Jorge Lozano
MexsportLozano intentó, pero no pudo ante Canadá

MÉXICO -- Sí lo sé, la sede de la Copa Davis fue Metepec, aunque el espectáculo hace pensar en Metepé.

Porque bastó un solo jugador canadiense para vencer al equipo mexicano; porque los dos mejores tenistas mexicanos no estuvieron presentes; porque el capitán mexicano hace lo que puede con lo que tiene y busca algo bueno en la derrota; porque en este lugar el internet corre a velocidad de conexión telefónica; porque había más stands con venta de bebidas alcohólicas que artículos deportivos (de hecho no había); porque el público merece mención aparte.

"Oiga mi´jo, pero si ayer me dejaban pasar cada que llegaba... háblele a aquel pelado que me conoce", exigía un hombre de gran sombrero a los elementos de seguridad, para que lo dejaran entrar a mitad del punto con el servicio de Raonic.

Otro aficionado, más "consciente" le exigía que los dejara entrar: "de cuatro en cuatro... y ni cuenta se darán".

Se extrañó el capitalino club Chapultepec, considerado por los puristas la catedral del tenis mexicano, con su estadio pequeño pero en el que han jugado todas las glorias del tenis mexicano. Y sobre todo, con su público que no se pelea con los elementos de seguridad cuando tienen que esperar a que termine el punto para pasar a su sitio, ni intenta entrar el domingo con boletos del viernes.

Pero lo que más se extraña es tener un equipo mexicano triunfador, un equipo que pudiera enfrentarse a los mejores del mundo, como Boris Becker o Jim Courier. Se extrañó tener jugadores como lo era el propio Lozano que era un hombre sólido y muy efectivo sobre todo en el dobles.

La nostalgia aparece cuando se piensa en jugadores como Leo Lavalle, que luego de su brillante trayectoria en juveniles no volvió a destacar en el circuito ATP, pero que cuando llegaba una serie Copa Davis se preparaba de tal forma que era capaz de vencer a cualquiera.

O un Alejandro Hernández, el máximo ganador mexicano en juegos de individuales en la Davis, y ni hablar de los tiempos de Raúl Ramírez.

Ahora la raqueta número uno de México llega con un ranking de 429. Un Daniel Garza que logró el primer punto pero que ante Milos Raonic perdió mas tiempo discutiendo que buscando concentrarse en su juego.

De los primeros sembrados de México, Santiago Fernández está peleado con la Federación y César Ramírez lesionado.

Pero no sólo se extrañó tener buenos tenistas, también hubo nostalgia por tener condiciones para trabajar, pues en este lugar el modem de internet lo conectan en una extensión del conmutador, de acuerdo a lo que dijo el propio jefe de prensa, y cada vez que entraba una llamada al club se caía la red.

Y ni hablar de la seguridad, pues en plena sala de conferencias robaron a un fotógrafo de una agencia internacional y se llevaron un equipo fotográfico valuado en 200,000 pesos.

Después de tres días la Copa Davis en Metepé deja un saldo negativo, el principal, en lo deportivo porque ahora el equipo tricolor a lo único que pueda aspirar es a quedarse en el Grupo Uno de la Zona Americana, que a fin de cuentas es la segunda división.


GettyLos aficionados mexicanos se colocaron entre los 10 de mayores consumos

MÉXICO -- La cruda mundialista no ha terminado, al menos para cientos de mexicanos que durante la Copa de Sudáfrica 2010 gastaron con sus tarjetas de crédito y que al menos en los gastos que realizaron con Visa colocaron a los aficionados del Tri en el noveno lugar mundial en consumo.

GettyAhora vendrá la cruda de pagar las deudas

De acuerdo con la información de Visa proporcionada por su agencia de Comunicación Corporativa, los mexicanos gastaron entre el 1 de junio y el 11 de julio un total de 7.53 millones de dólares, colocándose en el top ten.

Estos números contrastan con los 131,000 dólares que los mexicanos gastaron en Sudáfrica en el mismo período durante 2009.

De acuerdo con la información proporcionada por la Agencia Burson-Marsteller México, el consumo de los visitantes internacionales con tarjetas Visa en Sudáfrica fue superior a los 312 millones de dólares, lo cual representó un incremento del 70% con respecto al 2009, cuando se gastaron 184 millones de dólares.

El país que registró el mayor consumo con las tarjetas Visa fue Estados Unidos, con un total de 59.45 millones de dólares; muy cerca de los ingleses con 59.40 millones de dólares.

Los siguientes países en el consumo fueron Australia con 14.8 millones de dólares; Brasil con 13.4; Francia con 10.8; Alemania con 9.2.

Llama la atención que el sexto país con mayor consumo fue Canadá, que pese a no tener selección en la Copa Mundial tuvo un consumo de 8.8 millones, seguido por Mozambique con 8.1 milllones de dólares.

En la novena posición se ubicó México con sus 7.53 millones de dólares; y cierra el top ten con Botswana con 7.47.

Los rubros en donde se registraron los mayores consumo fueron en las áreas de ocio, viajes con negocio, traslados, arrendadoras de autos y aerolíneas.
GettyEl Soccer City fue uno de los rostros de Sudáfrica

JOHANNESBURGO -- Justo cuando empezaba a comprender el trazado de esta ciudad tengo que recorrerla por última vez rumbo al Tambo, como se conoce el aeropuerto internacional de Johannesburgo, después de casi mes y medio de haber vivido una experiencia difícil de describir, dentro y sobre todo fuera de las canchas.

Porque la Copa Mundial es mucho más de lo que pasa en torno a un balón. Jabulani fue como una especie de dios en torno al cual se rindió el fútbol, pero Sudáfrica dejó al mundo una imagen muy diferente a la que habían vendido algunos medios de comunicación antes del arribo.

Sudáfrica y en especial Johannesburgo eran catalogados de alto riesgo, por ello algunas empresas prohibieron a sus empleados rentar autos y moverse por su cuenta, pues los riesgos eran elevados.

Y sí, al cerrar el Mundial se puede hablar de muchos robos, incluyendo algunos mexicanos y lo más lamentable es que fue dentro de la sala de prensa de Soccer City en donde les robaron el equipo fotográfico.

A muchos otros les abrieron el auto o les forzaron los candados de los lockers. Pero sin duda que los temas más extraños ocurrieron dentro de la cancha, con algunos fotógrafos que instalaban su equipo y después iban hacia el centro del campo para hacer la foto de los equipos, pero cuando regresaban a su lugar ya les habían robado las laptops o cámaras... y por mucho que se acuse a Sudáfrica, no era su gente la que estaba en la cancha.

Desafortunadamente en este mes se quedaron tantas cosas pendientes por escribir, pues los traslados de un lado a otro no siempre eran rápidos y cuando llegabas de una ciudad a otra, o del estadio al hotel, ya tenías mil cosas que hacer que no daba tiempo para poner los temas que algunos consideran triviales y que yo creo firmemente que sin ellos no existiría un Mundial.

GettySoweto tiene espacio para todos

Porque Sudáfrica 2010 no podría haber sido lo que fue sin sus raíces y sin Nelson Mandela.

Sudáfrica no podría haber sido si el preso número 46664 de Robben Island no lo hubiera soñado en esa celda de dos metros cuadrados, mientras se repetía mil veces que algún día abandonaría Esquithini, como definen los xhosa, la tribu de Madiba, este sitio de castigo ubicado en Ciudad del Cabo.

En esa prisión Mandela soñó con ver una África unida, soñó con repetir la hazaña de Autshumao, recluído en Esquithini por los holandeses y que logró escapar en 1638 en un bote de remos, como relató el propio Madiba en una de sus cartas.

Aquí pensó que un día el deporte podría ayudarle a tener una nación arcoiris, en donde convivieran las diferentes razas. La primera parte la consiguió, logró unir a todo el mundo en torno a Sudáfrica, pero internamente su país sigue dividido, ya no por sus leyes, pero sí por su herencia, por sus tradiciones y sus costumbres.

Pero Madiba cumplió su sueño de mostrar al Mundo un Sudáfrica diferente y que no podría haber sido lo mismo sin Soweto, el barrio marginal más conocido quizá del mundo y que se convirtió en una especie de paseo turístico y, hasta donde yo sé, nadie fue asaltado en esta zona de alto riesgo.

Sudáfrica 2010 no habría podido existir sin el calor de sus pobladores, que son capaces de ofrecerte su casa para alojarte y te abren sus cocinas para que pruebes sus alimentos.

Porque esta Copa Mundial no habría podido ser sin sus estadios. Escenarios modernos e impresionantes que tuvieron excelentes entradas y que ahora, más de uno está en duda sobre qué uso se le dará en el futuro.

Tampoco podría haber existido esta Copa Mundial sin su hotelería, con cobros excesivos, pero simplemente fue la ley de oferta y demanda. Demasiada gente llegando a Sudáfrica y siempre había alguien dispuesto a pagar más por la misma habitación.

Sudáfrica también ofreció una infraestructura carretera contrastante, pues por un lado tenía autopistas de seis carriles, y después se convertían en brechas en donde una noche oscura podías encontrar un autobús atravesado y el conductor advirtiéndote que no siguieras de frente porque gente de algún barrio marginal estaba lanzando piedras a los autos y prendiéndoles fuego.

Porque tampoco se puede negar que en este país existen contrastes bizarros. Pues en sus calles ví a los autos más caros del mundo y a unos kilómetros encontrarás los barrios marginales más impresionantes con miles de personas viviendo en construcciones abandonadas, entre cerros de basura, o un poco más en la orilla de Joburg encontrarás "townships" en donde cada casa de cartón ocupa dos metros cuadrados y en las noches verás a los habitantes sentados frente a fogatas buscando calentarse.

Y esas fogatas es algo que tampoco se puede olvidar pues debido a esas quemas y a los interminables incendios de los pastizales, que me tocó ver todos los días, Johannesburgo se ha convertido en uno de los sitios con mayores índices de contaminación. De hecho al llegar el 6 de junio fue lo que más me llamó la atención a lo lejos, pues la ciudad se veía cubierta por una enorme nube café de contaminación.

Sí, ya sé no he hablado de fútbol y no es descuido. Ya hablé en su momento del triunfo de España, de la alegría de ver a Uruguay poner en alto el continente, pero sobre todo, ya dije cómo cambió la Copa cuando terminó la esperanza de ver a un Tri que tenía la calidad para poder vencer a cada uno de sus rivales, pero no tenía la confianza para obtener el triunfo.

Las primeras semanas fueron de seguir día a día el equipo de Javier Aguirre, de ir diario a ver los ridículos 15 minutos de calentamiento y de intentar descubrir el hilo negro, pero la realidad es que el Vasco se casó con sus ideas, inventó alineaciones que sólo la mente de Mario Carrillo pensó que podrían funcionar y al final la historia fue la misma, perdieron jugando mejor que el rival y terminaron con la esperanzas de todo, pero prometen que ya están trabajando para que en Brasil 2014 México sí alcance el quinto partido... La verdad ya no les creo.

GettyLa esencia de Sudáfrica en el medio de una cancha de fútbol

JOHANNESBURGO -- Sudáfrica quedó a deber en la apertura de su Copa Mundial, pero en la Clausura fue el mundo el que debió descubrirse ante un continente que regresó a sus raíces para, en apenas 28 minutos, sorprender con una ceremonia sencilla pero que no necesitaba nada más para conmover al mundo que la presencia de Nelson Mandela.

Sentado sobre un carro de golf, Madiba cerró la ceremonia de clausura que en realidad no debería llamarse así, pues es ilógico clausurar un evento cuando faltaba el plato principal: el partido por la final.

GettyMadiba unió al Soccer City

Vestido totalmente de negro, con un gran abrigo y un enorme gorro de piel, este hombre de 92 años que luchó por terminar con el apartheid recibió el aplauso de pie de todo el estadio mientras daba vuelta en la cancha de Soccer City.

Por un momento se escuchó el grito de Madiba, pero fue demasiado tímido y se extinguió rápidamente, pero lo que no podrá extinguirse es la sonrisa de este hombre que cambió la historia de este país y que se convirtió en un símbolo en la lucha interracial, que salió de la cárcel para convertirse en presidente y que logró abolir el apartheid de las leyes, aunque siga vigente en las mentes de los sudafricanos.

La visita de Madiba al fútbol duró menos de dos minutos, pero dejó una imagen de unidad que quisieran mantener los presidentes de las naciones africanas reunidas en el palco del presidente sudafricano Jacob Zuma, quien por cierto las dos veces que bajó a la cancha al lado de Joseph Blatter, se llevó disimulados abucheos.

Aunque más allá de política, Sudáfrica cerró su Mundial con una ceremonia brillante, llena de colorido y sobre todo de ritmos y bailes, coronados por la colombiana Shakira, que vestida por Roberto Cavalli con un top de colores brillantes con motivos tribales y una falda que combinaba un deshilachado con un animal print, intentaba parecer africana.

Durante todo el mes se escuchó en cada estadio el Waka Waka, pero fue distinto escucharlo con su autora, verla bailarlo y ver a todo un estadio corear por última vez el tema que día y noche se escuchaba por todas partes en las ciudades sudafricanas.

GettyUn último Waka Waka

Shakira abrió el espectáculo, pero no llevó el papel principal en una ceremonia en donde brillaron las proyecciones desde la parte alta del estadio a una enorme lona blanca instalada sobre la cancha de Soccer City, en donde los únicos invitados eran bailarines y una manada de elefantes africanos fabricados de hule espuma, que lucían brillantes y amarillos caminando en torno a la proyección de un lago.

La ceremonia se convirtió en un homenaje a las mujeres africanas, quienes han sufrido como pocas los problemas sociales y que sin embargo nunca han perdido la sonrisa y cada día se levantan bailando y compartiendo sus ritmos con el mundo.

Por primera vez durante el mes, se pudo estar en un estadio sin escuchar las vuvuzelas, pues al menos durante la ceremonia de clausura estos instrumentos casi de tortura apagaron sus alaridos para permitir escuchar la música.

Esta noche África le dio la oportunidad a sus músicos de mostrarse al mundo, pues Shakira era la única cantante internacional en una ceremonia en donde también brillaron Ladysmith, Black Mambazo, JOZI, Stoan Seate, Slikour, Zuluboy, Abigail Kubeka, Theo Kgosinkwe y Nianell.

Además tuvieron participación otros africanos, como el flautista Wouter, el nigeriano 2Face, el ghanés Samini y el grupo de música tradicional sudafricana Ihashi Elimhlophe.

Sudáfrica se despidió bajo las luces y su música con una ceremonia que se estima fue vista en 215 países en vivo y que debió tener una audiencia cercana a los 500 millones de espectadores, quienes pudieron ver de qué forma este país les dijo adiós luego de un mes de compartir sus secretos y de girar rápidamente al ritmo del Jabulani.

APLos españoles ondean orgullosos su bandera

JOHANNESBURGO -- Parecían superados, al menos en los primeros minutos en que Soccer City abrió sus puertas, pero lo cierto es que los aficionados españoles llegaron por el norte y de principio no se les veía en la zona comercial del mayor estadio de Sudáfrica.

Pero es que los seguidores de la Furia Roja no se quedaron en la parte exterior del escenario, ni se fueron en masa sobre la venta de cerveza, como los holandeses que cargaban enormes charolas de cerveza.

"Búscalos adentro", me comentó una española, al preguntarle por sus compatriotas y mientras firmaba una de las enormes pelotas que se instalaron en la zona comercial para los aficionados.

Los españoles se veían de a puños. Pero no por eso eran menos alegres.

Vestidos como toreros, como manolas, caminaban tranquilos mientras cantaban alguna jota sevillana y gritaban el "que Viva España".

ESPNdeportes.comTodos estuvieron aquí

La tarde cayó sobre Soccer City mientras los seguidores de la Furia Roja eran superados en número y en cánticos, pero eso sólo ocurría en la parte sur del estadio, en donde los holandeses se había apoderado de la zona, aunque en realidad los rivales rojos ya estaban tomando las tribunas naranjas del Soccer City.

Porque quizá sea una ironía o una broma del destino, pero los constructores de Soccer City decidieron que todas las tribunas del moderno y funcional estadio serían naranja, así que Holanda jugaría como en casa.

Pero eso si los españoles lo permitían, pues adentro ya se escuchaba el Bombo de Manolo y los cantos españoles, alentados al calor de la bota con vino tinto.

La Furia Roja tuvo un arribo discreto aunque más bien fue cauteloso, pero en la cancha España no podrá ser cauteloso porque un error podría costarles la corona.

Holanda ganó la primera batalla en Soccer City. Sus seguidores se quedaron con la zona comercial y con todos los expendios de cerveza, pero adentro los españoles ya estaban en su sitio, listos para enfrentar la batalla que podría darles la primera copa mundial en 80 años de historia.

GettyEl Jabulani logró la unidad en un Continente marcado por sus diferencias históricas

JOHANNESBURGO -- No fue su religión, ni sus problemas políticos o sociales lo que los unió. Finalmente el Continente Africano se unirá la tarde del 11 de julio de 2010, cantará con una sola voz y bailará en torno a Jabulani.

No serán sus raíces, sino su pasión por el fútbol lo que provocará que la noche del domingo en Soccer City se reunan los presidentes de 15 naciones africanas, sin ningún motivo político, sin presión alguna, simplemente por el placer de ver a Holanda y España buscando levantar la Copa FIFA.

Jacob Suma, presidente de Sudáfrica, será el anfitrión una tarde en la que estarán bajo el mismo techo líderes políticos que en más de una ocasión han tenido diferencias.

"Las guerras constituyen la visión dominante que tenemos de África. No cabe duda de que nos habla de una realidad del continente. Así, países como Angola, Burundi, el Chad, Congo Brazzaville, Liberia, la República Democrática del Congo (antes Zaire), Ruanda, Sierra Leona, Somalia, Sudán, se han visto sacudidos por cruentas guerras civiles. Algunas han visto, incluso, derrumbarse sus instituciones estatales. Otros como el Chad, Costa de Marfil, Kenia, Nigeria o Uganda se han visto afectados por conflictos violentos de menor intensidad. Conflictos que sin duda tienen un coste terrible para las sociedades africanas en términos de vidas humanas", señaló Itziar Ruiz-Giménez Arrieta, profesora de Relaciones Internacionales y miembro del Grupo de Estudios Africanos de la Universidad Autónoma de Madrid en la revista Pueblos.

Pero el domingo esas guerras civiles y territoriales no tendrán cabida cuando estén sentados codo a codo los líderes de Botswana, de Burkina Faso, de Burundi, de la Unión de los Comoros, de Djibouti, de Ghana, de Guinea, de Kenya, de Lesotho, de Malawi, de Mozambique, de Swazilandia, de Zambia, de Zimbabue.

Una noche en que el Arzobispo Desmon Tutu, Premio Nobel de la Paz, sonreirá en la suite presidencial de Soccer City pensando que los pueblos africanos han encontrado la unidad.

Todos ellos reunidos en torno a un balón, porque ni siquiera la eventual asistencia de Nelson Mandela podría juntarlos. Madiba no estuvo presente en la inauguración, por el fallecimiento un día antes de su bisnieta, y existe la posibilidad de que sí esté en la clausura, quizá entregando la Copa, como la entregó en 1995 al capitán sudafricano Francoise Pienaar, cuando los Springboks se coronaron campeones mundiales de rugby en un momento que marcó la historia de este país.

La historia de los Springboks llegó a las pantallas del cine con la actuación de Morgan Freeman interpretando a Nelson Mandela y también aparece en la lista de los invitados confirmados.

GettyShakira lista para cantar en la ceremonia de Clausura

El fútbol en Africa es cuestión de estado, pero también de monarquías, pues estarán frente a frente la Casa Real de España, representada por la Reina Sofía, junto con el Príncipe Felipe y la Princesa Letizia; "enfrentándose" a la Casa Real Holandesa con su Príncipe Willem-Alexander y la Princesa Máxima, quien por cierto es de origen argentino.

En cuestión de monarquías también Alberto de Mónaco llegará con Charlene Wittstock para alegría de los paparazzis que buscarán la mejor foto para la portada de las revistas de sociales y la prensa del corazón.

Y sin duda que más de uno buscará el momento exacto en el que Alberto de Mónaco se encuentre con la modelo Naomi Campbell, quienes en algún momento la prensa rosa aseguró que mantenían una relación.

La noche del 11 de julio del 2010 será también la noche en que Sudáfrica recibirá otras estrellas que no brillan pateando un balón, como el tenor Plácido Domingo, la colombiana Shakira y a su lado Rafael Nadal, otra pareja que la prensa del corazón ha ligado en más de una ocasión.

La lista de invitados es extensa, pero llama la atención saber si entre las personalidades del fútbol estará presente el presidente de la UEFA, Michel Platini, quien el viernes se desvaneció mientras cenaba en un exclusivo restaurante de Johannesburgo y pasó toda la noche en el hospital, de donde fue dado de alta el sábado y se aseguró que estaba estable y listo para ver la final entre dos naciones europeas que abrirán una nueva página en la historia de los campeones mundiales.

ESPNdeportes.comSudáfrica ofrece sorpresas a cada esquina y momentos inolvidables

JOHANNESBURGO -- Parado en medio de una oscura calle con piso de tierra, observando la noche pienso que a sólo dos calles de aquí empezó a escibirse la historia, quizá no la de todo el continente, pero sí es seguro que se trazó la nueva ruta de esta nación marcada por un antes y un después de Madiba.

Después de un mes finalmente pude conocer Soweto, el barrio marginal más representativo de Sudáfrica y fue en la noche, cuando este South Western Township es más impresionante. La visita llegó sin planearlo luego de un largo día que arrancó en Durban, que incluyó un pesado recorrido de siete horas en carretera, que se adornó con una puesta de sol en la llanura y que remató tomando una cerveza en un bar casero a dos calles de donde nació Nelson Mandela.

Después del largo viaje se antojaba descansar un poco, pero los compañeros de ESPN.com tenían planeado una cena en Soweto y como ya dije, era un lugar que tenía muchas ganas de conocer, así que no lo pense dos veces.

Soweto se encuentra en la parte sur de Johannesburgo, frente a Soccer City en donde he estado gran parte de este mes, pero siempre salí de la autopista hacia la izquierda y nunca crucé a la derecha para adentrarme en este barrio, que más bien es una ciudad histórica.

Fue aquí en donde en el 16 de junio de 1976 ocurrió el peor incidente en la historia del apartheid, cuando la policía reprimió a manifestantes que peleaban para que la educación no se impartiera únicamente en afrikáans, una lengua que la mayoría de la población no dominaba y pese a la protesta pacífica hubo un saldo de 575 muertos.

Soweto siempre se distinguió por encabezar la lucha contra el apartheid y cómo no, si de aquí surgió Madiba, quien vivió en el 8115 de Vilakazi, en la esquina con Ngakane.

Llegar a Soweto es encontrarte con la historia de este maravilloso país, y además cononocer sus sabores en el Wandie´s, un lugar típico ubicado en el corazón de esta ciudad en la cual nadie sabe cuánta gente vive, pues en el último censo de población en Sudáfrica no se pudo contar a los habitantes de este sitio.

De acuerdo al censo de 2001, en Johannesburgo y sus zonas cercanas la población ronda los siete millone de habitantes. De acuerdo con estimaciones del gobierno, dentro de Soweto podrían vivir unos cinco millones pero todo se queda en "probablemente".

Adentrarme en esta ciudad era algo esperado. Pasar por calles angostas, la mayoría sin iluminación pero eso sí con mucho tránsito y además, no importa que el barrio sea pobre, pues en la puerta de algunas casa se pueden ver los BMW.

Desde afuera es difícil descubrir en donde está el Wandie´s, pues es una casa sin anuncios, ubicada al fondo de una calle angosta. Pero adentro es un restaurant de largas mesas y al fondo aparece un bufete sudafricano que incluye platos indios, como los dumplings, el mogodu, y el ting, además de la pap y umqusho. Pero no me pregunten qué son, porque todos lucían similares, carne de cordero o de res en salsas que no pican.

La comida era buena pero lo mejor estaba por venir al abandonar el lugar, pues a mis compañeros se les ocurrió que era buen momento para buscar una cerveza. Yo pensé que iríamos hasta la seguridad del hotel en Joburg, pero fue grande mi sonrisa al descubrir que nuestro conductor platicaba con los policías pidiendo referencias de algún bar en la zona.

Y fue mayor la sorpresa cuando los policías se ofrecieron a escoltarnos, guiándonos por varias calles la mayoría sin pavimento, hasta quedar frente a una casa de rejas metálicas y decirnos que ahí era el mejor lugar.

Mientras nos bajábamos de la van los policías ya habían llamado a los dueños del New Spot, un bar que abre los fines de semana y que este jueves estaba cerrado. Pero sin pensarlo dos veces los propietarios decidieron abrir para atendernos.

ESPNdeportes.comPromise se despide después de recibirnos en su bar

El New Spot es un lugar pequeño con unas cuantas mesas y manteles rojos. Un lugar en el que nunca antes había estado un mexicano, un argentino, un inglés, dos canadienses, tres estadounidenses y sobre todo, un afrikaans.

La dueña resultó ser una mujer tan amable que lo primero que hizo, después de servirnos cervezas y poner platones con papas fritas fue sacar su teléfono celular para tomarse fotos.

En la historia del New Spot sólo había llegado un grupo de alemanes en esta misma semana, pero sólo llegaron, tomaron cerveza y se marcharon.

Esta noche la sonriente Tsipiso no podía creer que en su bar estuvieran tantos extranjeros.

"Mi nombre en zulu significa Promise, así me llamo ahora", me explicó la feliz Tsipiso mientras me explicaba que los fines de semana su lugar de apenas unos 25 metros cuadrados está a toda su capacidad.

"Tenemos lugar afuera pero todos quieren estar aquí adentro, están codo a codo", me explica y me pregunta cómo llegamos hasta su lugar en el corazón de Soweto.

La visita al New Spot no dura mucho. Si acaso en lo que se consumen las cervezas, aunque cuando apenas las habían servido se fue la luz y nunca regresó, poniéndole más emoción a la visita a Soweto.

La velada terminó con luces de emergencia y la visita a conocer su casa. Y después la siempre sonriente Promise nos acompañó hasta la camioneta en donde, por cierto, también seguían esperando los policías con su patrulla, porque, aunque a dos calles de aqui vivió Mandela, tampoco se trata de tentar a la suerte, ya que es un hecho que Soweto sigue siendo uno de los sitios más peligrosos de Sudáfrica, especialmente para turistas.

Promise nos despide en la calle de tierra, con una sonrisa que compensa la falta de luz en estas calles y confirmó que la calidad humana de esta gente nunca debió negarse simplemente por el tono de su piel.

ESPNdeportes.comSoccer City será el último escenario mundialista en apagar sus luces

JOHANNESBURGO -- Cubrir una Copa Mundial es como meterse de lleno en un romance apasionado. Primero arrancas con el entusiasmo a tope, ves todo lindo y pones de tu parte para que sea el mejor; después pasas a la apatía en donde todo lo ves igual y ya lo único que quieres es que termine; y finalmente cuando termina te das cuenta que fue lo mejor que te ha pasado pero ya no hay vuelta de hoja.

Así ocurre con la mayoría de los que cubrimos un Mundial, unos Juegos Olímpicos o cualquier competencia deportiva que implique estar en un lugar ajeno por varias semanas.

La llegada al evento siempre será increíble. Bajas del avión con el ánimo a tope, queriendo comerte el Mundial de un bocado. Todos se ve increíble, usualmente es una nueva cultura, nuevas comidas, nuevos aromas, todo es brillante y los voluntarios son felices de recibirte.

Y pongo énfasis en los voluntarios porque son ellos quienes hacen los eventos. Ellos llegan de todas partes del mundo, llenan formatos con los comités organizadores, ofreciéndose a ayudar a todos los visitantes en al menos dos idiomas. A cambio, sólo obtendrán acceso a algunos escenarios y un uniforme que deberán cuidar porque va a ser como su segunda piel durante todo el tiempo que dure la competencia.

Los primeros días los voluntarios jamás te niegan una sonrisa, pero poco a poco su gesto se va transformando. Día a día enfrentan infinidad de situaciones que van mermando su ánimo y al igual que los representantes de los medios, pasan a a la segunda etapa del noviazgo en donde lo único que queda es la costumbre, la obligación y el día a día se enfrenta con la esperanza de que esto ya va a terminar.

ESPNdeportes.comPolokwane se recordará por su estadio en medio de la nada

Esa etapa es en donde el cansancio se acumula y es fácil perder la calma exigiendo el mejor trato, el tener la mejor entrevista, las copias fotostáticas más rápidas.

Y luego arranca la nostalgia. Esta noche en Durban me ha tocado cerrar otra sede de Sudáfrica 2010, y sin temor a equivocarme para mí este era el mejor escenario, un estadio hermoso, moderno, funcional que además tenía el ingrediente de ofrecer el mejor clima.

Ubicado frente al Oceano Índico, el estadio Moses Mabhida era el mejor de esta Copa Mundial, pues aunque quizá no es tan grande como Soccer City en Johannesburgo, tiene un diseño futurista con un arco que lo cruza y que visto desde el aire forma una flecha emulando la bandera sudafricana.

Esta noche se cerró otro escenario Sudafricano y queda preguntarse qué pasará con el Moses Mabhida, como también me lo he preguntado cuando vi apagarse las luces de otros escenarios, empezando por el mítico Ellis Park de Johannesburgo, un sitio en donde los aficionados del rugby siempre le pasaron la factura al soccer y se negaron a llenar sus palcos.

Ellis Park es un escenario con casi un siglo de historia, con sus remodelaciones y reconstrucciones. Pero al final de todo cerró sus puertas y de inmediato el rugby volvió a reinar en este campo.

También vi cerrarse el Peter Mokaba de Polokwane, una moderna instalación construida en la mitad de la nada y que la verdad no extrañaré, pues aunque ahí México venció a Francia, fue el lugar en donde se registró el récord de temperatura más baja, con menos 10 centígrados.

Otro escenario con futuro incierto será el Royal Bafokeng, de Rustenburg. También ubicado en una ciudad con tan pocos habitantes que parece increíble que algún día vuelva a tener una buena entrada.

Y también estuve presente en el cierre del Loftus Versfel de Pretoria, después de que Paraguay venció a Japón, y todavía no terminaban las entrevistas en la zona mixta y en la sala de prensa un ejército ya desmontaba las pantallas.

Desafortunadamente no pude estar en Ciudad del Cabo con su impresionante estadio Green Point, que proyectaba una imponente luz al cielo.

Tampoco fui a Bloemfontein a conocer el Free State; ni a Nelspruit y su Mbombela. Lástima, porque tampoco podré ir el sábado a Port Elizabeth a conocer el estadio Nelson Mandela Bay.

Así que a cuatro días de la final ya sólo espero para apagar la luz el domingo en Soccer City, y cuando se quede en la penumbra seguró lamentaré por no haber aprovechado al máximo cada momento, pero ya no habrá vuelta de hoja porque este romance habrá terminado

ESPNdeportes.comRumbo a Durban puedes encontrar hasta gacelas doradas para algún palacio morisco

JOHANNESBURGO -- Que rápido pasó el tiempo y ya casi ni recuerdo mi primera noche en Joburg. Perdido en el frío y desesperado por ir a acreditarme no tuve otra opción que pedir un taxi, pese a las estrictas medidas de seguridad que nos había impuesto ESPN.

Aquella primera salida del hotel ubicado totalmente al norte de la ciudad era una aventura africana que a fin de cuentas resultó demasiado civilizada. Un sonriente conductor de taxi me llevó hasta Soccer City y "solamente" me cobró 80 dólares, por el servicio en su Mercedes Benz.

No pude acreditarme. Eso ya lo platiqué en otro post pero finalmente la gente de ESPN sí me llamó la atención por tomar taxis y romper el manual de seguridad.

Después del regaño me anunciaron que el lunes tendría una camioneta para mí: "Llama temprano a "yandelanga", él será tu conductor".

La verdad por el nombre pensé que mi conductor sería alguna especie de guerrero zulu. Pero no. Jen De Lenge resultó ser un sonriente afrikan, con el que me he encontrado varias veces durante este mes, en diferentes recorridos.

Esta tarde el sonriente "yandelanga" fue nuevamente mi conductor de Joburg hacia Durban para ir a la semifinal España-Alemania y el camino fue largo, pues si algún piensas viajar con un afrikan sabrás que se siguen todas las reglas, empezando porque a las tres horas de recorrido el GPS marcó que era tiempo de descansar y sin pensarlo dos veces nos detuvimos media hora en una gasolinera rodeada por varios restaurantes para "descansar".

El trayecto de 600 kilómetros se hizo largo porque tuvimos que detenernos tres veces, entre descansos y cargas de gasolina (que no entran en el rubro de descansos) pero finalmente llegamos a Durban, conocida como el Miami africano y al menos por lo poco que he alcanzado a ver, tienen toda la razón.

Durban es un sitio a la orilla del Oceano Índico, con un delicioso clima templado pese a estar en invierno. Además es de las pocas ciudades en Sudáfrica en donde existe la población mestiza, pues aunque existe una minoría del dos por ciento, al menos se registra en los censos de este lugar una mayoría negra y con el 20% de su población de origen asiático y otra minoría blanca de apenas el nueve por ciento.

ESPNdeportes.comEste paisaje no es de los Alpes, es de África

Lo más irónico es que de acuerdo a algunos portales de internet, Durban es una de las cinco ciudades más peligrosas del mundo para vacacionar. La verdad, creo que menosprecian otros lugares y no quisiera dar nombres, pero en Durban, como en cualquier otro país, la llegada de turistas con dólares siempre será un imán para ladrones.

La ciudad luce exageradamente limpia, al grado que vi al guardia de seguridad apostado afuera del hotel recogiendo cada una de las colillas de cigarro tiradas en la acera.

De hecho, la primera sorpresa me la llevé al llegar al hotel Pavillion pues efectivamente me recordó Miami Beach. Su fachada era la imagen del distrito Art Deco, afortunadamente los precios son moderados.

Esta noche Durban luce muy tranquila, pues todos están viendo la primera semifinal de esta Copa 2010 y festejando con Holanda, pero ya mañana podremos ver si el Miami sudafricano baila a ritmo de la Furia Roja y el vino de la Rioja, o adelantan el Oktoberfest frente a las costas del océano índico.

APNo todas las limusinas son tan costosas para viajar en Johannesburgo

JOHANNESBURGO -- A una semana del partido final de Sudáfrica 2010 en Soccer City quedan varias opciones para emplear el tiempo. Una es viajar a Durban para la semifinal España-Alemania y otra sería ahorrar hasta el último centavo para llegar a la final en una limusina Maybach.

Porque la Copa Mundial tiene muchos records y no todos salen desde la cancha, algunos son tan extraños como el saber que en Johannesburgo se puede romper el récord de la renta más cara de un auto para ir un estadio, el Maybach Zeppelin que sería la envidia incluso de Joseph Blatter y por el que pagarías 40,000 rands, unos 6,000 dólares por un par de horas.

El único problema es que no te garantizan un pase de estacionamiento oficial, así que a menos que seas amigo de algún funcionario de FIFA más vale pensarlo dos veces antes de rentarla o la policía sudafricana no te dejará acercarse a Soccer City y al final tendrás que caminar como cualquiera que deja su auto en Soweto.

Pero esta Copa Mundial guarda otras batallas que también han ocurrido fuera de la cancha y en las cuales FIFA ha salido perdiendo.

El organismo emprendió una cacería impresionante contra la piratería y las marcas que compiten con sus patrocinadores oficiales.

De esta forma bloqueó que cualquier marca pueda poner publicidad en sitios cercanos a los estadios, para protección de sus marcas oficiales. Una conocida marca de ropa deportiva tuvo que recurrir a rentar un edificio en el centro de Joburg en donde proyecta la imagen de su marca.

GettyPor culpa de FIFA no se les volvió a ver

Otra batalla la libró contra las cerveceras, para cuidar a su patrocinador Budweiser. La protección llegó a tal grado que en el primer partido de Holanda. la FIFA mandó a la policía a sacar de la tribuna a 36 holandesas que vestían un diminuto y entallado vestido naranja de lycra, argumentando que hacían publicidad a la Cervecera Bavaria, de Holanda.

Las 36 holandesas fueron fichadas como criminales y más de una abandonó este país temiendo ser encarceladas y el resto no volvió a usar el vestido, pero al final la FIFA le dio publicidad gratis a la cervecera holandesa.

Sin embargo el poder Joseph Blatter no ayuda a que Budweiser aumente sus ventas en este país, pues la marca estadounidense sólo tiene el monopolio dentro de los estadios.

A diferencia de Europa, en Sudáfrica sí se vende cerveza durante los partidos y desde el primer día le llamo la atención que todos subían con su botella a la tribuna, sin embargo las botellas cafés son de plástico y tal livianas que cuando están vacías no se pueden lanzar más allá de dos o tres metros.

Pero las botellas de plástico no le sirvieron a Budweiser para aumentar sus ventas en las calles, pues fuera del territorio FIFA ha perdido las batalla contra las marcas sudafricanas, como la Castel, la Amstel o la Black Label.

Mientas una Bud se consigue en unos 30 a 40 rands, unos 4 a 6 dólares, las cervezas locales cuestan entre dos y tres dólares y las cerveceras sudafricanas han anunciado que durante el Mundial estiman vender 30 millones de botellas y latas.

ESPNdeportes.comEl león, la leona y el búfalo africano están listos para ser enviados a México

JOHANNESBURGO -- He visto mucha gente sonreir en Sudáfrica, pero ninguna sonrisa fue tan amplia como la de Samuelson, un vendedor que me atendió en un mercado africano rumbo a Rustemburg, cuando escuchó que era mexicano.

--"Bienvenido Messico"--, me dijo feliz y no era para menos, pues la semana previa había realizado la mejor venta de su vida y fue precisamente con un mexicano, quien pagó casi medio millón de rands, unos 70 mil dólares en unos minutos.

En realidad yo sólo pensaba regatear por algunos collares y otras baratijas, nada comparado con lo que me iban a mostrar.

--"Ven, te enseño--, agregó el vendedor mientras me pedía que lo acompañara a la parte posterior del enorme local en donde podías encontrar infinidad de artículos africanos desde tambores, hasta enormes máscaras, collares, pulseras, fundas para cojines, y mil cosas más, algunas tan inútiles como lo que me mostraría más tarde.

La parte trasera del local era digna de mención, de unos 30 metros de ancho por 20 de fondo y en el que podías ver todas las paredes cubiertas por cabezas de animales africanos. La lista es interminable, desde impalas, ciervos, ñus, el famoso springbok que es el símbolo de Sudáfrica.

ESPNdeportes.comEl mercado de cabezas de caza sigue vigente

En realidad necesitaría una enciclopedia de la fauna africana para poder identificar a todos. Pero había varios inconfundibles, como los grandes mamiferos.

"Este león se lo vendí a un mexicano"-- me mostró el orgulloso Samuelson. Pero la venta no paraba ahí, el león disecado de los 130,000 rands (unos 20,000 dólares) no era la única compra. Aquí debo confesar que dudé de la autenticidad de las piezas de caza. De hecho me asome a la boca y los colmillos si lucen naturales, mientras que toda la garganta estaba rellena con una pasta rojiza.

Junto al león, que estaba montado en una base con una gacela en los pies, estaba otra leona también en su base y a su lado una enorme cabeza de búfalo africano y si... Samuelson me decía orgulloso que las compró el mismo mexicano.

Pero el día de shopping no terminaba ahí. Del otro lado del enorme salón había una jirafa, bueno desde donde inicia el cuello y también tenía la etiqueta de "Ignacio, México".

La compra en total superó el medio millón de rands y quedó pagada por algún mexicano que la verdad prefiero no saber quién era, ni en dónde vive. Tampoco quise saber los detalles de a donde serán embarcados los animales, ni qué casas "adornarán".

La verdad me conformé con inventar que era amigo de ese mexicano y conseguí que en los dos collares y cinco llaveros me hicieran un descuento de 50 rands porque les convencí que muy pronto les enviaría a otro paisano para comprarles otros leones africanos.

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