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América... ¡Y ya!

LOS ÁNGELES -- Con el campeón mexicano vigente y con el campeón de la Concachampions, reptando ambos, casi de hinojos, para meterse en el Repechaje, sólo un equipo enorgullece su campaña: América… ¡Y ya!

Cruz Azul y Rayados, octavo y noveno, se enfrentan en la repesca. Dos monarcas en el coliseo de la mediocridad de este Apertura 2021. Y ambos, además, desmantelados por las convocatorias de esta temible Fecha FIFA, que detiene la Liga Mx.

América sigue enarbolando su bastión: juega feo, aburrido, pero sigue al pie de la letra el librito exitoso y resultadista de Santiago Solari. Con 35 puntos, aventaja en 15 al último de los involucrados en la Repesca: San Luis.

América tuvo un decoroso 68.6 de efectividad. Los potosinos, como polizones, de panzazo, llegan al Repechaje con un ridículo: 39.2 por ciento de productividad. Difícilmente se enfrentarán, pero esa diferencia indecente entre efectividad e infectividad, desnuda la clemencia competitiva de la Liga Mx.

Por lo pronto, entre las decepciones de Cruz Azul y Monterrey, con sus descarapeladísimas coronas nacionales y regionales, sólo habrá un sobreviviente, en una Repesca donde lo único seguro es la pobreza competitiva que arrastran los ocho infiltrados, en este aquelarre de la mediocridad.

¡Cuidado! Es una tanda de juegos, en la que hasta el más desahuciado muestra aún sus cariados dientes. Prueba de ello, la inesperada, grata, emotiva y vigorosa exhibición de Pumas, para invocar las cenizas de las cruzazuleadas y victimar a La Máquina 4-3, que tenía una ventaja de 1-3 al medio tiempo.

Hoy al América, pocos pueden faltarle al respeto. Cierto: cerró con tres tropiezos, pierde la Final de la Concachampions ante Rayados, sucumbe ante Cruz Azul, y empata sin goles ante Monterrey. Solari se atrevió a hacer rotaciones, aún a riesgo de que en un arrebato del dueño, Emilio Azcárraga Jean, él terminara siendo rotado del puesto.

Solari decidió proteger a sus jugadores, especialmente a dos colosos de su organigrama futbolero: Pedro Aquino y Richard Sánchez, y ofrecer actuaciones aún menos seductoras, pero entendiendo que el título es el compromiso absoluto, más allá de la llaga supurante que es haber perdido la Final de la Concachampions.

¿Quiénes pueden faltarle al respeto a El Nido? Las estadísticas pueden ser boquiflojas si se recurre a la tabla de posiciones.

1.- Segundo de la tabla, el Atlas se ha ido descartando solito. Los estertores que entran a Diego Cocca cada vez que enfrenta a las Águilas, son similares o peores que los que le poseyeron ante Chivas, al que enfrentó durante casi 80 minutos con dos hombres más.

2.- Tercero del listado, León es un perjuro. Promete y decepciona. Suma 16 de los últimos 21 puntos disputados, sólo cediendo unidades en la derrota ante Pumas y el empate con Toluca. Y aunque deberá ceder al menos seis jugadores en Fecha FIFA, tendrá una semana más para recuperarlos.

3.- Cuarto es el equipo de Tigres. Tras el doloroso despescuezadero al perder el Clásico Regio ante Rayados, sólo cayó ante América, y cumplió su chamba destazando fiambres: Juárez, Chivas, Pachuca y San Luis, pero con empates apretados, ante equipos inestable: Pumas, San Luis, Necaxa y Cruz Azul. André-Pierre Gignac garabateó, a puros golazos, la diferencia.

¿Algún otro atrevido a desafiar a ese América desabrido? Difícilmente Santos, aunque es un equipo que cuando recupera el futbol con Gorriarán, Valdés y Otero, maneja el estilo de juego que causa agruras a Solari.

Necio sería descartar a un Monterrey que con el plantel completo es capaz de salir de esa afonía y ofrecer una sinfonía. El problema es que entre selecciones nacionales de México, y de otros países, recibirá a sus jugadores el 18 de noviembre, al concluir la Fecha FIFA, para enfrentar al Cruz Azul el 21.

El rival de Rayados en la Repesca, La Máquina, con el mismo inconveniente en tiempos que su adversario, ha dado tumbos tratando de recuperar el nivel de su gesta como campeón, y poco alentadora debió ser la humillación de este domingo ante Pumas, al verse superado 4-3, tras aventajar 1-3.

Aún así, dicho está, las Águilas han impuesto su huella en el torneo. Insisto en algo: jugar feo y aburrido no está reñido con jugar bien al futbol. Genera más bostezos que saltos de júbilo, pero la maquinita eficaz y eficiente –que no es lo mismo--, rinde frutos.