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¿Es irreversible la crisis en América?

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Gabriel de Anda sobre la derrota del América: 'Es una consecuencia de un equipo que está desdibujado' (3:02)

Nuestro especialista considera que los últimos resultados obtenidos por las 'Águilas', son consecuencia de la presión que se vive el equipo dentro del vestidor. (3:02)

LOS ÁNGELES — América, el punto neurálgico. Porque es catarsis para unos y consuelo para otros. América, porque se fragiliza, se tambalea. El #ÓdiameMás petulante incita las bajas pasiones.

América hace de su Purgatorio un Infierno propio y un Paraíso ajeno. Claro, la grandeza, polemizada o no, alerta y regocija a los subyugados. Hoy se habla más de El Nido en llamas, que de los inusuales líderes del torneo (Puebla, Atlas y Cruz Azul).

Incluso, la hecatombe de Rayados, preñada del ridículo, y estercolada aún más por los deslices de Javier Aguirre (“Monterrey ha venido cinco veces [al Mundial de Clubes] y no lo ha ganado nunca”), no distrae ante el traspiés de América ante San Luis, que de un escandaloso 0-3, se frotó con el bálsamo del patético consuelo, por el 2-3 final.

Y, ¿qué pasa en el América? Ocho juegos sin ganar, cinco de ellos, derrota; doce goles en contra, tres a favor, y cuatro expulsiones en tres juegos de este torneo. La burocracia aritmética de 2021, esa de ser el más dominante en fase regular, se hace añicos.

Partamos de una ecuación simplista. En 2021 América jugaba feo y aburrido, pero con un alto grado de eficiencia y de efectividad, honrando el librito de Santiago Solari. Hoy, juega igual de feo y aburrido, pero además lo hace mal respecto al guion del técnico.

Con un punto de nueve posibles enfrenta en sus juegos inmediatos a dos equipos más menesterosos aún que él: Santos y Mazatlán, penúltimo y último en la Tabla General. Parece una piadosa doble oportunidad para erguirse. Sin embargo, lo mismo se pensaba de San Luis.

1.- INTENSIDAD

Tres partidos en los que la única intensidad ha sido para trasgredir el reglamento y el quisquilloso criterio arbitral. Roger Martínez y El Indiecito Solari pierden la cabeza ante Puebla; Federico Viñas dura 13 minutos en la cancha ante Atlas, y Miguel Layún machaca una pantorrilla ante los potosinos.

Pero, esa rabia, esa enjundia habitual para hacer el dos a uno o el tres a uno, sobre el adversario, ha desaparecido este torneo. Hoy, marca mal y reacciona peor. El librito de Solari se deshoja si un solo jugador pierde marca, concentración, soporte, relevo y solidaridad atrás al frente.

En este plantel, de voluntades alquiladas, pocos jugadores palpan, palpitan y paladean el ADN del americanismo. No es fácil, sólo Guillermo Ochoa brotó de la incubadora de Coapa, y al resto hay que pagarles por su voluntad y su devoción.

2.- DE MEDIO PELO…

Salvo las expectativas puestas en Diego Valdés, de jornadas brillantes con Santos, el resto del plantel vive en la indigencia individual como futbolista. Colectivamente, se fortalecen, si se mantienen bajo el rigor táctico del equipo: presión, posesión, relevo, dinámica e intensidad.

Hagamos de nuevo el ejercicio: ¿cuántos jugadores de América serían titulares en Puebla o en Atlas o en Cruz Azul o en Tigres o hasta en los lastimeros y lastimosos Rayados? ¿Cuántos de sus jugadores mexicanos serían apetecibles para Chivas?

Tal vez ni Guillermo Ochoa podría ser tan codiciable. ¿Pedro Aquino, que se lesiona en momentos clave? ¿Richard Sánchez? Todos los mencionados tienen uno igual o mejor en su puesto. Fidalgo es un jugador cumplidor, nada excepcional, pero es el mejor solista de esta orquesta inarmónica y afónica.

3.- COMPRAS DE PÁNICO…

Entendiendo que la presencia de Jonathan dos Santos es una imposición del dueño, como en su momento lo fue la llegada del hermano, Giovani, es inevitable cuestionar la adquisición de Juan Otero, de quien se explicó en su momento que no estaba a la altura ni siquiera de un plantel como Santos.

Cierto que Santiago Naveda da sus primeros pasos, tras la grave lesión, pero está, sin duda, más comprometido que Jonathan, quien estaría sin equipo, a no ser por la caridad afectuosa de Emilio Azcárraga Jean.

Con todos sus defectos, con todos sus desenfrenos, pero Miguel Herrera marcaba una cercanía exigente con el futbolista para comprometerlo con la responsabilidad de militar en el América. Solari, en cambio, guarda distancia del jugador, y aún no percibe la urgencia de generar esa lealtad a los colores en el día a día. El Indiecito asume que es un valor adquirido incluido en la firma del contrato.

4.- INCOHERENCIAS…

Mientras a Diego Valdés lo mantiene entre algodones, da más reposo a Richard Sánchez, Solari envía al matadero a Jonathan y a Otero, a sabiendas de que no tienen ni calidad, ni ritmo, ni entendimiento de lo que necesita de cada uno de ellos.

Ante San Luis, el desajuste absoluto de Jonathan, trasladó a Fidalgo y a Salvador Reyes, trabajos extras de recuperación, apoyo en defensa, y los obligaba a trayectos que complicaban su salida al frente. De Otero, se esperaban recorridos para que Alejandro Zendejas y Miguel Layún, redujeran el desgaste, y organizaran entre ellos y Fidalgo salidas.

Entonces, visto así, América perdió cordura. Cuando juegas con dos que despedazan la partitura como Jonathan y Otero ante San Luis, en un equipo de alta exigencia en disciplina táctica, ímpetu, compromiso y concentración, terminas jugando, genuinamente con nueve y esos dos que perdiste, te estorban tanto que colaboran con el contrario.

En la medida en que Solari incorpore a sus jugadores importantes, en especial Pedro Aquino y Richard Sánchez, el equipo recuperará la solidez, para seguir jugando feo, aburrido, pero volver a sumar puntos y goleando por 1-0. Sin embargo, entre la inconsistencia de Roger y Henry Martín, le sigue urgiendo un aniquilador en el área, más allá de que en segunda línea, resuelvan jugadas sus mediocampistas.

Ojo: no se trata de si Dos Santos quitó dos o tres balones, sino de que lo hizo, saliéndose del plan colectivo de juego. Sus victorias individuales fueron derrotas en el esquema global del equipo. ¿Otero? Tiene tanta movilidad que sus videos parecen selfies.

¿Todo esto es irreversible? Sin duda. Solari deberá trabajar en verdad con un plantel de medio pelo, al que no se le puede exigir espectacularidad, algo que sólo ha manifestado una sola vez, y en momentos álgidos de desesperación: en aquellos Cuartos de Final ante Pachuca, en el Juego de Vuelta.

Ya hace meses se habló del problema del América para reclutar jugadores. Desde que Yon de Luisa quiso poner un freno a la perniciosa injerencia de promotores de jugadores en los equipos de la Liga Mx, hay un bloqueo de representantes contra Coapa. Recuérdese que también entre estos mercenarios hay un pacto: primero negocian entre ellos y después con los clubes. Y en esta red participan a veces hasta tres intermediarios.

Por eso, la insistencia de América por Brian Ocampo, Pablo Solari, Paul Arriola y Joaquín Montecinos, entre otros, quedó trunca. Es cierto, ante semejante confabulación, faltó también audacia y habilidad de gestión de Santiago Baños, más entretenido en censurar comentaristas que en cerrar adquisiciones relevantes.

Por cierto, el 31 de marzo, en el Congreso de FIFA, se presentará un proyecto para reglamentar las facultades de los representantes de jugadores, y en especial marginar a aquellos que no tienen licencia del organismo.

¿Sabe Usted quién aportó lo medular de este nuevo ordenamiento para promotores? Sí, la FMF y la Liga Mx, bajo la supervisión de Yon de Luisa. Todo esto despertó entre los promotores, la misma reacción que entre las aficiones antagónicas, sí, eso del #ÓdiameMás. Y se lo están cumpliendo.