MÉXICO -- "¡Vuelveeee que sin tí la liga se me va!" Le cantaba la directiva de Tigres a su técnico-extécnico-técnico Daniel Guzmán, aprovechando que desempolvaron un disco de Ricky Martin por estar de moda (si Ricky puede vivir "la vida loca", ¿por qué Tigres no?) "¡Vuelveee que me falta el gol si tú no estás! (y cuando estás también)..."
Y Guzmán regresó. Dos días duró sin trabajo. Dos días duró la indignación de la directiva de Tigres por pasar el torneo bordeando el pozo del descenso, sólo salvado porque Indios fue aún más malo que el equipo regio. Dos días necesitaron los jefes de jefes de la Universidad de Nuevo León para ¿recapacitar? la decisión que los aficionados exigían desde hace varias semanas y pedirle al Travieso que volviera, pues a estas alturas ya no hay nada qué perder.
Hagamos cuentas, supongamos que Indios no jugaba en el máximo circuito y que sus números no son referentes de lo peorcito del fútbol mexicano. Podemos ver que Tigres tiene las peores defensa y ofensiva de la liga, once goles a favor, ¡22! en contra; que han perdido siete de 12 partidos y que apenas han podido alcanzar nueve puntos de los 36 que han estado en juego. ¿Qué necesitaba la directiva para hacer efectiva su salida? Y peor aún, ¿qué necesitó para reintegrarlo? ¿Un único triunfo reciente contra --quien más-- Indios? ¿Una tarde optimista de primavera? ¿Un contrato a cumplir cuando ya no hay peligro de descenso?
El fútbol mexicano parece estar sujeto al humor de los entrenadores. En Puebla, Chelís se harta y se hace un ultimátum: "gana mi equipo o me voy", como si el que su equipo gane o pierda no dependiera del técnico.
En la selección, Aguirre anuncia una gran convocatoria para el Tri... y en ese parto de los montes llama al Bofo Bautista, irregular jugador sólo superado en inactividad por Nery Castillo, y al ¡Conejo Pérez! (amantes de los números: Pérez es el portero del tercer peor equipo de la liga con 19 goles en contra, apenas dos menos que Tigres).
En America, Chucho Ramírez jura que no tiene problemas de vestidor en el América (recordemos que la psicología fue la base del campeonato sub17 en el 2005) y al día siguiente se pelean Rosinei y Beausejour, además de que el mismo Chucho ya había tenido diferencias importantes con Cabañas a principios de este 2010.
¿Es mucho pedir un poco de sentido común? ¿Es tan imposible que en las decisiones del fútbol mexicano influyan los números (los del deporte, no los del banco)? ¿Es un sueño guajiro pedir técnicos y jugadores profesionales comprometidos con sus equipos y no con la federación/taquilla/mercadotecnia?
EL AMIGO AGUIRRE
Cuando Aguirre fue presentado en abril del 2009 como técnico y salvador de la selección nacional me sentí aliviada, pues ya había probado ser razonablemente bueno en ese trabajo y tenía la credencial de haber dirigido en España, aunque las fricciones con el Kun Agüero lo hayan orillado a salir del Atlético de Madrid.
Aguirre vino con la etiqueta de "europeo", que tanto gusta y tranquiliza a los dirigentes de la Femexfut, pero al mismo tiempo, cercano a la afición: "Les puedo asegurar que esta Selección se la va a rajar. Los mexicanos tenemos que salir todos los días a rajarnos la madre..." dijo, "sigo siendo el mismo wey de antes..."
Pero ahora, un año después, Aguirre sigue ha demostrado que tiene jefes y que como técnico, es muy buen amigo. En Torreón tuvo que llamar a Vuoso al Tri para asegurar la asistencia de la afición al estadio. En Charlotte llamó al Bofo exactamente por el mismo motivo, por ser un tipo popular. Y en la gran convocatoria preliminar con la que casi casi asegura que llegará a Sudáfrica llama... al Conejo Pérez, que ni está en un equipo popular, al menos para alegar taquilla, ni se distingue por ser un arquero efectivo, ni es joven, ágil y con hambre de consolidar una gran carrera, requisitos que, creo, serían factores a considerar en una selección nacional.
Y lo único que pasa es que Aguirre pierde credibilidad, y el Tri, las esperanzas de hacer un buen papel en Sudáfrica. Sólo nos faltan Guille Franco y súper Nery Castillo para completar el elenco... de una fiesta de cumpleaños del buen Vasco. Lástima.
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