el nivel que históricamente le ha correspondido en el futbol mexicano. Deambula por la Liga para ver si los resultados se le dan, de una forma y de otra. No es problema del entrenador. Puede irse Lillini y llegar a Hugo Sánchez o Jaime Lozano o David Patiño y el resultado, con este plantel y con el futuro empeñado por temas económicos, será el mismo.

La Universidad Nacional Autónoma de México es la responsable de esta situación. Tenía que haber buscado remedios para la operación de su club de futbol. Tenía que haberse adelantado a los tiempos que hoy enfrentamos. Quizá el mejor ejemplo lo tuvo y lo tiene a partir de lo que logró otra universidad pública, la U de NL, que, a través de una sinergia con la cementera transnacional como Cemex, ha encontrado un equilibrio económico que se ha significado en su más importante época deportiva. Lo mismo puede y debe hacer Pumas. Buscar al patrocinador, a la empresa, al grupo que haga un negocio con Pumas, cuidando claro, los parámetros que corresponden siempre a un equipo que representa a una casa de estudios como la UNAM, pero dándole fuerza e independencia económica para competir, para producir más y mejores futbolistas desde las fuerzas básicas y para contratar a los jugadores extranjeros de mayor calidad que estén disponibles.

No es normal ver a Pumas en el último lugar de la tabla general. Es, sin embargo, una situación normal dada las circunstancias que ha enfrentado en el renglón administrativo, pero la culpa, la culpa es de la propia Universidad, de sus rectores, de sus decisiones e indecisiones. Ellos no están para gastar dinero en el futbol profesional. Debe buscar quien lo haga por ellos...

@Faitelson_ESPN