"Si lo construyes, ellos vendrán" - La Voz, en Field of Dreams

¡Hola, Mundo! Por si no te has enterado, en Miami hay un equipo de Grandes Ligas. Se llama Marlins, aunque casi siempre juega en un estadio vacío. Bello, moderno, pero vacío.

Muchas son las razones, desde económicas hasta pasionales, para que el Marlins Park parezca un desierto.

Pero a pesar de ello, un equipo al que no se le daban muchas opciones en los pronósticos precontienda ha puesto a soñar a los fanáticos.

Contra viento y marea, los Marlins están batiéndose de tú a tú con los más calificados Nacionales de Washington y Mets de Nueva York, a pesar de los muchos contratiempos que han sufrido desde el inicio de los entrenamientos primaverales.

Primero pierden antes de empezar la campaña a Carter Capps, el supersónico de raros movimientos al soltar la pelota, que se proyectaba para ser el cerrador del equipo.

Luego, Dee Gordon, su hombre proa y segunda base, líder de los bateadores en el 2015 y ganador del Guante de Oro, es suspendido por 80 juegos por uso de sustancias prohibidas, lo cual obligó a echarle mano a un defensor inseguro como Derek Dietrich.

Y para ponerle la tapa al pomo, Giancarlo Stanton, el pelotero mejor pagado de la historia y señalado como el motor ofensivo de Miami, se pasó más de un mes incapaz de darle a una pelota de baloncesto con una raqueta de tenis, que llevó a medio mundo a cuestionarse su contrato de 325 millones de dólares.

A pesar de todos estos inconvenientes, el nuevo manager Don Mattingly, cuyo paso por Dodgers de Los Angeles dejó más dudas que elogios, ha conseguido una química mágica para que estos muchachos empiecen a creer en ellos mismos y salgan a divertirse al terreno de pelota.

Y eso que Mattingly arrancó con el pie izquierdo su paso por el sur de la Florida, al designar al zurdo taiwanés Wei-Yin Chen como abridor del choque inaugural, por encima del ídolo local Jose Fernández.

Nadie ha extrañado a Capps, pues A.J. Ramos es un cerrojo en el noveno inning y lleva desde finales de la pasada temporada una seguidilla de 33 salvamentos en fila.

¿Stanton? El dominicano Marcell Ozuna y Justin Bour han asumido el papel de empujadores a la hora buena, a la espera de que el sobrevalorado jardinero derecho reencuentre su mejor swing.

Además, el veterano Ichiro Suzuki ha resultado un sustituto de lujo en cualquiera de las praderas, mientras continúa a marcha forzada su búsqueda de los 3,000 hits.

Y el supuestamente inseguro Dietrich ha superado el reto y conforma una buena combinación alrededor del segundo saco con el campocorto cubano Adeiny Hechavarría, además de ser un pilar fundamental en el ataque, sea cual sea el turno al bate en que lo coloque Mattingly.

El pitcheo, más allá de Fernández, estaba lleno de incógnitas, pero el zurdo Adam Conley y el derecho Tom Koehler han conseguido cumplir su tarea con la ayuda de un bullpen que se ha convertido en uno de los puntos más sólidos del conjunto miamense.

Es cierto que aún no hemos llegado a la mitad del calendario y todavía faltan 86 partidos por jugarse, pero es hora de que la gerencia se mueva en busca de ayuda para premiar el esfuerzo de este grupo que se ha burlado de los expertos.

Un abridor de la talla de Jake Odorizzi o Gerrit Cole y un relevista intermedio zurdo, especialista en lanzarle a los bateadores de esa mano, serían de gran ayuda.

Un bate productivo también sería bienvenido, pues muchas veces ha faltado el hit oportuno con hombres en circulación.

Y ya que estamos pidiendo, el gerente general Ike Hill debería levantar el teléfono y llamar a Nueva York para averiguar por la disponibilidad del cerrador cubano Aroldis Chapman.

Eso son los pasos firmes que debería dar la gerencia, para tratar de dar el empujón final que ponga a los Marlins en la postemporada por primera vez desde el 2003, cuando ganaron la Serie Mundial.

Si lo hacen, los fanáticos regresarán en masa al estadio y comenzarán a olvidar hasta las más bajas traiciones.

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El juvenil zurdo mexicano Julio Urías hará su sexta apertura de Grandes Ligas el miércoles, cuando los Nacionales de Washington, el líder de la División Este de la Liga Nacional, choquen contra los Dodgers de Los Angeles, segundos en la División Oeste y líder de los puestos comodines del viejo circuito, en el último de una serie de tres encuentros en Chavez Ravine.

Luego de esa asignación, el futuro inmediato de Urías en la rotación de los Dodgers es incierto. El manager Dave Roberts informó que el chico de 19 años podría tener otra salida, sin decir cuando, antes de ser detenido para controlar su carga de trabajo el resto del verano.

¿Las razones? Urías (0-2, 4.50 en 22 innings en MLB) ha trabajado 67 entradas este año, incluyendo 41 en Triple A. Desde que fue firmado a los 16 años en el 2012, solamente en dos ocasiones ha superado los 80 episodios (lanzó 87.2 IL en clase A a los 17 años) y nunca pasó de 86 lanzamientos en sus primeras cinco aperturas con el club grande.

Sin anunciar cuantas entradas sería un número ideal, los Dodgers han dejado bien establecido que el progreso de Urías será gradual y que más de 100 episodios de trabajo en el 2016 estaría fuera de consideración. Mandarlo al bullpen, a las ligas menores o a algún programa especial sin la presión de sacar outs son algunas de las opciones que baraja la organización actualmente.

El tratamiento no es nuevo. Es parte de la histeria moderna para tratar de reducir los riesgos de lesiones en lanzadores jóvenes de talento superior. Ya vimos algo parecido en los primeros años de las carreras de Joba Chamberlain y Phil Hughes con los Yankees de Nueva York, Stephen Strasburg con Washington, el cubano José Fernández con los Marlins de Miami y muchos otros.

Para los Dodgers, Urías es el futuro y un pitcher con un talento, que manejado apropiadamente, podría tener la oportunidad de igualar lo que hicieron y están haciendo en la franquicia otros zurdos excepcionales como Fernando Valenzuela y Clayton Kershaw.

Por muchas razones, el nombre de Valenzuela surge en la conversación cada vez que hablamos de Urías. Ambos son mexicanos, zurdos y debutaron con los Dodgers a los 19 años. Pero contrario a lo que ocurre hoy día con "@theteenager7", "El Toro" no tuvo trabas para desarrollarse a plenitud.

En 1980, cuando Valenzuela debutó en Grandes Ligas apareciendo en 10 partidos y lanzando 17 entradas como relevista en la segunda quincena de septiembre, venía de trabajar 174 innings en AA en apenas su segunda temporada profesional. En total, Valenzuela laboró 191.2 episodios en 37 juegos (25 aperturas, todas en ligas menores) y completó 11 encuentros. El año anterior apenas había lanzado 24 innings en clase A en su debut profesional a los 18 años.

En 1981, Valenzuela recibió la pelota el día inaugural por una lesión de Jerry Reuss y respondió abriendo la temporada con 8-0, siete juegos completos, cinco blanqueadas, cuatro carreras y 68 ponches en 72 entradas antes de perder por primera vez el 18 de mayo.

A los 20 años de edad, Valenzuela fue Novato del Año y Cy Young de la Liga Nacional, campeón de la Serie Mundial y enfrentó 758 bateadores en una temporada que fue recortada por una huelga de peloteros que duró dos meses.

Pero los tiempos han cambiado y Urías abrirá el miércoles sin saber exactamente que le depara. Incluso si lanza una blanqueada o saca los 27 outs por la vía del ponche, cada pitcheo que haga lo acercará a un final adelantado de temporada como resultado del moderno plan de monitoreo que, buscando cuidar a los pitchers, muchas veces impide el desarrollo normal de un fenómeno.

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Con diez años de retraso, Yulieski Gurriel está a punto de firmar con un equipo de Grandes Ligas.

Este lunes recibió la aprobación de MLB que lo convierte en agente libre, cuatro meses después de su dudosa ''deserción'' tras la Serie del Caribe disputada en Santo Domingo y ahora las preguntas que muchos se hacen son:

1.- ¿Por cuánto dinero firmará? y 2.- ¿Con qué equipo?

Gurriel es, por mucho, el mejor pelotero que ha salido de la isla en los últimos diez años, jugador completísimo y versátil, defensor de la intermedia y la antesala, bateador de promedio y fuerza, corredor veloz.

Al momento de partir, bateaba para un absurdo average de .500, con promedio de embasamiento de .589, 15 jonrones y 51 carreras impulsadas en 224 comparecencias al plato en la muy disminuida liga cubana.

Es cierto que la calidad del torneo en la isla ha caído en picada, pero sólo él y nadie más consiguió tan exagerados guarismos, prueba de que el certamen doméstico le había quedado muy chiquito.

Ya se probó con éxito además en la exigente liga japonesa y tiene un historial sano, sin lesiones graves en más de diez campañas, a pesar de haber sido sometido a un abusivo trabajo en sus últimos años, en los que casi no tuvo descanso, entre la Serie Nacional cubana, los certámenes internacionales y el propio Japón.

De todos modos, Gurriel es una apuesta no exenta de riesgos, tratándose de un jugador de 32 años, a quien le quedarían a lo sumo, cinco campañas útiles.

Además, por muy probado que esté Gurriel en Cuba, en Japón y en las Series del Caribe, el nivel que enfrentará en las Mayores es infinitamente superior al que haya visto alguna vez en su vida.

Y no me refiero a los pitchers de Grandes Ligas que eventualmente haya confrontado en los Clásicos Mundiales, sino a que cada día, durante 162 juegos, tendrá tiradores de élite, tanto abridores, como relevistas.

Fuentes de Wasserman Media Group, la agencia que representa los intereses de Yulieski Gurriel, confirmaron a ESPNDeportes digital que la empresa ha preparado un expediente completísimo, que incluye tres revisiones médicas para descartar cualquier padecimiento que pueda afectar su futuro rendimiento.

Esas mismas fuentes aseguran que Gurriel firmará con el equipo que más dinero le ofrezca y la compañía está preparada para buscar un contrato no menor de 60 millones de dólares o incluso mayor que el de 72.5 millones que los Medias Rojas de Boston le dieron a Rusney Castillo.

Pero no llegaría a los 100 millones como se especuló alguna vez, sobre todo después de que Dodgers de Los Ángeles le dieran 62.5 millones a Héctor Olivera a sus 30 años de edad.

En los últimos días, Gurriel ha publicado fotos en las redes sociales en las que se le ve en el Yankee Stadium, lo cual ha desatado de inmediato especulaciones sobre la posibilidad de pactar con los Mulos de Manhattan.

Particularmente no lo creo. Los Yankees de Nueva York están en modo limpieza y antes de volver a gastar dinero a manos llenas deben salir de malos contratos, como los de Alex Rodríguez y Mark Teixeira, que pesan más que un piano.

¿Los Dodgers? Hmmmm. El equipo de Los Ángeles ha hecho últimamente muchos negocios con peloteros cubanos y casi todos les han salido mal, desde Erisbel Arruebarruena y Olivera, hasta Pablo Millán Fernández y Alexander Guerrero, aunque esa gerencia parece una aspiradora que chupa todo lo que le pase por el lado, sin mirar gastos.

Los Astros de Houston y los Bravos de Atlanta no son malas opciones, por tratarse de equipos en renovación, que necesitan figuras de experiencia que se combinen con sus nuevos talentos.

Pero sea con el que sea, buena suerte y salud en su verdadera prueba de fuego. El talento lo tiene.

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SAN FRANCISCO - Piense en Julio Urías como una pila de sacos de arena, desplegados por los Dodgers de Los Ángeles en contra de una inundación temprana de lesiones. Nadie en la organización de los Dodgers piensa que él es una solución perfecta para la rotación, por su falta de experiencia, una poco refinada bola rápida y con limitaciones en la cantidad de lanzamientos.

Urias tomará de nuevo la bola en su cuarta salida en su carrera este domingo ante los Gigantes de San Francisco, y él podría empujar su cantidad de lanzamientos a 90-95. La esperanza es que se gane tiempo, en salidas consecutivas de cuatro o cinco innings, en lo que llegan los refuerzos.

La fuerte creencia en el personal es que una verdadera ayuda está en camino, en forma de Brandon McCarthy, quien continúa en progreso de la operación de reconstrucción de codo y podría unirse a la rotación pronto, y Hyun-Jin Ryu, quien sube en la escala de tratamiento médico, según escribe Andy McCullough.

Pero también hay mucha emoción sobre el arma en formación en su sistema de Ligas Menores: Frankie Montas, quien fue adquirido en un cambio de tres equipos con los Medias Blancas de Chicago y los Rojos de Cincinnati el invierno pasado, junto al jardinero Trayce Thompson y el infielder Micah Johnson.

Incialmente, los Dodgers anticiparon que Montas tendría la oportunidad como relevista por el entrenador Dave Roberts esta temporada, aplastando a los bateadores con una recta que ronda las 90 millas. Pero en las últimas semanas, los Dodgers cambiaron la opinión sobre la rotación, y usaron a Montas como abridor, y lució de gran forma en Triple A. Abrió ante Nashville en el segundo juego de la doble cartelera el jueves, y permitió una carrera en cuatro entradas, no dio pasaportes con seis ponches. En su siguiente salida, Montas ampliará el numero de lanzamientos y podría trabajar de cuatro a seis entradas.

Urias es una estrella en desarrollo que ha demostrado que con el tiempo podrá tener un alto impacto con los Dodgers. Pero probablemente no este año, porque se está acabando rápidamente las entradas.

Pero Montas es cuatro años más viejo, y debido a la lesión que lo frenó al inicio de este año, va a tener muchas entradas en los últimos tres meses y medio de la temporada.

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Mexicano, zurdo y con los Dodgers de Los Angeles, llegó con la aureola de ser nuevo el Fernando Valenzuela, pero al menos por ahora, no ha pasado de ser un engañoso espejismo.

A sus 19 años, la misma edad con la que debutó Valenzuela, Julio Urías despertó expectativas demasiado altas, pero dos salidas han bastado para hacerle saber al muchacho que no está listo para las Grandes Ligas.

Debutó el pasado viernes 27 de mayo ante los New York Mets y apenas pudo sostenerse 2.2 innings en la lomita, tras ser castigado con tres limpias y cinco hits, al tiempo que mostró un descontrol severo y regaló cuatro pasaportes.

Su segunda apertura, este jueves ante los Cachorros de Chicago, fue un poco más larga, de cinco episodios. Y aunque sólo otorgó un pasaporte, recibió palos a granel, incluidos tres cuadrangulares.

Después de sus dos primeras aperturas al más alto nivel, su efectividad anda disparada por 9.39 y en buena lid debería bajar nuevamente a las Menores a pulir el diamante en bruto que es.

A su favor hay que decir que los Dodgers han sido abusadores con el jovencito, pues lo han tirado literalmente a los leones: los Mets y los Cachorros son dos de los mejores equipos del momento. De hecho, fueron los que disputaron hace menos de un año la Serie de Campeonato de la Liga Nacional, en busca del boleto a la Serie Mundial.

Eso no se hace. Al principal prospecto de la organización hay que saber llevarlo de la mano.

Debieron haberle dado la pelota ante equipos menos calificados, como los Bravos de Atlanta o los Milwaukee Brewers, para que fuera aclimatándose gradualmente a los rigores de la exigente competencia.

O quizás sacarlo desde el bullpen en sus primeras oportunidades, para que fuera ganando en confianza.

Para un chico tan joven, la experiencia puede resultar traumática y descarrilar un futuro que parece muy prometedor.

Recordemos a Joba Chamberlain, elegido por los Yankees de Nueva York Yankees en la primera ronda del draft del 2006.

Sin haber madurado lo suficiente en su carrera y resultados brillantes como relevistas, los hermanos Steinbrenner se empecinaron en convertirlo en abridor y ya hoy nadie se acuerda de él como la gran promesa que un día fue.

Ahora es un simple relevista itinerante del montón, con actuaciones inestables que a ratos muestra destellos de lo que pudo ser.

Ojalá que Urías logre reponerse al duro despertar que tuvo en la última semana y consiga algún día imponer en la Gran Carpa el dominio que ha exhibido desde que debutó en las Menores a los 16 años en el 2013.

Que regrese cuando esté listo, pero que lo haga como Julio Urías, no como un Fernando Valenzuela II, porque el Toro fue uno solo.

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Los Dodgers de Los Angeles han ascendido al lanzador mexicano Julio Urías, y hará su debut en Grandes Ligas este viernes en la noche ante los Mets de Nueva York.

Urías, de 19 años, se convertirá en el jugador más joven en las mayores. Descrito por Keith Law como un lanzador con "potencial para encabezar una rotación", existen varias razones para sentirse emocionado por su futuro en el béisbol.

De joven a adulto

A los 19 años y 289 días, Urías se convertirá en el lanzador zurdo de los Dodgers más joven en debutar en MLB desde Sandy Koufax en 1955 (19 años y 176 días). Será el primer jugador de 19 años en debutar desde Fernando Valenzuela en 1980 (Valenzuela era 30 días más viejo que Urías al momento de su debut).

Frecuentemente Urías recibe comparaciones con Valenzuela, quien en la actualidad es el comentarista en la transmisión en español del equipo, porque...

- Ambos son de la parte norte de México

- Ambos son lanzadores zurdos

- Ambos tienen un físico considerado por debajo de la media para un lanzador (Valenzuela mide 5 pies 11 pulgadas, Urías mide 6 pies)

- Ambos firmaron su primer contrato profesional siendo adolescentes

- Ambos fueron descubiertos por el escucha de los Dodgers Mike Brito

- Ambos harán su debut a los 19 años

Otra comparación podría ser con Clayton Kershaw (quien tenía 20 años al momento de su debut en Grandes Ligas).

Los números de Urías en liga menor son muy similares a las estadísticas de Kershaw en liga menor. Kershaw tuvo una efectividad ligeramente mejor, pero Urías tuvo un mejor WHIP y una mejor tasa de ponches a boletos.

También para destacar

Urías ha lanzado 27 entradas consecutivas sin permitir anotaciones (en las menores) al llegar a su debut en Grandes Ligas el viernes. Tiene efectividad de 1.10 para el Oklahoma City en la Liga de la Costa del Pacífico esta temporada. La siguiente mejor efectividad es de 1.99, del prospecto de los Diamondbacks Archie Bradley. Urías y Bradley son los únicos dos lanzadores en la liga con efectividad menor a 2.50. La efectividad promedio para un lanzador en esa liga, que se distingue por ser altamente ofensiva, es de 4.77. Urías es 8 años menor que el promedio de todos los lanzadores en la Liga de la Costa del Pacífico.

El debut de Bartolo Colón en Grandes Ligas ocurrió antes del primer cumpleaños de Urías.

La primera salida de Urías en MLB será ante Jacob deGrom, quien ganó el premio de Novato del Año de la Liga Nacional a los 26 años. Urías llegará a los 26 años en el 2022.

Se convertirá en el lanzador más joven en hacer su debut en Grandes Ligas desde Félix Hernández en 2005 (19 años, 118 días).

Marty Callinan de ESPN Datos colaboró con este artículo.

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Curtis Granderson podría ser el primer bateador que Julio Urías enfrente en las Grandes Ligas el viernes por la noche, y en algún punto antes de ese momento, probablemente Granderson le eche una mirada a un reporte de escuchas que detalle todo lo que es bueno sobre el cotizado zurdo mexicano - un slider vicioso.

Urias ha sido catalogado por mucho tiempo como un gran prospecto, un gran lanzador joven con un gran brazo. Pero a medida que comenzaban los entrenamientos primaverales, los Dodgers sintieron que el principal lanzamiento quebrado de Urías era bueno pero con espacio para mejorar; se parecía demasiado a un slurve, según creían los encargados del desarrollo de jugadores, por lo que Urías comenzó a trabajar con un agarre diferente, más como un verdadero slider.

Clayton Kershaw tuvo que hacer un ajuste similar en los inicios de su carrera, haciendo ajustes a su slider, para poder mejorar la potencia de su recta y su curva. En una sesión de bullpen en Wrigley Field, intentó el slider por primera vez, y como recordó luego el receptor A.J. Ellis, todo sobre ese primer lanzamiento fue perfecto, desde el giro hasta la colocación.

Cómo pudo suceder eso, preguntó Kershaw. Solo sigue haciendo eso, le dijeron, y ahora el slider es un arma crucial en el repertorio de Kershaw, un lanzamiento quebrado de alta velocidad que los bateadores no logran descifrar ya que anticipan una recta.

Eso es lo que ha pasado con Urías: De inmediato, comenzó a mejorar su slider, y este comenzó a trabajarle bien, un complemento perfecto para su recta, y quizás esta noche, lo lance ante el zurdo Granderson, en medio de toda la esperanza que carga consigo.

Pero esa esperanza debe ser moderada, porque el impacto de Urías para los Dodgers no puede ser cercano al que tuvo la "Fernandomanía" de 1981. En la temporada de novato de Fernando Valenzuela de 1981, él lideró la liga en entradas lanzadas en una temporada acortada por la huelga, completando 11 de sus 25 aperturas. Al año siguiente, lanzó 285 entradas. Los lanzadores de ese tiempo eran caballos de trabajo que seguían hasta que no pudieran más.

El grupo de cerebros al mando de los Dodgers en 2016 no va a permitir nada cercano a eso, en una era en la que la cantidad de pitcheos y de entradas de los prospectos son estrictamente vigiladas. Como escribe Dylan Hernández aquí, Urías lanzó 80 1/3 entradas la pasada temporada y probablemente los Dodgers no permitan que pase de las 115 más o menos en este año. Él ya ha lanzado más de un tercio de ese total en Triple-A, donde logró efectividad de 1.10 en 41 entradas.

Una expectativa realista para Urías es que sea una inyección de éxito limitada y temporera, mientras los Dodgers intenten sobrevivir a la hemorragia de lesiones de su cuerpo de abridores. Él podría ser una curita para la rotación por poco tiempo, probablemente no más de 10 aperturas de cinco entradas, y entonces es posible que pueda ser movido a un rol muy controlado del bullpen al final del año.

Pero mientras más lance ahora, menos probable es que sea utilizado al final de la temporada.

Esta noche, su recta podría pasar zumbando a los bateadores rivales, y su slider podría engañar a los rivales. Pero nada de eso alterará la realidad de que su tiempo en las Grandes Ligas será apenas una probadita.

Esto podría ser el inicio de algo grande para Urías.

De parte de Paul Hembekides de ESPN Datos: Urías es el mejor lanzador zurdo prospecto en el béisbol, de acuerdo con Keith Law, y se convertirá en el jugador más joven en MLB. Es descrito por Law como un lanzador con "potencial para encabezar una rotación".

A los 19 años y 289 días, Urías se convertirá en el lanzador zurdo de los Dodgers más joven en debutar en MLB desde Sandy Koufax en 1955 (19 años y 176 días). Los otros tres zurdos en esta lista se han combinado para lograr 7 premios Cy Young:

Frecuentemente Urías recibe comparaciones con Fernando Valenzuela, quien en la actualidad es el comentarista en la transmisión en español del equipo, y cuya llegada al equipo en 1981 provocó el nacimiento de la "Fernandomania."

- Ambos son de la parte norte de México

- Ambos son lanzadores zurdos

- Ambos tienen un físico considerado por debajo de la media para un lanzador (Valenzuela mide 5 pies 11 pulgadas, Urías mide 6 pies)

- Ambos firmaron su primer contrato profesional siendo adolescentes

- Ambos fueron descubiertos por el escucha de los Dodgers Mike Brito

- Ambos harán su debut a los 19 años

En una muestra muy parecida de entradas, Urías tuvo un mejor WHIP y mejor tasa de ponches a boletos en liga menor que Kershaw antes de su debut en MLB:

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Luego de casi dos meses en la temporada 2016, los Dodgers de Los Angeles han suscitado encogidas de hombros con su record de 25-23, pero además han inspirado emoción por el nacimiento de una nueva era.

Clayton Kershaw ha valido el precio de la boleta cada cinco días, y ahora luce como que va a tener más ayuda.

Cuando el cotizado prospecto Julio Urías haga su debut en las mayores el viernes ante los Mets, será solamente uno de la impresionante serie de jugadores jóvenes que están comenzando a hacer que el futuro de los Dodgers luzca como uno brillante.

Urías no solo ha tenido record de 4-1 con efectividad de 1.10 con el Triple A Oklahoma City, sino que se encaminará hacia Nueva York habiendo logrado 27 entradas consecutivas en cero en la Liga de la Costa del Pacífico.

Resta por ver cuánto tiempo se quedará con los Dodgers. Urías nunca ha lanzado más de 87 2/3 entradas en una temporada mientras estuvo en liga menor, donde comenzó a jugar en 2013. En esta campaña en Triple A ya lanzó 41 episodios.

Hacer que Urías alcance las 150 entradas esta temporada podría ser empujarlo demasiado. Entonces, ¿qué va a hacer el equipo si el joven zurdo muestra que está listo para una vida a tiempo completo en las Grandes Ligas?

Ha habido algunas conjeturas sobre la posibilidad de que conviertan a Urías en un relevista más tarde en esta temporada. Él podría ser la respuesta a algunos de los problemas de consistencia del bullpen, y ese movimiento podría ayudarle a aliviar el paso a lanzar una mayor cantidad de entradas la temporada que viene.

Al serle preguntado a principios de ese mes sobre cómo se mantendría a raya la cantidad de entradas de Urías y sobre la posibilidad de que se utilice como relevista, el director de desarrollo de jugadores de los Dodgers Gabe Kapler dijo que todavía no se ha tomado una decisión firme al respecto.

"Todo es posible", dijo Kapler. "Hay muchas variables, y por tanto, es difícil de predecir los roles. El trabajo de Julio es ser flexible y atlético para que esté listo para cualquier oportunidad que se presente".

Proyectando su temporada, si los Dodgers mantienen las salidas de Urías en el rango de las seis entradas, él podría hacer 10 aperturas antes de alcanzar las 100 entradas. Eso lo podría llevar al inicio de agosto. En ese punto, él podría convertirse en relevista por los dos meses restantes de la temporada.

Otro lanzador joven de los Dodgers que ha demostrado muchos aspectos positivos es Ross Stripling. El derecho fue enviado recientemente de vuelta a Oklahoma City, pero podría ser llamado de vuelta para mejorar el bullpen. Las entradas de Stripling también están siendo monitoreadas ya que hace apenas dos años fue sometido a una cirugía Tommy John.

Y un tercer lanzador joven prometedor es el puertorriqueño José De León, seleccionado en la ronda 24 del sorteo de 2013 pero que todavía no se ha tomado un cafecito en las Grandes Ligas. El derecho tuvo efectividad combinada de 2.99 entre Clase A y Doble A el año pasado. Este año ha tenido algunos problemas ya que ha tenido que lidiar con una lesión de tobillo, y ahora está sufriendo molestias en el hombro.

Pero el movimiento juvenil en la organización no se limita al departamento de pitcheo. El torpedero titular de los Dodgers Corey Seager ha lucido cómodo en su primera temporada complete en las Grandes Ligas, probando haberse adeptado bien tanto con el guante como con el bate.

Seager bateaba .263 en los primeros 47 juegos, pero tenía slugging de .452 - tercero mejor en el equipo - al llegar al día libre del jueves. Los otros dos mejores porcentajes de slugging pertenecen a jóvenes que también se han probado a sí mismos.

Joc Pederson no ha conectado cuadrangulares al mismo ritmo impresionante que tuvo la pasada temporada, pero a pesar de eso es el líder del equipo con ocho. Además lidera al equipo con 24 impulsadas, mientras su porcentaje de slugging de .512 es el segundo mejor de la novena.

El líder en slugging del equipo Trayce Thompson (.544) ha probado ser un hallazgo joven valioso luego de haber sido adquirido de los Cachorros de Chicago en un triple cambio que además incluyó a los Rojos de Cincinnati en la pasada temporada baja.

Thompson, quien probablemente hizo el equipo debido que Andre Ethier abrió la temporada en la lista de lesionados, ha forzado su entrada a recibir más tiempo de juego al aprovecharse de las oportunidades tempranas recibidas. Thompson, quien fue utilizado mayormente ante lanzadores zurdos al principio de la temporada, ha jugado en la última semana todos los días independientemente del lanzador rival de turno.

Aunque era más conocido por su defensiva antes de comenzar la temporada, Thompson todavía tiene que probar su habilidad completa con el guante. Pero ha crecido con el bate, promediando .282 hasta el jueves, además de siete jonrones, lo que lo coloca empatado con Seager con la segunda mayor cantidad en el equipo.

Aunque los Dodgers no parecieron muy agresivos en sus adquisiciones de jugadores en la temporada baja como en inviernos anteriores, el método para su locura podría haber asegurado puestos para que los ocuparan sus mejores jugadores jóvenes.

Una corrida de playoffs ahora podría depender de la consistencia continua del sorprendente Kershaw, combinada con el juego de los jóvenes y la producción de veteranos como Adrián González, Justin Turner, Yasmani Grandal y Howie Kendrick, quienes parecen estar progresando luego de arranques lentos.

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