LOS ÁNGELES -- Se viene el exterminio en el América. Esta vez no es un rumor fecundado en el fracaso. Esta vez hay un comunicado enérgico. Y prolijamente redactado. Despecho y amenaza, en cada párrafo. De puño y letra del patrón.
Tres semanas, dice, para replantear un proyecto a corto y mediano plazo. Ya no hay tiempo para un ultimátum. Éste, caducó cuando Pumas humilló al América en su propia trinchera.
Nadie está a salvo. Un plantel sobrevalorado, sin duda. Farsantes que han sido rémoras, parásitos del equipo. Nico Benedetti, Roger Martínez, Andrés Ibargüen y Renato Ibarra, por ejemplo.
¿Cuántos jugadores serían cotizables en la Liga Mx, porque a algunos de los extranjeros, ni en sus países los quieren de vuelta? Sólo Pedro Aquino, Richard Sánchez y Guillermo Ochoa. No más. Acaso, porque siempre se necesitan actores de reparto, agregar a Salvador Reyes y Mauro Lainez.
La fecha de caducidad alcanzó a Henry Martín, Jorge Sánchez, Miguel Layún, Sebastián Córdova, Federico Viñas, Bruno Valdez, Emanuel Aguilera y Sebastián Cáceres. ¿Álvaro Fidalgo? Por su precio de ganga, desquita con sudor, pero no con calidad.
Esta vez no se trata de una cirugía mayor. En El Nido no necesitan a un cirujano, sino a un carnicero. No hay que sanar y suturar, hay que extirpar. Protocolo drástico ante agentes cancerígenos.
¿Santiago Solari? El ‘Indiecito’ apela a su contrato, para una nueva oportunidad. Le han prometido tres refuerzos. De esos, de los que él quiere, de los venidos de Europa. Tal vez, ojalá y no, versiones similares a Fidalgo, rescatado del moho de la banca del Castellón de la Segunda División.
Sin embargo, el #ÓdiameMás arrastra tres estigmas con Solari: aburre, insulta el paladar futbolero americanista, y desfallece en las Liguillas. Transformó a las Águilas en avechuchos carroñeros.
Cierto, convirtió a El Nido de Coapa en el mejor equipo de 2021, al menos en las estadísticas. Pero, los números alimentan los archivos, no los museos ni las salas de trofeos. La soberbia americanista muere de inanición si sólo le das de tragar cifras.
¿Santiago Baños? Cometió errores en las contrataciones. Empobreció al club aprobando las firmas de Benedetti y Nico Castillo, y despilfarró en compras de pánico. Permitió que Roger Martínez se burlara del club.
Después, reclutó obreros eficientes que quiso vestir de frac. Todo indica que salió de la lista de regalos de su jefe Joaquín Balcárcel y de su patrón, Emilio Azcárraga.
El problema del comunicado cocinado al vapor por parte del América, es que es un juramento expedido desde el Salón Oval de Televisa. No debe ser palabrería. Ni debe pretender ser un consuelo lastimero a una afición herida. Esa comedia, esa bufonada, ya la habían hecho los mismísimos Solari y Baños.
Menos palabrerías, y más hechos. Debió ser así desde hace más de un año. Pero, un ciego guiando a otro ciego, mantuvo en penumbras al América. La purga en El Nido lleva casi dos años de retraso. Una tolerancia excesiva, debilucha, acobardada.
Lamentablemente, los primeros escarceos no son prometedores. ¿Cambiar a Sebastián Córdova por Uriel Antuna? Si el América es inteligente, debería retacarles a ambos a Chivas, así como le injertó un virus terriblemente avejentado llamado Oribe Peralta. Ambos señoritos, Córdova y Antuna, claudicaron ya como futbolistas.
Cierto, es imposible fumigar, expurgar y espulgar totalmente a El Nido. Pero, los bichos más perniciosos, los más costosos e improductivos, deben encabezar la caravana ignominiosa y deshonrosa, de esa operación laxante del América.
Pero, Emilio Azcárraga debe saber que para el gran salto de equipo protagonista a equipo campeón, necesita abrir la chequera. De otra manera, el equipo sólo dará maromas, revolcándose en nuevos y estercolados fracasos.
1.- Exigirle a Santiago Solari que no sólo sume puntos para lustrar su currículo, sino que sume títulos, para lustrar a El Nido de Coapa. Y por supuesto, que el América que salte a la cancha, no aburra, no afee, no insulte la noble cuna del americanismo a pesar de su innoble estandarte del #ÓdiameMás.
2.- ¿Estará Santiago Baños capacitado para saber elegir refuerzos? ¿Existe en verdad el departamento de inteligencia deportiva? Ya se equivocó con tantos, y con un quebranto multimillonario del bolsillo de su patrón, que no puede errar de nuevo. Baños engendró tres bancarrotas: la de su credibilidad, y la deportiva y la financiera del equipo.
3.- Habida cuenta que deberá retener a uno que otro palurdo futbolero, llegará el momento de marcar objetivos a los jugadores. Desde minutos de juego, hasta rendimientos tangibles y productivos. Los haraganes deben empacar su polilla.
De otra manera, insisto, ese juramento, esa manifestación pública de que todo cambiará en el América, a partir de ayer, quedará como otra gastada y desgastante farsa típica de directivos mediocres y facinerosos.
Sí, si no cumple al pie de la letra con su epístola de remordimiento, simplemente, Emilio Azcárraga Jean empezaría a parecerse tanto a otro que da dedazos de atole a una muchedumbre en luto constante, como lo es Amaury Vergara.