OEIRAS -- Será injusto dejar de lado a Tommy Haas. A los 35 años, el alemán ganó el ATP de Munich y festejó su decimocuarto título ATP. Pero su gran momento ya fue valorado por ESPNtenis.com luego de lo hecho por él en Miami.

Por eso, La Figura de la Semana a nuestro entender es Stanislas Wawrinka. El suizo cortó en Oeiras, Portugal, una sequía de dos años y cuatro meses sin títulos, ya que su último festejo fue en Chennai, allá en enero de 2011. Con 28 años cumplidos en marzo, este fue apenas el cuarto festejo de su carrera, demasiado poco para un jugador de su calibre, que parece dar lo mejor de sí ante los mejores pero con poca fortuna.

El helvético, de tenis heterodoxo, digno de manual, y con revés a una mano exquisito, ya había jugado una definición en 2013: justamente su verdugo había sido Ferrer, en Buenos Aires, duelo que reeditaron ahora en la península. El suizo se reía tras aquella final por la consulta de ESPNtenis.com sobre la cantidad de títulos que había ganado en su carrera. No porque sean pocos para cualquier terrícola, pero sí para alguien que vive su sexta temporada consecutiva entre los 25 mejores del mundo y que supo estar noveno en 2008.

"Es cierto que hay torneos menos importantes que otros, pero siempre hay grandísimos jugadores, como aquí lo fue David Ferrer". Decía en febrero, con algo de razón. Sin ir más lejos, en la edición del Abierto de Portugal 2012 cayó en semifinales con Juan Martín Del Potro, nada menos.

¿Cómo se explica, entonces, su permanencia en la élite? Gracias a su buen trabajo en los torneos grandes. Nueve veces alcanzó al menos los cuartos de final en Masters 1000 y en once ocasiones alcanzó la segunda semana en los torneos del Grand Slam, con los cuartos de final del Abierto de Estados Unidos 2010 y el Abierto de Australia 2011 como puntos más importantes.

Pero su pico de rendimiento se dio este año en Melbourne, donde batalló hasta caer 12-10 en el quinto ante Novak Djokovic, número uno indiscutido ahora y también en enero. "Es el mejor partido que he jugado", señalaba Wawrinka tras aquella contienda de 5 horas de juego. "Peleé como un perro, como siempre". La victoria se le esfumó. Pero no se alteró y siguió batallando con éxito en el circuito.

En marzo estuvo cerca de dar el golpe ante Roger Federer, su compatriota y espejo en muchos aspectos, pero no pudo y cayó 7-5 en el tercer set. Distinta fue la historia en Monte Carlo. Un lapidario 6-1 y 6-2 le propinó a Andy Murray aunque, claro, a las horas fue vencido por Jo Wilfried Tsonga en los cuartos de final.

Es que siempre rindió en polvo de ladrillo (su final en Roma 2008, semifinal en Monte Carlo 2009 y otros dos títulos en esta superficie lo acreditan) pero Magnus Norman, finalista en Roland Garros 2000, forma parte de su equipo de trabajo desde abril y eso ya se nota.

Padre desde 2010, sus tres hermanos jugaron al tenis en su Lausana natal, pero ninguno como él. ¿Podrá capitalizar su ductilidad y versatilidad en todas las superficies con más títulos en el corto plazo? ¿Podrá brillar y, además, doblegar a los mejores como hizo en Oeiras? ¿Podrá vivir un gran golpe que alcance a opacar su medalla dorada en dobles junto al propio Federer en Pekín 2008? El tiempo lo dirá. Esta vez tuvo su recompensa.

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MÉXICO -- La edición de 2014 del Australian Open será recordada por una final sorprendente tanto como emocionante. Stanislas Wawrinka llegó a su primer partido por un título de Grand Slam ante un Rafael Nadal que había tenido un 2013 magistral y que le había derrotado en sus 12 duelos previos.

El suizo arrolló al español en el primer set con un saque potente y un revés impecable que buscó siempre las líneas. En el segundo Nadal se desmoronó con fuertes dolores en la espalda y parecía que se retiraría del partido. Stan ganó también ese parcial pero inexplicablemente comenzó a fallar en el tercero y le dio vida a un Rafa que de pronto se movía mucho mejor. La recuperación no le alcanzó al de Manacor y Wawrinka cerró la faena para levantar su primer Grand Slam y convertirse en el primer tenista no llamado Federer, Djokovic, Nadal o Murray en conquistar un grande desde el US Open del 2009.

El 2015 plantea un panorama distinto. Lejos de apoyarse en su triunfo en Melbourne para vencer el miedo escénico en torneos importantes, Wawrinka cayó en primera ronda de Roland Garros y no pasó de cuartos ni en Wimbledon ni en US Open. Comenzó el 2015 titulándose en el Abierto de Chennai y solo se cruzaría con Nadal, su gran bestia negra, si llega a la final. En el camino sin embargo puede encontrarse con Novak Djokovic quien espera una revancha después de que el suizo le impidiera ganar su quinto abierto australiano al dejarle fuera el año pasado en un electrizante duelo de cuartos que terminó con un 9-7 de Stan en el quinto set.

Djokovic llega como favorito entre otras cosas porque ha dominado el torneo en cuatro de las últimas siete ediciones. La superficie dura de Melbourne Park ha inspirado su mejor tenis desde 2008 cuando ganó el torneo por primera vez. Después de su derrota ante Wawrinka en Rod Laver, llegó a la final de Roland Garros y ganó su segundo Wimbledon. Cerró el 2014 conquistando el Torneo de Maestros aunque no tuvo que jugar la final por el retiro de Roger Federer.

Su Majestad es la gran incógnita. El pasado reciente dice que Roger no tiene oportunidad en Melbourne. Su último título allí lo conquistó en 2010 y desde entonces se han disputado 18 finales de Grand Slam de las que Roger solo apareció en tres y apenas ganó una, Wimbledon de 2012. Fue su título 17 en Grand Slams pero a partir de ese momento Federer ha visto ganar tres grandes a Nadal, dos a Djokovic y dos más a Murray. Claro, Roger llegará a Melbourne Park en forma luego de vencer a Milos Raonic en la final de Brisbane y apuntarse su victoria 1.000 en el circuito.

Después de ganar el US Open en 2012 y el Wimbledon en 2013, Andy Murray se fue en blanco en los Grand Slams de 2014, un año que incluyó cirugía de espalda para él y el polémico cambio de coach de Iván Lendl a Amélie Mauresmo. El escocés buscará un impulso a su mejor nivel con su primer título en Australia.

La lista de aspirantes a sorpresa la encabeza Kei Nishikori quien se convirtió en el primer japonés en jugar una final de Grand Slam en agosto cuando le venció Marin Cilic para titularse en el US Open. El croata no estará en Australia por una lesión en el hombro. El joven búlgaro Grigor Dimitrov querrá confirmar que su llegada a semis de Wimbledon en 2014 no fue casualidad ni fortuna.

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