Nadie sabe cómo, pero Andrés Lillini ha mantenido a Pumas en una faceta competitiva a pesar de que su plantel no parece, o no tiene, vamos la misma holgura, fama y calidad de otros. Pumas, con todo y sus altibajos, compite en la cancha, pone por delante el orgullo universitario de siempre y, además, ha agregado una cuota de eficacia individual y ante todo colectiva. Puede que no sea “un milagro”, sino una consecuencia directa del trabajo y una muestra más de que no todo es dinero ni poder en el futbol. Hay maneras de hacer más con menos. Andrés Lillini, el hacedor de los milagros Pumas...
SAN DIEGO, California.- Pumas sigue viviendo de un verdadero milagro futbolístico que no tendría, en apariencia, razón de existir en estos tiempos. Compite con lo que tiene, saca el mayor provecho de sus recursos. Para dejarlo más simple: hace más con menos.
Hay un responsable directo de la situación: se llama Andrés Lillini. Y Pumas debe agradecerle al destino, y siempre a Dios, el hecho, que fue un accidente, de habérselo encontrado en el camino.
Lillini sigue siendo lo mejor que la ha pasado a Pumas en su más reciente historia.
“Los refuerzos esta en casa”, dijo el entrenador de Pumas la noche del lunes en la sala de conferencias del Estadio Olímpico luego de que los Pumas habían arrasado con el Toluca, 5-0, pudo ser, fácilmente, 8-0, en el comienzo del campeonato.
La primera lectura que la mayor parte de los expertos tenían sobre Pumas es que sin refuerzos y habiendo vendido a su último gran joya de la cantera, Erick Lira que se fue a Cruz Azul, las cosas, otra vez, irían muy cuesta arriba para los universitarios, pero Lillini confió, nuevamente, en sus futbolistas y los ha hecho ser mejores de lo que en realidad aparentan ser. Pumas cerró mejor que nadie el torneo del año pasado y se dio el lujo de eliminar, humillar, al América en los cuartos de final antes de despedirse, en semifinales, con una polémica decisión arbitral ante el Atlas que a la postre resultó el campeón.
Dentro de los errores de juicio que cometimos algunos están los refuerzos extranjeros que llegaron todavía en los días donde Jesús “Chucho” Ramírez era el director deportivo. Los brasileños Rogeiro, Diogo y Meritao, el ecuatoriano Washington Corozo y el italo-argentino Cristian Batocchio han resultado buenos futbolistas o quizá, Lillini, ha podido sacar lo mejor de ellos. Pumas se dio tiempo, en este comienzo de campeonato de debutar a uno de los jóvenes en lo que más esperanza se cifra desde el Pedregal: Jorge Ruvalcaba, con 20 años, se presentó anoche con un gol ante el Toluca.
Nadie sabe si a este Pumas le alcanzará para contender por el título. La realidad es que, mientras algunos “huían” al cuarto para las doce y otros le daban la espalda, Lillini aceptó, valientemente, el reto y ha puesto a Pumas donde históricamente tiene que estar. Y lo más importante de todo: nos deja una lección, casi de vida: hacer más con menos…
@Faitelson_ESPN