SAN FRANCISCO - Piense en Julio Urías como una pila de sacos de arena, desplegados por los Dodgers de Los Ángeles en contra de una inundación temprana de lesiones. Nadie en la organización de los Dodgers piensa que él es una solución perfecta para la rotación, por su falta de experiencia, una poco refinada bola rápida y con limitaciones en la cantidad de lanzamientos.

Urias tomará de nuevo la bola en su cuarta salida en su carrera este domingo ante los Gigantes de San Francisco, y él podría empujar su cantidad de lanzamientos a 90-95. La esperanza es que se gane tiempo, en salidas consecutivas de cuatro o cinco innings, en lo que llegan los refuerzos.

La fuerte creencia en el personal es que una verdadera ayuda está en camino, en forma de Brandon McCarthy, quien continúa en progreso de la operación de reconstrucción de codo y podría unirse a la rotación pronto, y Hyun-Jin Ryu, quien sube en la escala de tratamiento médico, según escribe Andy McCullough.

Pero también hay mucha emoción sobre el arma en formación en su sistema de Ligas Menores: Frankie Montas, quien fue adquirido en un cambio de tres equipos con los Medias Blancas de Chicago y los Rojos de Cincinnati el invierno pasado, junto al jardinero Trayce Thompson y el infielder Micah Johnson.

Incialmente, los Dodgers anticiparon que Montas tendría la oportunidad como relevista por el entrenador Dave Roberts esta temporada, aplastando a los bateadores con una recta que ronda las 90 millas. Pero en las últimas semanas, los Dodgers cambiaron la opinión sobre la rotación, y usaron a Montas como abridor, y lució de gran forma en Triple A. Abrió ante Nashville en el segundo juego de la doble cartelera el jueves, y permitió una carrera en cuatro entradas, no dio pasaportes con seis ponches. En su siguiente salida, Montas ampliará el numero de lanzamientos y podría trabajar de cuatro a seis entradas.

Urias es una estrella en desarrollo que ha demostrado que con el tiempo podrá tener un alto impacto con los Dodgers. Pero probablemente no este año, porque se está acabando rápidamente las entradas.

Pero Montas es cuatro años más viejo, y debido a la lesión que lo frenó al inicio de este año, va a tener muchas entradas en los últimos tres meses y medio de la temporada.

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ORLANDO -- Los lanzadores abridores Max Scherzer y James Shields, los relevistas Andrew Miller y David Robertson y el jardinero Nelson Cruz han tenido actuaciones brillantes con sus nuevos clubes, tras firmar millonarios contratos en la agencia libre de Grandes Ligas del pasado invierno.

Scherzer, quien acordó por siete años y $210 millones de dólares con Washington, pelea el liderato de efectividad de Grandes Ligas con un promedio inferior a 2.00, tiene 123 ponches en 102 entradas y ha permitido un hit en sus últimas dos salidas. Shields, de San Diego, ha ganado siete de sus primeras ocho decisiones desde que firmó por $75 millones.

Miller, de los Yankees de Nueva York, tiene 17 salvamentos y efectividad de 1.03; Robertson, de los Medias Blancas de Chicago, cuenta con 14 rescates y efectividad de 2.35, y Cruz, de Seattle, ha sido uno de los bateadores más productivos de la Liga Americana. Cruz, Robertson y Miller ficharon por $58, $44 y $36 millones de dólares, respectivamente.

El cubano Yasmany Tomás (6 años/$68 millones con Arizona) batea .315 en su debut en las ligs mayores, el dominicano Hanley Ramírez (4 años/$88M con Boston) tiene 15 jonrones, 38 impulsadas y 41 anotadas, y el receptor Russell Martin (5 años/$82M con Toronto) ha pegado 10 cuadrangulares y exhibe un WAR de 2.5, justificando de alguna manera la gran inversión que realizaron sus equipos.

Sin embargo, la lista de jugadores caros, que por alguna razón u otra, han fracasado estrepitosamente en los primeros meses de sus nuevos pactos, no es pequeña.

El lanzador Jon Lester, quien dejó a Boston para fichar con los Cachorros de Chicago por seis años y $155 millones de dólares, no ha sacado provecho de pasar a una liga de ofensiva inferior. El zurdo tiene récord de 4-5 y efectividad de 3.80 y ha permitido 91 hits en 85.1 entradas, que no es exactamente un desastre, pero tampoco lo que esperaban los Cachorros por su gran inversión.

El antesalista venezolano Pablo Sandoval, un ganador de tres títulos mundiales en San Francisco que fichó con los Medias Rojas por $95 millones, ha generado más titulares relacionado a su peso y afición por las redes sociales que por el rendimiento en el terreno. Sandoval ha sido un mejor jugador en postemporada, pero no luce muy probable que alcance esa instancia en 2015, al menos no como está jugando Boston.

Su compatriota Víctor Martínez recibió $68 millones para seguir protegiendo al gran Miguel Cabrera en la alineación de Detroit, pero una lesión de la rodilla izquierda que requirió cirugía lo ha limitado por una gran parte de la primera mitad de temporada. Martínez, quien peleó el Jugador Más Valioso el año pasado, batea .235 con 22 carreras producidas en 132 turnos.

El antesalista norteamericano Chase Headley batea .256 con un WAR negativo (-0.5) después que fichó por $52 millones con los Yankees, mientras que el jardinero dominicano Melky Cabrera (.251 con un jonrón en 275 VB) ha tenido un arranque decepcionante con los Medias Blancas, que le otorgaron un pacto de $42 millones por tres años en la agencia libre.

Los lanzadores Brandon McCarthy, firmado por $44 millones por los Dodgers de Los Angeles, y Jake Peavy, $24 millones por dos años con San Francisco, y el bateador designado Billy Butler, $30 millones por tres años con Oakland, tampoco han justificado sus enormes cheques quincenales.

Pero al menos esos jugadores han estado en el campo intentando aportar para sus clubes, algo que el lanzador dominicano Ervin Santana no ha podido hacer después de recibir el mayor contrato que ha otorgado la organización de los Mellizos de Minnesota a un jugador en la agencia libre (4 años/$54 millones).

Y lo peor del caso es que Santana no ha sido bloqueado por un lesión, como McCarthy o Martínez, sino por una suspensión de 80 juegos (¡media temporada!) por violar el programa antidopaje de las ligas mayores. Santana, quien estaba programado para ser el pitcher #2 en la rotación de los Mellizos, fue suspendido un día antes de arrancar la temporada por dar positivo a la sustancia Stanozol.

El quisqueyano comenzó un programa de rehabilitación en las ligas menores y se espera que debute con Minnesota el domingo 5 de julio contra los Reales en Kansas City. Afortunadamente para Santana, los Mellizos han jugado una gran pelota en los primeros tres meses de la temporada y actualmente poseen uno de los dos puestos Wild Card que reparte la Liga Americana a los playoffs.

El lanzador tendrá una magnífica oportunidad de reivindicarse con sus nuevos aficionados, por supuesto, lanzando bien y ayudando a Minnesota a mantenerse en la búsqueda del boleto a las eliminatorias.

De lo contrario, el contrato de Santana fácilmente encabezaría la lista de los peores que se otorgaron en la agencia libre de Grandes Ligas el pasado invierno. Al menos en su primer año.

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