A 24 horas para que expire el plazo para realizar cambios vía waivers en las Grandes Ligas, los Yankees de Nueva York adquirieron al jardinero Andrew McCutchen de los Gigantes de San Francisco.

McCutchen, Jugador Más Valioso de la Liga Nacional en el 2013, es aún un buen pelotero, aunque a sus casi 32 años parece haber entrado en la curva descendiente de su rendimiento.

En 130 partidos con los Gigantes dejó average de .255, con un promedio de embasamiento de .357 y slugging de .415.

Su cifra de jonrones anda por 15, la menor desde el 2010, con 55 carreras impulsadas.

¿Necesitaban realmente los Yankees añadir a un jardinero más? ¿No hubiera sido preferible reforzar el pitcheo, que ha estado tambaleante en las últimas semanas?

Si Nueva York sumó a McCutchen, eso significa una cosa muy preocupante: que el regreso de Aaron Judge tomará mucho más tiempo de lo imaginado.

El más reciente reporte, publicado el martes 28 de agosto, señalaba que Judge todavía no está listo para hacer swings.

El Juez dijo que el dolor en su muñeca está disminuyendo, pero todavía siente molestias al tacto al intentar algunos movimientos.

Hasta que no haya un progreso adicional, es imposible establecer un calendario para su regreso.

Judge ha estado fuera desde el 26 de julio, cuando recibió un pelotazo que le provocó una pequeña fractura.

¿Qué tal si no estará listo para los playoffs?

Entonces ahí entraría McCutchen en la ecuación, porque es un hombre con experiencia y buenos números en postemporadas, mientras que Shane Robinson, el hombre que el manager Aaron Boone ha estado usando como cuarto jardinero en la ausencia del Juez, no tiene nada que hacer en Grandes Ligas.

Colocar a Robinson en la alineación respondía a la necesidad de darle descanso, al menos a la defensiva, a Giancarlo Stanton, quien ha venido lidiando con problemas en el tendón de la corva de una de sus piernas.

Pero ahora que además de Judge, están fuera Didi Gregorius y Gary Sánchez, el equipo necesita mejorar su ofensiva, para lo cual McCutchen es mejor respuesta que Robinson, bateador de .143 en la temporada y de .221 de por vida.

La llegada de McCutchen significa que por primera vez en la historia de la franquicia, los Yankees suman en una misma temporada a dos MVP de la Liga Nacional, pues anteriormente, durante el invierno, habían adquirido a Stanton, ganador del premio en el 2017, de los Marlins de Miami.

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Cuando los entonces Marlins de Florida eligieron en la primera ronda del draft de 1999 a Josh Beckett, el entonces joven lanzador derecho pronunció una frase que lo perseguiría por el resto de su carrera.

"Los Marlins acaban de escoger a un futuro miembro del Salón de la Fama", fueron las palabras de Beckett, que en su momento fueron tomadas como una gracia de un joven impetuoso con ganas de comerse el mundo a los 19 años, pero que el tiempo se encargó de demostrar que desaprovechó una buena oportunidad para quedarse callado.

Y aunque dejó momentos memorables en sus 14 temporadas en las Mayores -- cómo olvidar su blanqueada a los Yankees de Nueva York en la Serie Mundial del 2003 -- al final sus números quizás ni le alcancen para el cinco por ciento necesario de los votos para mantenerse en lista después de su primer año de elegibilidad en Cooperstown.

A lo largo de la historia, cerca de 19 mil peloteros han debutado en las Grandes Ligas y apenas 3,300 consiguieron mantenerse diez o más campañas en activo.

Solamente 220 lograron entrar al Templo de los Inmortales por sus méritos en las Mayores, junto a 35 de las Ligas Negras y 62 managers, umpires y ejecutivos.

Y es que mantenerse en el tiempo y con un rendimiento extraordinario por tantos años es permitido sólo para unos pocos elegidos por los dioses del béisbol.

¿Cuántas veces no hemos visto peloteros que parecen destinados a la inmortalidad tras un debut extraordinario y un pico de carrera glorioso y de buenas a primeras se desvanecen en la nada?

¿Recuerdan a Daisuke Matsuzaka, con 33 victorias en sus dos primeras temporadas con Boston para convertirse de repente en uno de los lanzadores más bateados de todo el mundo hasta desaparecer del universo del béisbol en el 2014, con apenas 33 años?

Ahí está Andrew McCutchen, quien llevaba un paso ascendente y desde que se cortó las trenzas perdió su magia como Sansón.

Debutó en el 2009 con los Piratas de Pittsburgh y dos años después asistía al primero de sus cinco Juegos de Estrellas consecutivos.

En el 2013 resultó el Jugador Más Valioso de la Liga Nacional al llevarse todos menos dos votos y su nombre se incluía de manera obligada en cualquier discusión sobre los peloteros más completos en ambos circuitos.

En el 2016, a los 29 años de edad, sus números cayeron drásticamente y en esta campaña, cuando está a las puertas de convertirse por primera vez en agente libre, su rendimiento da ganas de llorar.

Su promedio, hasta los juegos del martes 23 de mayo, era de apenas .200, con lo que se ubicaba en el lugar número 171 en todas las Grandes Ligas.

Su promedio de embasamiento (OBP) era de apenas .271 y tenía menos jonrones (6) que otros 80 hombres.

Ahí está también el venezolano Pablo Sandoval, quien iba camino al estrellato con los Gigantes de San Francisco y de pronto tomó un atajo que torció su paso a la mediocridad.

Sandoval era uno de los preferidos de la fanaticada de la bahía, que adquiría una dimensión extraordinaria cuando el equipo llegaba a la postemporada, cuando de Kung Fu Panda se convertía en Supermán.

Pero los cambios de aire, de San Francisco a Boston, no le asentaron para nada y hoy los Medias Rojas deben estar lamentándose de haber pagado 95 millones de dólares por alguien que incluso tuvo que pasarse una campaña completa en las Menores.

Otro caso es el del dominicano Neftalí Féliz, Novato del Año con los Texas Rangers en el 2010, cuando impuso récord de juegos salvados para un debutante, con 40.

En la siguiente campaña rescató 32 juegos y cuando iba estableciéndose como uno de los mejores cerradores del béisbol, intentaron convertirlo en abridor, vinieron las lesiones y su estrella se esfumó como por arte de magia.

Ahí está, sobreviviendo, como un relevista más del montón con los Cerveceros de Milwaukee, a mil años-luz de aquel jovencito que lanzaba fuego hacia el plato.

Parecido le sucedió a Joba Chamberlain. Parecía que los Yankees habían descubierto al nuevo Mariano Rivera y lo llevaron con calma, sin apurarle su desarrollo, con un plan especial en su primera campaña.

"A ese lo quiero ver como abridor", fue la orden de Hal Steinbrenner, el dueño del equipo.

Y ahí comenzó el retroceso sin frenos de Chamberlain, de quien lo último que se supo es que había sido firmado por los Cerveceros con un contrato de liga menor, pero dejado en libertad antes de que concluyeran los entrenamientos primaverales.

Quizás el caso más significativo de estrellas apagadas de los últimos tiempos sea Ryan Howard, aquel portentoso primera base de los Filis de Filadelfia que ganó el Novato del Año en el 2005 y una temporada después se llevaba el MVP del viejo circuito.

Por seis campañas en fila superó los 30 cuadrangulares y las 100 impulsadas, con lo que enmascaraba su escandalosa cantidad de ponches.

Pero a partir del 2012 se desinfló como un globo pinchado y desde entonces, la única estadística que mantuvo alta fue la de abanicados.

A los Filis les pesó tanto el megacontrato que le dieron en el 2010 por 125 millones de dólares que prefirieron pagar diez millones de cancelación en el 2017 y dejarlo ir a la agencia libre.

Firmó pacto de liga menor con Atlanta, pero nunca fue llamado al equipo grande y un mes después los Bravos le dijeron adiós.

Aunque con una cuenta bancaria obesa, ahora es un paria sin trabajo en busca de una nueva oportunidad, renuente a aceptar que todo acabó ya.

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Como dijimos detalladamente a principios de esta semana, la clase de agentes libres del 2016 es extremádamente débil. Probablemente habrá pocos bates de impacto, pero se espera una escasez de pitcheo abridor, y el poder estelar en general estará muy por debajo del promedio. Esta dinámica podría impulsar el mercado de cambios y llevar a una de las temporada bajas más emocionantes que se haya visto; estamos hablando de jugadores Todos Estrellas y ex JMV con potencial de cambiar de equipos - nombres grandes tales como Chris Sale, José Fernandez, Andrew McCutchen y Ryan Braun. He aquí algunos de los más grandes:

Chris Sale, LHS, Medias Blancas de Chicago: Los Medias Blancas escucharon ofertas por Sale de casi todos los equipos en las mayores en la fecha límite de cambios directos. Además ellos pidieron algunos nombres importantes a cambio, tales como el jardinero central de los Medias Rojas Jackie Bradley Jr. y el receptor de los Yankees Gary Sánchez, de acuerdo con varias fuentes. Al final, los Medias Blancas decidieron mantener el equipo intacto, pero la mayoría de los expertos espera que ellos hagan una renovación en la temporada baja y que estén más dispuestos a cambiar a Sale. Dado lo limitado del mercado de agentes libres en cuanto a lanzadores abridores, Sale podría tener gran demanda, y muchos equipos contendientes tienen los prospectos o el talento joven en Grandes Ligas para intentar una corrida por él, incluyendo a los Yankees, Medias Rojas, Cardenales y Dodgers. José Fernández, RHS, Marlins de Miami: Los Marlins escucharon ofertas por Fernández en las reuniones invernales del año pasado, incluyendo conversaciones muy serias con los Diamondbacks de Arizona y los Dodgers de Los Angeles, pero ellos decidieron quedarse con él. Esta temporada baja, Fernández estará más cerca de la agencia libre, pero su valor de cambio nunca estará más alto. Los Marlins han hecho un gran trabajo controlando las entradas de Fernández - incluso aunque eso les haya costado algunos partidos esta temporada - y su gran modo de trabajo, su pasión y sus resultados lo convierten en un buen candidato para un equipo de mercado grande. El sistema de fincas de los Marlins es débil, al igual que su profundidad de Grandes Ligas, así que sospecho que muchos dentro de la organización están empujando para que Fernández sea cambiado. Dicho esto, cualquier potencial acuerdo tendría que ser aprobado por el dueño Jeffrey Loria, y no estamos seguros de que él lo permita, considerando las aspiraciones de playoffs de la organización en 2017.


Zack Greinke, RHS, Diamondbacks: Los Diamondbacks rechazaron a los Dodgers cuando L.A. llamó este verano intentando adquirir de vuelta a Greinke; ellos le dijeron a los equipos que no tienen ningún interés en cambiarlo. Sin embargo, si los dueños deciden hacer cambios dramáticos en la oficina central, una nueva administración tendría que considerar cambiar a Greinke y sacar de sus libros su contrato de más de $200 millones. Ese dinero podría ser utilizado para reconstruir la organización en muchas maneras diferentes y significativas.


Andrew McCutchen, CF, Piratas de Pittsburgh: Esta sería una movida poco popular en Pittsburgh, pero cambiar a McCutchen se ha convertido en una posibilidad real. Los Piratas piensan que su cotizado prospecto Aaron Meadows estará listo tan pronto como el año que viene, y ellos han discutido internamente la posibilidad de mover a su jardinero izquierdo Starling Marte al jardín central para poner a Meadows en el izquierdo. Una buena movida para McCutchen sería hacia los Dodgers, quienes podrían darle buen uso en el jardín izquierdo, donde estaría mejor posicionado en este punto de su carrera.


Ryan Braun, OF Cerveceros de Milwaukee: Los Cerveceros ya han discutido un cambio con los Dodgers que involucre enviar a Braun a Los Angeles por Yasiel Puig; esperen que esas discusiones se retomen en el invierno si Puig no tiene un gran final de temporada. Otros destinos potenciales incluyen los Azulejos (si Edwin Encarnación y José Bautista se van por la vía de la agencia libre); los Nacionales, quienes necesitarán reemplazar a Jayson Werth; y los Cardenales, de quienes no se esperan que ejerzan la opción del equipo sobre el jardinero izquierdo Matt Holliday.


Joey Votto, 1B Rojos de Cincinnati: Los Rojos están en modo completo de reconstrucción. Un cambio de Votto haría sentido - especialmente si ellos pueden conseguir un gran paquete de prospectos a cambio. Eso sería extremadamente difícil, considerando que todavía le quedan siete años y $192 millones en su contrato (con una opción del equipo para el 2024 por otros $20 millones - con una cláusula de salida por $7 millones). Incluso si su equipo no ejerce la opción, él jugaría los últimos dos años de contrato a los 38 y 39 años. Sin embargo, si los Rojos están dispuestos a asumir una cantidad importante de dinero en la parte final del contrato, ellos podrían encontrar a alguien dispuesto a hacer la transacción en los Azulejos o los vigilantes. Votto, nativo de Toronto, encajaría a perfección en la alineación de los Azulejos si ellos no firman de vuelta a Encarnación o Bautista. Su bate zurdo ayudaría a balancear mejor la parte media de la alineación, y él encajaría muy bien entre Josh Donaldson y Troy Tulowitzki en una alineación reconstruida para el 2017. Mientras tanto, los Vigilantes estarán cobrando el dinero del seguro por Prince Fielder, cuya carrera ha terminado, y su otro inicialista ahora mismo, Mitch Moreland, está pautado para convertirse en agente libre.


Carlos González, OF, Rockies de Colorado: González ha sido mencionado en rumores de cambios durante los últimos dos años, y eso no va a cambiar en esta temporada baja. Podría convertirse en agente libre al final de la temporada 2017, y no parece que haya conversaciones para una extensión de contrato ahora mismo entre los Rockies y él. Con la aparición del novato David Dahl y el continuo desarrollo de Charlie Blackmon, ambos jardineros, haría sentido de béisbol para los Rockies el cambiar a CarGo, especialmente si ellos logran conseguir un paquete de pitcheo como el que lograron por Tulowitzki hace un año.


José Quintana, LHS, Medias Blancas: Es poco probable que los Medias Blancas cambien a Sale y a Quintana, pero por lo menos uno de los dos se tiene que ir si esperan reconstruirse apropiadamente. Si ellos no logran el paquete de prospectos que ellos quieren por Sale, ellos podría decidir que la mejor oferta que logren por Sale sería lo suficientemente buena por Quintana; el equipo que intente conseguir a Sale podría terminar aceptando un cambio por Quintana. De cualquier modo, los equipos estarán haciendo fila por ambos, incluyendo los Yankees, Vigilantes, Astros, Medias Rojas, Cardenales y Dodgers.


Jake Odorizzi, RHS, Rays de Tampa Bay: Los Rays han mejorado su alineación al conseguir en cambio bates de poder como Steven Souza Jr., Corey Dickerson y Matt Duffy. Pero su trabajo está lejos de completarse; ellos necesitan uno o dos bateadores para el medio de su alineación. Salir de otro lanzador abridor mediante cambio no es algo ideal - ellos cambiaron a Matt Moore en la fecha límite de traspasos directos - pero podría ser la única forma realista de que los Rays, con presupuesto limitado, puedan armar una mejor alineación.

Todd Frazier, 3B Medias Rojas: Frazier será agente libre luego de la temporada 2017. A menos que los Medias Blancas decidan darle un contrato multianual, el cambiar a Frazier en esta temporada baja es la movida más lógica. Los Mets son un destino ideal para Frazier, ya que sería un reemplazo sólido para David Wright. Otro posible destino serían los Gigantes, quienes necesitan fortalecer su alineación con otro bate de poder.
¿Qué significa ser sobreestimado? Eso no significa necesariamente que el jugador sea malo, solo que no es tan bueno como muchos piensan. Así que al elaborar esta lista, traté de sopesar la percepción general de cómo es visto el jugador y como eso contrasta con su valor real en el terreno. Estoy seguro que no estarán de acuerdo con algunas de mis selecciones. Pero no tengo problemas con eso. Espero sus reacciones. (Nota: Los equipos están listados por el orden que están hoy en la tabla de posiciones).

Este LN

Nacionales de Washington -- Bryce Harper, RF. Miren, la temporada de Harper el año pasado fue histórica. Desde 1980, los únicos jugadores de posición en superar su WAR de 9.9 han sido Barry Bonds, Cal Ripken, Mike Trout, Robin Yount, Alex Rodríguez y Sammy Sosa. Sin embargo, no está ni cerca de igualar esos números este año, dejando en claro que su puesto No. 85 en nuestro ranking de todos los tiempos fue un poco prematuro.

Marlins de Miami -- Giancarlo Stanton, RF. Sus batazos monstruosos son dignos de observar, pero solo ha tenido una temporada en las últimas cuatro en las que ha podido mantenerse saludable y producir números que justifiquen su contrato de $300 millones. ¿Podría ser uno de los 10 mejores jugadores en el deporte? Seguro, pero desde 2013, se ubica en el puesto 34 en WAR entre los jugadores de posición.

Mets de Nueva York -- Asdrúbal Cabrera, SS. Fue un Todos Estrellas en 2011 y 2012, pero su OPS ajustado ha estado por encima del promedio de la liga apenas una vez desde ese entonces (2015), y su alcance está por debajo del promedio. A eso le añadimos un WAR generado de 4.3 en las últimas cuatro temporadas, algo por debajo de lo esperado para un jugador de su reputación.

Filis de Filadelfia -- Maikel Franco, 3B. Algunas veces es colocado entre las mejores estrellas jóvenes en el deporte, pero todavía no pertenece a ese grupo, no con un porcentaje de embasamiento de .303 y una defensiva mediocre. Para ser un chico que trata de batear la pelota a 500 pies de distancia en cada swing, no se poncha demasiado, así que hay esperanza de mejorar.

Bravos de Atlanta -- Matt Kemp, OF. En general, los jugadores más sobreestimados son los toleteros con poco porcentaje de embasamiento y totales asombrosos de cuadrangulares y remolcadas. No estoy restándole valor a los jonrones y a las impulsadas, pero el bien más preciado en el béisbol es los outs. Y Kemp hace una gran cantidad de outs.

Central LN

Cachorros de Chicago -- Jason Heyward, RF. Él ha sido muy subestimado en el pasado, ya que su defensiva de otro mundo, sumada a su porcentaje de embasamiento por encima del promedio y su gran corrido de bases le ayudó a conseguir temporadas consecutivas con WAR de 6 en 2014 y 2015. El grupo de sabermétricos ha sido tenaz en defender a Heyward este año, pero su ofensiva ha retrocedido mientras la de todos los demás ha aumentado.

Cardenales de San Luis -- Trevor Rosenthal, RP. A pesar de que salvo 45 y 48 partidos en 2014 y 2015, él siempre vivió un poco al borde del precipicio, con números no tan dominantes como otros cerradores de élite. Este año todo se le ha ido abajo ya que su control le ha abandonado por completo.

Piratas de Pittsburgh -- Josh Harrison, 2B. En realidad los Piratas no tienen un candidato obvio, pero Harrison no está ni cerca del jugador que bateó .314 en 2014. Su porcentaje de embasamiento está en .298, por debajo de lo esperado, y los Piratas ya están casi lamentándose por los $18 millones que le deberán pagar por las siguientes dos temporadas.

Cerveceros de Milwaukee -- Wily Peralta, SP. Por años, fue evaluado como un potencial segundo abridor, o incluso un posible as, a pesar de sus números regulares. Acaba de ser ascendido de Triple-A, y su efectividad de 6.38 no es nada para presumir.

Rojos de Cincinnati -- José Peraza, 2B/OF. Yo nunca entendí las razones para alabarlo tanto como prospecto. Tiene gran velocidad, pero no tiene poder y no recibe tantos boletos. Ahora los Rojos adquirieron a Dilson Herrera en el cambio de Jay Bruce, así que es posible que Peraza quizás no sea el intermedista del futuro.

Oeste LN

Gigantes de San Francisco -- Jeff Samardzija, SP. Probablemente va a alcanzar las 200 entradas lanzadas y hay valor en todas las entradas que trabaje, pero luego de unos primeros dos meses bien calientes su efectividad ha aumentado a 4.40. ¿Su WAR en las últimas dos temporadas? Apenas 0.8.

Dodgers de Los Angeles -- Kenley Jansen, RP. Me siento mal con esta. Sus números son tan dominantes, con efectividad de 1.27, 67 ponches y apenas siete boletos en 49 entradas. Pero de alguna manera se las ha arreglado para desperdiciar cinco salvamentos, y los Dodgers han perdido cuatro de esos cinco juegos. Tuvo dos rescates desperdiciados el año pasado, pero cinco en el 2014. Su porcentaje de salvamentos no es nada especial.

Rockies de Colorado -- Charlie Blackmon, CF. Sus números locales y visitantes parecen extremos, incluso para un bateador de los Rockies, ya que batea de por vida .331 en la casa en comparación con .251 en la carretera.

Padres de San Diego -- Trevor Hoffman, RP. ¡Oigan, ellos cambiaron a todos los candidatos activos! Hoffman probablemente sea electo al Salón de la Fama en 2017. Su ERA+ de por vida es de 141. El de Francisco Rodríguez es de 155, y nadie habla de él como un futuro miembro del Salón de la Fama.

Diamondbacks de Arizona -- Archie Bradley, SP. Sigue siendo lo suficientemente joven como para poder enderezar el rumbo, pero su tasa de boletos de por vida es de 4.7 por cada nueve entradas en las menores y de 4.9 en las mayores.

Este LA

Orioles de Baltimore -- Chris Davis, 1B. Cuando ellos lo firmaron por $161 millones, ellos estaban apostando al hhecho de que había sido grandioso en dos de las tres temporadas anteriores. Bueno, él ahora está bateando .214/.330/.434, y ha sido menos que grandioso en dos de tres temporadas.

Toronto Blue Jays -- Justin Smoak, 1B. No es que haya sido evaluado tan alto, pero ¿cómo es posible que un inicialista con un OPS+ de por vida por debajo del promedio de la liga para todos los bateadores se ha mantenido en la liga por tanto tiempo?

Medias Rojas de Boston -- David Ortiz, DH. El OPS+ de por vida de Ortiz y su WAR: 140 y 53.7. El OPS+ de por vida de Edgar Martínez y su WAR: 147 y 68.3. Yo solo digo.

Yankees de Nueva York -- Starlin Castro, 2B. El porcentaje de embasamiento es la vida. Y Castro no se embasa lo suficiente, sus métricas defensivas en la segunda base están por debajo del promedio, y el chico que bateó .300 en el 2010 a los 20 años y .307 a los 21 nunca logró desarrollarse a partir de ese punto.

Rays de Tampa Bay -- Jaff Decker, OF. OK, realmente a él nadie que yo conozca lo ha evaluado. Yo solo quería escribir la palabra "Jaff."

Central LA

Indios de Cleveland -- Trevor Bauer, SP. Los fanáticos de las estadísticas lo aman porque él es astuto y analítico, pero un reciente retroceso parece indica que no ha dado un gran salto adelante este año.

Tigres de Detroit -- José Iglesias, SS. Él es un jugador lo suficientemente decente, pero su reputación defensiva es mucho mejor que sus métricas, y su producción ofensiva está basada en los caprichos de las pelotas en juego. El año pasado, los hits cayeron, y él bateó .300; este año está bateando .249.

Medias Blancas de Chicago -- José Abreu, 1B. ¿Qué le pasó a su poder?

Reales de Kansas City -- Alcides Escobar, SS. Él ha jugado muy bien en la postemporada en los últimos dos años, pero ha bateado .253/.279/.310 este año. Yuck. Su WAR es un feo menos-1.2. Y no, fanáticos de los Reales, él no fue mucho mejor el año pasado cuando terminó con WAR de 0.6.

Mellizos de Minnesota -- Byron Buxton, CF. Espero que pueda mejorar. Apenas tiene 22 años, pero no ha dado muestras de poder batear adecuadamente el pitcheo de Grandes Ligas, y ha sido enviado a Triple A luego de batear .193 con 80 ponches en 197 turnos al bate.

Oeste LA

Vigilantes de Texas -- Rougned Odor, 2B. Es difícil seleccionar un jugador del medio del cuadro que tiene 21 jonrones a los 22 años, pero él todavía no es la estrella que algunos alegan que es. Apenas tiene 10 boletos en 106 juegos, y sigue cometiendo demasiados errores (14 esta temporada). Si puede refinar ese modo agresivo de juego y mejorar su porcentaje de embasamiento y su defensiva, entonces podría convertirse en el jugador Todos Estrellas que esperan que sea.

Marineros de Seattle -- El equipo del 2001. En realidad, fanáticos de los Marineros, es hora de seguir adelante. Yo sé que esa fue la última vez que los Marineros llegaron a la postemporada, pero es hora de dejar de vivir en el pasado. Y estoy hablando de tí, Schoenfield.

Astros de Houston -- Evan Gattis, DH/C. El clásico toletero con poco porcentaje de embasamiento. Tiene 17 jonrones pero se encamina a su segunda temporada consecutiva con OBP de menos de .300. Ha logrado mejorar algo este año, así que por lo menos eso lo convierte en alguien un poco más útil.

Atléticos de Oakland -- Yonder Alonso, 1B. Bueno, los Atléticos lo sobreestimaron cuando cambiaron a Drew Pomeranz para conseguirlo en la temporada baja.

Angelinos de Los Angeles -- Albert Pujols, 1B/DH. Está tercero en la LA en impulsadas, así que está teniendo una gran temporada, ¿correcto? Eso es debatible. Está bateando .255/.323/.433 y se ubica en el puesto 57 en la LA en OPS. Ha bateado bien con corredores en base, pero gracias a Mike Trout & Co., ha tenido la mayor cantidad de corredores en base de cualquier bateador en las mayores.

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Los Piratas de Pittsburgh acaban de tener unos seis días terribles - seis días en los que quizás se haya decidido su temporada 2016. Ellos tuvieron marca de 1-5 en una gira por Milwaukee y Atlanta, dos equipos que ellos necesitaban dominar en su batalla por uno de los comodines. En cambio, ellos tenían marca de 53-53 al entrar a los partidos del viernes, y aunque todavía están a tres juegos del segundo comodín, los Marlins, Cardenales y Mets están por encima de ellos, y los Rockies están empatados con ellos.

En medio de todo esto, Andrew McCutchen estuvo en la banca en toda la serie ante los Bravos. Los Piratas catalogaron la movida como una especie de tiempo fuera mental.

"Él ha intentado muchas cosas", dijo el manager Clint Hurdle a los reporteros. "Este hombre ha peleado y ha llegado temprano para hacer prácticas adicionales, trabajo por el lado, trabajo en video. Yo solo lo aliento, en algunas situaciones como estas, lo que he visto que ha ocurrido con jugadores buenos, uno solo los tiene que desconectar. El manager es quien tiene que hacerlo. Yo solo le estoy pidiendo que se desconecte".

McCutchen no se quería sentar pero aceptó la decisión de Hurdle.

"Si fuese mi decisión, yo estuviera allá afuera", le dijo McCutchen a Rob Biertempfel del diario Pittsburgh Tribune-Review. "Pero yo siempre pongo al equipo por encima de todo, lo doy todo por el equipo, por mis compañeros, así que esa es la razón por la que no voy a lamentarme por ello".

Así que ¿qué está pasando? Parece que simplemente hay algo en el swing de McCutchen o en su modo de trabajar en el plato y gracias a eso no está bateando duro la pelota:

La velocidad de salida ciertamente se puede ver afectada por lesiones. En agosto pasado, la velocidad de Mike Trout bajó mucho y solo conectó un cuadrangular en el mes, pero había una razón clara para esto: Se había lastimado la muñeca al deslizarse para atrapar una pelota y siguió jugando con la lesión. Cuando se recuperó en septiembre, volvió a su velocidad de salida acostumbrada y volvió a conectar cuadrangulares.

Tanto los Piratas como McCutchen han dicho que no hay una lesión involucrada en esto, aunque él se vio afectado por una molestia en un pulgar al principios de la temporada.

Así que eso deja al perenne candidato al JMV de 29 años con una temporada terrible. McCutchen dijo que la gente no se puede malacostumbrar por los años que ha tenido, y que él es capaz de tener una temporada "promedio". Pero en realidad, ni siquiera ha sido una temporada promedio. Su OPS ajustado y su wOBA están por debajo del bateador promedio en la Liga Nacional.

Eso es lo raro del asunto. Un bateador superestrella no pasa de ser una estrella a sospechoso de la noche a la mañana, al menos no cuando apenas tiene 29 años. Desde que tenía 25 años hasta los 28, McCutchen bateó .313/.404/.523, con un OPS+ de 157. Este año, mientras la ofensiva a lo largo del partido ha aumentado, él ha bajado sus números a .241/.311/.408, aunque sí tiene 15 cuadrangulares. Su tasa de ponches ha aumentado y su tasa de boletos ha bajado. Los lanzadores ya no le tienen miedo y él está viendo más strikes que nunca antes, ya que el 51.4 por ciento de los lanzamientos que le han hecho han estado en la zona este año en comparación con el 47.2 por ciento el año pasado.

Para ver lo inusual de la temporada que ha tenido McCutchen siendo un bateador élite, le eché una mirada a todos los bateadores desde 1950 que tuvieron un OPS ajustado similar (gracias al índice de Baseball-Reference Play) desde los 25 a los 28 años. McCutchen se ubica en un impresionante 17º puesto en la lista, justo por debajo de Albert Belle y Paul Goldschmidt, y empatado con Fred McGriff y Miguel Cabrera.

He aquí una tabla con los 10 jugadores inmediatamente por encima de McCutchen y 10 (incluyendo los empatados) por debajo, cómo se comparan a los 29 años y su edad en la primera ocasión en la que tuvieron un OPS+ por debajo de 110:

Como pueden ver, la mala temporada de McCutchen a los 29 años es algo sin precedentes para este clase de bateador. La menor cifra aparte del 91 de McCutchen pertenece a Norm Cash con 120, y él es un caso bien extraño. Su OPS+ de 25-28 fue provocado por una de las casualidades más grandes en una temporada en toda la historia, al lograr un OPS+ de 201 en 1961 (bateó .361, la única temporada en la que bateó sobre .300 en toda su carrera); Cash luego admitiría que había usado corcho en su bate esa temporada. De todos modos, su temporada con 29 años fue una pobre para él, aunque cercana a lo que hizo en el resto de su carrera (él nunca cayó por debajo de 110 en el OPS+).

Incluso algunas de las figuras más bajas aquí mostradas fueron solamente temporadas malas. Carl Yastrzemski y Jim Thome, por ejemplo, se recuperaron para tener temporadas monstruosas a los 30 años.

La comparación más alarmante es Prince Fielder. Él tuvo un OPS+ de por vida de 144 hasta los 28 años. Su temporada con 20 años fue la última que disputó en Detroit, cuando cayó a .279 con la menor cifra de su carrera en jonrones, con 25. En 2014 se lastimó, tuvo un año de recuperación en 2015 (aunque solo tuvo un OPS+ de 126) y se lesionó de nuevo este año.

Ken Griffey Jr. fue otro jugador que había tenido sus mejores temporadas antes de los 29 años. Cuando llegó a esa edad fue su última campaña en Seattle y solo superaría ese número de OPS+ una vez más en una temporada completa (144 a los 35 años), en parte por las lesiones.

Pero nadie se acerca al 91 de McCutchen. Algunos de estos jugadores nunca tuvieron un declive de esa naturaleza. ¿Qué está pasando? Si McCutchen solo está teniendo uno de esos años, bueno, pues es algo históricamente único. Por eso es que estos chicos fueron tan buenos; ellos no tuvieron temporadas malas.

Quizás McCutchen haya dejado que todo se le metiera a su cabeza; eso parece más posible que una pérdida repentina de habilidades. Además podría haber alguna lesión que el equipo no haya dado a conocer; ciertamente no me sorprendería si escucháramos algo como eso luego de la temporada.

De todos modos, quizás el tiempo fuera le ayude, McCutchen aclara su mente y vuelve a brillar en los dos meses finales de la temporada. Esperemos que ese sea el caso.

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Aunque las negociaciones entre Robinson Canó y los Yankees de Nueva York lucen complicadas, el beneficio de un acuerdo que retenga al jugador en la Gran Manzana por el resto de su carrera sería mutuo y es difícil imaginarse al intermedista dominicano en otro uniforme que no sea el de rayas.

Los Yankees necesitan a Canó como eje en torno al cual reconstruir un equipo que se envejeció y es hora de renovarlo de manera contundente.

Canó, como se esperaba, rechazó la oferta calificatoria de 14.1 millones, lo cual no significa necesariamente que las puertas de un pacto multianual con Nueva York se hayan cerrado.

El dominicano es uno de los peloteros más completos de todas las Grandes Ligas, aunque con tendencia a la pereza, dejando siempre esa sensación de que no explota sus condiciones en toda su potencia.

El gerente general, Brian Cashman, ha tratado de endulzarlo con frases enriquecedoras de su ego, prometiéndole que podría convertirse en el primer dominicano en ver su número retirado en el Monument Park, esa suerte de salón de inmortales de los Yankees.

Y nadie duda que lo logrará, de decidirse a pasar toda su carrera en el Bronx.

Asimismo, el equipo cree que el rapero Jay-Z, gran fanático de los Yankees y de quien Canó es cliente, podría jugar un papel fundamental en convencer al intermedista quisqueyano a permanecer en la Gran Manzana.

El problema es el precio que Canó (y sus agentes) están pidiendo por sus servicios.

El pelotero quiere 305 millones por diez años, una cifra que lo convertiría en el mejor pagado de toda la historia, mientras que varias fuentes citan en unos 200 millones y siete temporadas la oferta del equipo para retenerlo.

Canó se sabe el mejor agente libre disponible en el mercado en este invierno y como tal se ha sentado a pedir, aunque difícilmente convenza a los Yankees o a cualquier otro equipo de pagarle semejante cifra.

En primer lugar, porque se trata de un pelotero de 31 años, lo cual fijaría en 41 su edad para cuando concluya un pacto por diez campañas.

Y en segundo lugar, porque la historia ha mostrado más prponto de lo que se pensaba que esos megacontratos como los de Alex Rodríguez, Albert Pujols, Prince Fielder y Joey Votto son un rotundo fracaso, que hace que los peloteros se acomoden y dejen de entregarse en cuerpo y alma al juego.

Por lo pronto y anticipando cualquier descarrilamiento en las negociaciones, el equipo ya inició un acercamiento con el agente libre Brandon Phillips, ganador de cuatro Guantes de Oro en ocho temporadas con los Rojos de Cincinnati, incluida la del 2013, en la que consiguió 103 impulsadas, cifra máxima de su carrera.

El invierno pinta para largo para los Yankees, que dependen de la decisión final en el caso de Rodríguez para organizar mejor sus movidas en pos de la reconstrucción del equipo, de la cual Canó debe ser parte esencial.

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El venezolano Miguel Cabrera ganó en el 2012 la Triple Corona y aún así, hubo quien se atrevió a cuestionar si merecía o no el premio de Jugador Más Valioso de la Liga Americana.

El debate entre los especialistas se polarizó tanto o más que el de demócratas y republicanos en torno al Obamacare, aunque al final, la votación lo favoreció amplísimamente sobre Mike Trout, el preferido de los sabermétricos.

Davis
Davis
Trout
Trout
Cabrera
Cabrera
En esta ocasión, aunque no consiguió repetir la hazaña de liderar en promedio de bateo, jonrones y carreras impulsadas, las cosas parecen más fáciles para la selección de Cabrera, con todo y que Trout vuelve a estar entre los aspirantes, junto al toletero de los Orioles de Baltimore Orioles , Chris Davis.

Ya sus colegas de profesión eligieron al venezolano como el mejor pelotero del 2013. Si ellos, que disfrutan de su juego en los Tigres de Detroit Tigers o sufren sus batazos en los otros 29 equipos, lo eligieron, ¿por qué no lo haría la prensa?

Cabrera logró en el 2013 su tercer título de bateo consecutivo y tuvo que batallar contra lesiones que limitaron su tiempo de juego a 148 partidos.

Aún así, sus números fueron mejores que en el 2012, cuando se agenció la Triple Corona.

Hace un año, el venezolano jugó en 161 de los 162 partidos del calendario regular, en los que bateó para .330, con 44 jonrones y 139 carreras impulsadas. Su promedio de slugging fue también el mejor del joven circuito, con .606 y su OPS llegó a .999.

Esta vez, en13 partidos menos, su average fue de .348, el más alto de toda su carrera, también despachó 44 bambinazos y remolcó 137 carreras, apenas dos menos que en el 2012.

Encabezó la Liga Americana en slugging (.363), promedio de embasamiento (.442) y OPS (1.087), todos ellos números superiores a los de su campaña de Triple Corona.

Davis fue su obstáculo en la consecución de esa hazaña en el 2013, al liderar los cuadrangulares, con 53, y las empujadas, con 138, convirtiéndose en una para muchos, sospechosa revelación, con 20 vuelacercas y 53 impulsadas más que en la campaña precedente.

Y Trout poco a poco sigue consolidándose como uno de los peloteros más completos de todas las Grandes Ligas, pero esta vez parece amenazar menos aún el dominio del venezolano.

El jardinero de los Angelinos mejoró algunos números en comparación con el 2012, cuando ganó el Novato del Año, pero bajó en otros, como las carreras anotadas, de 129 en el 2012 a 109 en el 2013, los jonrones, de 30 a 27, las bases robadas, de 49 a 33, el average, de .326 a .323 y el promedio de slugging, de 564 a .557, aunque en estos dos guarismos los descensos no fueron significativos.

Además, ni los jonrones e impulsadas de Davis o las cifras estables de Trout lograron darle a sus respectivos equipos el empujón suficiente para llegar a la postemporada.

Dudo mucho que sin Miguel Cabrera Detroit hubiera podido llegar a los playoffs. Si eso no es ser valioso, que alguien venga y lo explique.

Cerrada la lucha McCutchen vs Yadier

McCutchen
McCutchen
Goldschmidt
Goldschmidt
Molina
Molina
En la Liga Nacional, la lucha parece más cerrada entre el puertorriqueño Yadier Molina, de los St. Louis Cardinals, Andrew McCutchen, de los Pittsburgh Pirates, y Paul Goldschmidt, de los Arizona Diamondbacks.

Goldschmidt fue líder en jonrones (36), impulsadas (125), slugging (.551) y OPS (.952), pero sus números apenas le alcanzaron a los Diamondbacks para jugar justo para .500, con balance de 81-81.

La batalla se presenta entre Molina y McCutchen, quienes tienen el plus de haber sido fundamentales en el avance de San Luis y Pittsburgh a la postemporada.

A simple vista, los números de McCutchen son superiores que los de Yadier en casi todos los departamentos ofensivos.

El de los Piratas bateó para .317, con 185 hits, 38 dobletes, cinco triples, 21 cuadrangulares, 97 carreras anotadas, 84 impulsadas, 27 bases robadas, promedio de embasamiento de .404, slugging de .540 y OPS de .911.

El boricua lo hizo para .319, con 161 imparables, 44 biangulares, cero triples, 12 vuelacercas, 68 anotadas, 80 remolques, tres estafas, OBP de .359, slugging de .477 y OPS de .836.

Hasta ahí las cosas favorecen a McCutchen, pero es aquí donde entran a jugar intangibles que no siempre pueden ser medidos por las estadísticas.

El valor de Molina se multiplica cuando se calza los arreos y se sienta detrás del plato.

Su maestría indiscutible ya le hizo ganar este año su sexto Guante de Oro consecutivo, ratificándose como el mejor de su posición en todo el béisbol.

Y eso hizo crecer el joven pitcheo de los Cardenales, que este año no pudieron contar con el lesionado Chris Carpenter y perdieron desde mayo al mexicano Jaime García.

Con Wainwright como gran figura del staff, Molina se encargó de guiar con acierto a jóvenes abridores como Lance Lynn, Shelby Miller, Michael Wacha y Joe Kelly, así como a los apagafuegos Carlos Martínez y Trevor Rosenthal.

Pero está por verse si los votantes de la BBWAA se inclinan por los números fríos o por ese valor real que no siempre se mide en cifras.

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Andrew McCutchen es una de las personas más talentosas que puedan conocer, poseedor de un volumen tan elevado de habilidades que uno se pregunta si él es el Fausto de la era moderna -- el personaje ficticio que intercambió su alma por la perfección mortal.

Por supuesto, por lo que mejor conocemos a McCutchen es por el béisbol. Es uno de los mejores en el mundo en cuanto a eso, dada su ubicación actual como candidato a ser el Jugador Más Valioso de la Liga Nacional; puede batear, puede batear con poder, puede correr, puede lanzar, puede defender.

Pero vean esto: mientras preparábamos la pieza para E:60 que salió al aire el martes por la noche, el productor Frank Saraceno y yo escuchamos que McCutchen es realmente bueno para las imitaciones. Así que, sin advertencia previa, le pedí que realizara algunas de estas, sin ningún tipo de preparación -- y él estuvo preciso para imitar a todos desde Albert Pujols a Derek Jeter.

Aquí tenemos un vistazo a algunas de sus mejores imitaciones. Sus compañeros en Pittsburgh afirman que si un novato es promovido de Ligas Menores, McCutchen lo puede imitar -- sus formas de batear, sus gestos -- luego de solamente un par de días.

Escuché que él tiene mucha habilidad musical, y que tocó en la boda de su compañero Neil Walker. Pedro Álvarez reenvió el video para confirmar esto, y aunque nuestra pieza no incluyó todo el episodio de McCutchen como cantante de bodas, les puedo asegurar algo: McCutchen puede cantar muy bien.

Él es un buen escritor. Vimos algo de la poesía que escribió en la preparatoria, tributos a su madre, y estaba muy bien redactada.

Y luego que escuché que McCutchen tiene cierta habilidad para el dibujo, le di un bloc de notas en el entrenamiento primaveral y le pedí -- de nuevo, sin previo aviso -- que me dibujara el logotipo de los Piratas. Lo que hizo, en cuestión de minutos.

Previo a que la pieza de E:60 saliera al aire, el martes a mediodía publiqué en Twitter este video de McCutchen dibujando el logo.

Todd Radom es un amigo cercano que ha realizado cientos de logotipos y diseños de uniformes. Luego que publiqué el tuit con la liga del video de McCutchen dibujando el logotipo de los Piratas a petición mía, Todd ofreció en Twitter su opinión acerca del trabajo del jardinero:

Luego, Todd envió este tuit a McCutchen, a quien nunca ha conocido personalmente.

Todd no esperaba que McCutchen siquiera leyera el tuit, o que respondiera. Pero no transcurrió mucho tiempo antes que McCutchen respondiera:

Horas después, él volvió a su otro trabajo, como el tercer bateador en la alineación de los Piratas, y conectó su jonrón 18 en una victoria históricamente importante.

Él volverá a los otros asuntos más tarde, cuando su carrera en el béisbol termine.

Los Piratas ganaron por vez número 81 el martes, luego que Gerrit Cole se recuperara. El número mágico para amarrar un sitio en playoffs --no el título divisional, sino un boleto en playoffs- ya está en 14 para los Piratas, que esta noche pueden asegurar una temporada con récord ganador.

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