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¡Nada supera la realidad!

¡Hola amigos! Estoy a punto de subir a un avión (voy rumbo a Indianápolis para reunirme con el equipo) y aprovecho este rato para escribirles unas líneas. Espero poder traerles entregas semanales de lo que sucede en las carreras de la IZOD IndyCar y en mí día a día. Sinceramente disfruto el intercambio con ustedes y espero que podamos mantener un contacto frecuente a través de esta vía. ¡Todos sus comentarios y preguntas son bienvenidos!

¡Finalmente arrancó la temporada del campeonato IZOD IndyCar! Comenzó en Brasil y para mí, con un nuevo equipo, KV Racing Technology. Es uno de esos equipos no tan grandes, pero definitivamente bien estructurado, competitivo, con muy buen grupo de ingenieros (mi ingeniero es Bill Pappas, uno de los más exitosos en esta categoría) y con muchas ganas de ganar, algo que para mi, es fundamental.

Llegar a este punto sin embargo, no fue fácil. A veces la gente piensa que es suerte y si bien reconozco que se necesita suerte en la vida, también les digo que hay que trabajar por aquello que uno quiere. No sabría decirles cuantas horas de conversaciones, cuantas llamadas, acuerdos y viajes hice entre que terminó la temporada de 2009 y empezó la de 2010. Sólo entre enero y marzo hice casi unos 20 viajes tratando de coordinar todo. Pero valió la pena. Estoy muy contento con mi equipo y creo que tenemos buenas posibilidades este año.

Antes de viajar a Brasil sabíamos que iba a ser una carrera que nos iba a poner a todos a pensar un poco. Nunca habíamos corrido ahí, pero es lo mismo para todos. Cero ventajas. Era un simple asunto de ver quién se adaptaba más rápido y en mejores circunstancias a la nueva pista.

Antes del viaje a Brasil la categoría estuvo en Alabama para los test pretemporada y aunque probamos muchas cosas en el auto, no había nada que nos preparara realmente para un circuito del que no teníamos mucha información. Sabíamos que encontraríamos la recta más larga de todo el campeonato. Teníamos un plano con la configuración y trabajamos en la estrategia usando todos los elementos posibles. Yo por mi parte entrené duro, tanto en lo físico como en lo mental. Hay que estar listo para cualquier desafío. ¡Pero nada supera la realidad!

Llegué a Brasil unos días antes de la carrera para ver a mis amigos y para aclimatarme. Es un país que me gusta mucho por su gente, sus paisajes. Me siento en casa. ¡Y claro está, me trae buenos recuerdos porque ahí hice mi debut en la Fórmula 1!

A veces es bueno tratar de desconectarse un poco, pero si les soy sincero, uno nunca lo logra del todo... La pasión que siento por lo que hago es como eso programas de computadora que ustedes no están usando pero que siguen "rodando"... Uno constantemente está pensando en cómo mejorar, qué hacer para ganar esa décima de segundo, para elevar el nivel... Y te pasa con lo que comes, con el ejercicio que haces, con las llamadas pendientes, con el repaso mental de la pista, con ese punto del auto que no te tiene convencido y que hay que modificar...

En definitiva, Brasil fue una súper experiencia, pese a que nuestras expectativas no se cumplieron tal cual como nos las planteamos en principio. Los factores más relevantes fueron dos. Por un lado, tuvimos un problema con el motor que no subía de revoluciones ni en carrera ni en clasificación. Prácticamente no pude ni utilizar sexta y en un circuito con una recta tan larga, de casi una milla, perdía mucho tiempo. Y por otra parte, esa misma recta principal era un caos. Sumamente resbalosa. Parecía mármol y además estaba sucia. Era de cemento pulido y tenía muy, muy poco grip. Tanto, que el sábado, después de reunirnos, se decidió suspender la clasificación y pasarla para el domingo, el mismo día de la carrera.

Los baches en la pista no eran tantos, pero eran muy marcados y eso hizo que varios pilotos tuvieran accidentes. Los organizadores comenzaron a trabajar de inmediato y esa noche sacaron más de 40 camiones de escombros de la superficie que lijaron. ¡La verdad es que para el domingo por la mañana la pista era totalmente otra cosa!

La carrera en si fue un dilema con todo. Tuve algunos contratiempos. En la primera parada estaba en neutro, tuve que seleccionar primera, y no sé si fue un problema electrónico, pero rebotó la marcha y perdí un par de posiciones saliendo de pits. Eso, sumado a la baja velocidad del auto en la recta, no ayudó.

¡Pero al menos sobrevivimos! Fui el único de los pilotos de mi equipo que terminó la carrera. Mis expectativas eran más altas, pero dadas las circunstancias, con una carrera tan dura, me alegra haber terminado.

Ya me llaman para embarcar en el avión.

Les agradezco todo su apoyo y aquí los espero la próxima semana. Ya viene la carrera de St. Petersburg (28 de marzo)... Es un circuito estrecho, desafiante... La primera carrera en territorio estadounidense... y el lugar donde hasta ahora he logrado el mejor resultado en la categoría, así que es muy especial para mi. ¡Volveré con más! ¡Me voy antes de que cierren el vuelo a Indy sin mi adentro! ¡Chau!

Su amigo,

E.J. Viso.