MilanGetty ImagesLo quiere el Barcelona, parece dificil...

BARCELONA -- Llegaron a Barcelona embarcados en un crucero de lujo que, curiosamente, hacía escala en la ciudad condal, y en apenas unas horas han alborotado el entorno azulgrana. De un tiempo a esta parte no hay verano en que Adriano Galliani, administrador del AC Milan, no revolotee por cataluña agitando el mercado del fútbol. Esta vez, el dirigente italiano llegó a Barcelona acompañado de Ernesto Bronzetti, agente FIFA que negocia fichajes y traspasos en el club lombardo. Una visita que coincide, también curiosamente, con el supuesto interés del Barça por el fichaje de Thiago Silva.

El Milan presume de una oferta de 40 millones de euros por el brasileño, probablemente, del Paris Saint Germain. "¿40 millones de euros por un central?", preguntan incrédulos los hinchas azulgrana. "El club fichará desde la recesión", añaden desde el club.

Históricamente, en la época moderna, al Barça le costó acertar con el fichaje de zagueros. La compra de Ronald Koeman en 1989 por 1000 millones de pesetas desató una agria y larga polémica (cerrada en 1992 con el gol del holandés en Wembley). El aficionado entiende que los goles (los goleadores) se pagan, pero invertir en un defensor siempre resultó complicado en can Barça.

Por la filosofía de juego que propone, encajar en la defensa del campeón de Copa resulta complicado. Además, dirigentes y entrenadores no estuvieron finos en las últimas selecciones y ni Martín Cáceres, ni Henrique, ni Chigrinskiy salieron airosos del desafío.

Ahora, con Abidal convaleciente de un trasplante de hígado y Fontás y Puyol recuperándose de una operación en la rodilla, el Barcelona se plantea reforzar de nuevo la defensa. Y encontrar la pieza adecuada resulta, otra vez, un reto.

En las inferiores, destacan Marc Muniesa (que en las dos últimas temporadas jugó más de lateral que de central) y Marc Bartra, de cuya madurez dependerán los minutos que puedan 'robarle' a los propios Puyol y Piqué. Pero desde el club andan con cuidado, preocupados por no quemar a sus jóvenes estrellas; haciendo equilibrios entre oportunidades y responsabilidad.

Con este panorama, ya nadie piensa en la vuelta de Mascherano a la medular, su posición más natural. Más allá de relevo y descanso, Piqué, probablemente el mejor central del mundo para el Barcelona, necesita a alguien en el vestuario que lo presione. Alguien que pueda quitarle el puesto si vuelve a dormirse en los laureles. Y eso hizo el curso pasado el argentino, ahora mismo, el número uno en el puesto de central en el equipo de Tito Vilanova. Thiago Silva, un año más, parece sólo un sueño.

Thiago Silva
APThiago Silva es pretendido por el Barcelona

BARCELONA -- Concluido el curso, el Barcelona intensifica el trabajo en los despachos. Sin Pep Guardiola, el director deportivo del club, Andoni Zubizarreta gana relevancia mientras planea junto a Tito Vilanova el diseño de la plantilla para la próxima temporada.

Los puestos a reforzar parecen claros. Sin Abidal, convaleciente de un transplante de hígado, urge contratar un lateral izquierdo e incluso un central. Delante, podría llegar también algún fichaje que ayude en la faceta goleadora a Leo Messi; una incorporación que no incomode al argentino, a la espera, eso sí, de que David Villa se recupere de la grave lesión en la tibia que le impide disputar la Eurocopa con España y de que Pedrito, lastrado también por las lesiones el curso pasado, mantenga el nivel exhibido en la recta final del campeonato.

Para el lateral izquierdo, suena con fuerza el nombre de Jordi Alba, defensor del Valencia. Formado en las inferiores del Barcelona, Alba abandonó el club azulgrana con 16 años. El futbolista, de poca estatura (1,72 m) y peso, apenas jugaba en el Barça y optó marcharse al Cornellà para disputar más minutos. De allí, lo fichó el Valencia.

A los 23 años, Alba se ha afianzado este curso entre los mejores laterales de la Liga. Su progresión es evidente y encajaría sin demasiados problemas en el perfil de lateral (le gusta proyectarse en ataque) que precisa el Barcelona.

En cuanto al central, como ya viene siendo habitual en los últimos años, vuelve a tomar protagonismo Thiago Silva, del Milan. El brasileño agrada en el Barcelona por su capacidad defensiva y, sobre todo, por su destreza con el balón en los pies.

También se baraja en los despachos del Camp Nou el nombre de Javi Martínez, del Athletic de Bilbao, un mediocentro que Marcelo Bielsa ha reconvertido en central. El futbolista navarro mantiene una muy buena relación con los pesos pesados del vestuario azulgrana tras compartir varias concentraciones con ellos en la selección española y ofrecería diversas alternativas tácticas al entrenador, pero su cláusula de rescisión alcanza los 40 millones de euros.

Delante, ajustar piezas resulta más complicado. Este año, el equipo se ha visto supeditado a los goles de Messi (73 en 60 partidos). Sin Villa (28 goles en 61 partidos en la campaña 2010-2011), lesionado, ni Pedrito, mermado por varios problemas físicos, el argentino ha tenido que asumir mayor responsabilidad en la faceta goleadora. Recuperado el canario, la rehabilitación del asturiano es ahora mismo una incógnita. De momento, El Guaje, en un alarde de honradez, ha renunciado a disputar la Eurocopa porque, apremiado por el tiempo, no se siente al cien por cien de sus posibilidades.

Más allá de los goles, es evidente que los intangibles que proporcionan Villa y Pedrito al equipo, y al juego de Messi, no los pueden aportar todavía los jóvenes Cuenca y Tello, recién ascendidos del filial. De hecho, este curso, la competitividad de La Pulga ha provocado escenas (gritos y malos gestos del argentino a Cuenca y Tello) que difícilmente se hubiesen visto con Villa o Pedro sobre el tapete. Pero encontrar un delantero que se asuma sin rechistar el papel ofensivo del rosarino no deriva en una tarea sencilla. De ahí que la recuperación de Villa resulte, más si cabe, fundamental para el Barcelona.

Por último en cuanto a los refuerzos, como sucedió con Guardiola, Tito Vilanova seguirá promocionando a las promesas de las inferiores. Así pues, si no son incluidos en ninguna operación de cambio, Tello, Bartra, Muniesa, Montoya y Jonathan Dos Santos podrían tener ya ficha del primer equipo.

En cuanto a las salidas, el hermetismo en el club es férreo. La entidad no quiere debilitar la plantilla, pero el buen cartel de algunos futbolistas podría favorecer su venta. Así las cosas, varios equipos rusos suspiran por el traspaso de Dani Alves, mientras que Keita mantiene buena prensa entre los nuevos ricos con intereses en el fútbol francés.

Comienza el interesante y siempre sorprendente periodo de fichajes y traspasos en Europa. Si localizan alguna perla pueden escribir a Andoni Zubizarreta, calle Arístides Maillol s/n, Barcelona.

Barcelona
EFEPep Guardiola se va del Barça con increíble foja de 14 títulos

BARCELONA -- Pim, pam, pum. Los jugadores del Barcelona disiparon en un minuto cualquier duda sobre su compromiso para afrontar la final de Copa. Tras quince días sin competir, bordaron los azulgrana la primera media hora ante el Athletic para noquear al conjunto de Bielsa, apabullado, con goles de Pedrito (2) y Messi.

El último partido de Guardiola al frente del mejor Barça de la historia (como mínimo así lo aseguran los títulos) sirvió pues para que Xavi levantara un nuevo trofeo. En total, el técnico catalán se marcha de la entidad tras sumar 14 de 19 títulos posibles. Una burrada.

Para despedir al entrenador, que lleva despidiéndose casi un mes, recuperó Pedrito su mejor versión después de un curso complicado por culpa de las lesiones.

Piqué y Mascherano dieron una lección de cómo se supera la presión sin sortear la pelota. Xavi, Busquets e Iniesta exhibieron técnica y táctica. Y Alexis, Pedrito y Messi, verticalidad y trabajo en la presión.

La Pulga firmó otro partido completísimo. Entendió que lo mejor para el equipo era sacar de atrás a Amorebieta, su marcador, y así generar espacios para sus compañeros. Además, volvió a marcar en otra final. Y se quedó a las puertas de firmar un nuevo tanto de videoteca. "Ha sido un privilegio para mí dirigir al mejor jugador del mundo", insistió Guardiola sobre el argentino en el postpartido.

La hinchada azulgrana celebró emocionada la victoria del Barcelona. También los futbolistas, conscientes de que, ahora sí, se terminó una etapa. Puyol, lesionado, cedió a Xavi el honor de levantar el trofeo, como en Wembley hizo con Abidal, a quien sus compañeros recordaron en los festejos.

En la grada, catalanes y vascos mostraron admiración mutua con cánticos y aplausos. Aunque entre los rojiblancos volvieron a rodar las lágrimas. A pesar de la derrota, la afición del conjunto vizcaíno instó a Bielsa a seguir una temporada más en la entidad, pero el rosarino no se pronunció al respecto, ni ante la insistencia de los periodistas.

Andaba tan apesadumbrado El Loco que apenas felicitó a Guardiola, generoso en abrazos con los suyos. Seguro de que su Barça mostró la mejor versión el último curso y "todavía lo hará mejor el año que viene". Palabra de Pep.

BARCELONA -- Defiende Pep Guardiola que la cantera del Barcelona no es mejor que la del Espanyol, Valencia o Real Madrid. "La diferencia entre nuestra cantera y la de otros clubes es que nosotros los ponemos", advierte el entrenador. E insiste: "Habrá quien tenga incluso mejor cantera que el Barça, pero nosotros los hacemos jugar".

En cuatro años, el técnico catalán ha dado la alternativa en el Camp Nou a más de 20 muchachos de las inferiores. Por eso, hoy llega el equipo a la final de Copa con 15 canteranos en la expedición. En el Vicente Calderón, espera el Athletic de Bielsa, que se ha llevado hasta Madrid a otros tantos jugadores formados en los campos de entrenamiento de Lezama. Barça y Athletic protagonizarán pues en las próximas horas un final peculiar.

El trabajo de Lezama lleva años dando frutos. Al frente de la cantera del Athletic está José Maria Amorrortu, exjugador y exentrenador del conjunto vizcaíno. Por la idiosincrasia del club (en el Athletic sólo juegan futbolistas vascos) el trabajo de formación resulta fundamental para el primer equipo, que siempre ha combinado la explotación del talento propio con el fichaje de los mejores jugadores vascos de clubes vecinos (Real Sociedad, Osasuna, Alavés, etc...).

Como ocurre con el Barcelona, son muchos los que levantan la voz cuando se encumbra la política deportiva de la entidad rojiblanca. Barça y Athletic, como la mayoría de clubes de Primera, pescan a sus jóvenes promesas cuando destacan en las inferiores de los clubes más modestos, en muchas ocasiones, a golpe de talonario. Y, cuando la ley no lo permite, ofreciendo trabajo o posibles a sus familiares.

Aún así, el atrevimiento de Bielsa y Guardiola resulta determinante para explicar el estallido del talento propio. El caso del Madrid, así lo confirma, con sus mejores promesas liderando la mayoría de equipos de la Liga y sin apenas canteranos en el once de Mourinho.

Cierto es que, como ocurre con la idiosincrasia del Athletic, el juego que defiende el Barça, bien definido e inegociable, facilita el paso del filial al Camp Nou. En La Masia, los chavales maman desde la escuela la filosofía futbolística que en su día implantó en el club Johan Cruyff. Nada fácil de asimilar para los que llegan de fuera.

Ocurra lo que ocurra hoy, desde un punto de vista romántico, asistir a un espectáculo como el que se espera en el Vicente Calderón es una suerte para los amantes del fútbol. Para la hinchada de cada equipo, la 'invasión' de jugadores criados en sus clubes resulta además un motivo añadido de orgullo. Un orgullo que pasa por la valentía de sus entrenadores, dispuestos a poner sobre el tapete a Susaeta, Muniain, Amorebieta, Aurtenetxe, Iraola, Iturraspe, Llorente, Piqué, Montoya, Xavi, Busquets, Iniesta, Messi, Pedrito o Cesc.

BARCELONA -- Los periodistas catalanes andan fascinados estos días con Marcelo Bielsa y su peculiar manera de entender el fútbol. Especialmente atentos a cómo prepara el Athletic la final de Copa, las anécdotas protagonizadas por el técnico argentino ocupan buena parte de su interés.

La admiración mostrada por Pep Guardiola hacia el Loco Bielsa aumenta la atención sobre el entrenador rosarino. Obnubilados quizá por los elogios de Pep, algunos señalaron incluso a Bielsa como candidato ideal a ocupar el banquillo azulgrana cuando el preparador catalán mantenía al barcelonismo en ascuas sobre su futuro. Pero, más allá de su obsesión por el ataque, el fútbol que proponen Bielsa y Guardiola, en esencia, guarda pocas similitudes.

Hoy, quise señalar las siete diferencias entre el fútbol del Bielsa y el de Guardiola. Y la verdad, no me costó:
Primera: El Athletic de Bielsa se plantea como prioridad el ataque, va a por el partido sin importarle el intercambio de golpes. A Bielsa le interesa atacar, no el control del juego. Quiere ser protagonista, pero no desde el gobierno.
El Barcelona de Guardiola, en cambio, apuesta por el ataque desde el dominio del juego; el conjunto azulgrana quiere que suceden cosas, pero sólo aquellas que le interesan. Para Pep el control es prioritario.

Segunda: El Athletic de Bielsa juega siempre con la máxima intensidad, siempre a tope, con una misma marcha: la quinta. Sin Pausa.
El juego del Barça, por el contrario, se basa en la pausa. Pausa, indispensable para lograr la precisión que anhela el juego combinativo de los azulgrana, y aceleración para lograr el desequilibrio.

Tercera: Bielsa apuesta por los marcajes individuales, los marcajes al hombre por todo el campo.
El Barça de Guardiola, en cambio, defiende siempre en zona, también las jugadas de estrategia.

Cuarta: Bielsa trabaja con un once muy definido y apenas realiza cambios. En caso de lesión o carga, el argentino mueve una ficha por zona (en el Athletic: San José, en la zaga; Iñigo Pérez, para el mediocentro o el lateral izquierdo; Gabilondo, en las bandas; Toquero por Llorente...). Con los habituales, plantea pequeñas variaciones: Muniain de extremo o interior; De Marcos de lateral o volante...
Acostumbrado a disputar varias competiciones, desde su llegada al banquillo azulgrana, Guardiola ha dado minutos importantes a la mayoría de sus jugadores. Siempre que puede, el técnico rota a los suyos, eso sí, prefiere trabajar con una plantilla corta.

Quinta: Para Bielsa los principios del juego son irrenunciables. El argentino es un entrenador extremadamente rígido en su propuesta.
Guardiola, por su parte, ha demostrado ser un técnico flexible: en los cuatro años que ha dirigido al Barça ha evoluciona el modelo. Ha jugado con defensa de cuatro y de tres; ha llenado el campo por dentro o ha optado por atacar por fuera, con Messi en varias posiciones, con extremos, sin extremos...

Sexta: La sexta diferencia es gentileza de Javier Mascherano. El Jefecito reveló hace unos días que en la gestión del grupo Guardiola es más cercano al jugador que Bielsa, que deja ese papel a alguno de sus auxiliares.

Y séptima: Bielsa y Guardiola defienden 'librillos' distintos en cuánto a métodos de entrenamiento y concentración. Al argentino le gustan los entrenamientos largos (esta semana, los jugadores del Athletic no se han librado ningún día de una sesión de dos horas) y suele concentrar a sus muchachos, en algunos casos, durante semanas (como hizo unos años atrás en Newells).
Pep, en cambio, opta por sesiones cortas e intensas y evita las concentraciones porque recuerda que, como jugador, se aburría solemnemente encerrado en un hotel.

Opciones distintas. Ninguna mejor que otra.

Man Utd v BarcelonaAP

BARCELONA -- El 20 de mayo sigue siendo una fecha señalada para la hinchada azulgrana, aunque de un tiempo a esta parte la efeméride haya perdido trascendencia.

Ronald Koeman explica divertido que cada 20 de mayo continua recibiendo llamadas de felicitación. Durante un tiempo, más incluso que para su cumpleaños, revela el holandés.

Un 20 de mayo como hoy, pero de hace ya 20 años, ganó el Barcelona la primera Copa de Europa de su historia, en Wembley, al Sampdoria, y con un tanto del zaguero. Un éxito al cual se amarró el culé durante 14 años, hasta que en 2006, Víctor Valdés, Gio, Rafa Márquez, Puyol, Oleguer, Edmilson, Van Bommel, Deco, Ronaldinho, Giuly, Eto'o y compañía conquistaran de nuevo el título europeo en París, con tantos del camerunés y Belletti; y con Frank Rijkaard al frente del equipo.

Para los hinchas más jóvenes, que el Barcelona alcance cada año los cuartos de final de la Champions es un signo de normalidad. No así para sus padres. Y menos aún para sus abuelos. El cambio de reglamento de la competición, que antes sólo disputaba el campeón de Liga, facilita el concurso en el torneo, pero competir hasta el final sigue reservado a los mejores.

Desde que Guardiola (titular en la final de Wembley del 92) se puso al mando del equipo azulgrana, su obsesión fue situar al club entre los grandes de Europa, entre aquellos que atesoran varias Champions en sus vitrinas.

En el mejor momento del conjunto catalán, cuando mejor jugó el Barça de Guardiola, cuando los títulos sucumbieron uno tras otro a su fútbol, Pep siempre se inclinó ante el Ajax, el Bayern, el Liverpool, el Milan o el Real Madrid, entidades con como mínimo cuatro 'orejonas' en su palmarés.

Finalmente, tras ganar en Roma (2009) y de nuevo en Londres (2011), así deja el entrenador a su Barcelona, codeándose en títulos, porque en fútbol los superó a todos, con los grandes de Europa. Lejos, eso sí, de Milan (7) y Madrid (9).

La Copa de Europa del 92, siempre en un puesto destacado en el museo de Camp Nou, hace un lustro que ya no está sola. Comparte aparador con sus gemelas en el espacio más fotografiado por los aficionados que visitan las instalaciones azulgrana. Veremos cuánto tardan en tener compañía. Aunque algunos lo crean, lo de ganar 'orejonas' nunca fue un hábito en Can Barça. De hecho, dicen que para que una costumbre se convierta en hábito tienes que repetirla 21 veces... Y eso, ni el Real Madrid.

Pep GuardiolaGetty ImagesGuardiola se va del Barcelona dejando una historia marcada en el fútbol mundial
BARCELONA -- A falta de poco más de una semana para la final de Copa, parece que a Pep Guardiola, tras anunciar su adiós del club, la temporada se le está haciendo larga. Oyéndole en las últimas ruedas de prensa, da la sensación que si pudiera, el entrenador del Barcelona se iría ya para casa. Y en ese clima prepara el equipo el asalto al último título del curso. Perdidas la Liga y la Champions, el partido más bonito del año, según han defendido siempre los protagonistas, no se vive en el Camp Nou con la ilusión que cabría esperar.

Es evidente que a Pep no le ha gustado cómo se han hecho las cosas respecto a su relevo. Y cansado quizá de hacer teatro ante los medios, esta vez, cuando se le pregunta al respecto no es taxativo. Con sus respuestas enredadas sobre su relación con Tito Vilanova y Andoni Zubizarreta, Guardiola enreda todavía más el ambiente.

El técnico ya ha advertido que el próximo año apenas le veremos el pelo. De hecho, rehúye cualquier pregunta acerca del futuro del equipo --sólo se saltó su propia norma para advertir que Dani Alves es un jugador "insustituible" para el Barça--. Realmente, el preparador parece vacío y todo indica que para llenarse necesita distanciarse del Barcelona.

En principio, este verano, Pep ha decidido pasar unos días disfrutando de los Juegos Olímpicos de Londres con su amigo Manel Estiarte, exmiembro del COI (Comité Olímpico Internacional). Y de cara al próximo curso, el entrenador medita trasladarse con la familia a Estados Unidos, según reveló el periodista Lu Martín en el diario El País.

Guardiola necesita llenarse lejos de lo que le ha dejado vacío y, sobre todo, no quiere convertirse en parte de ese venenoso entorno que, históricamente, tanto ha desestabilizado al equipo azulgrana. Antes, le queda preparar otra final. Una final que el Barça afrontará sin apenas zagueros, el último en caer ha sido Dani Alves que, entrenándose, se rompió la clavícula.

BARCELONA -- El primer día que Pep Guardiola decidió situar a Javier Mascherano como central, el futbolista reveló sorprendido que nunca antes había jugado en esa posición. "De lateral, alguna vez", puntualizó entonces el argentino. Un año después, lesionado Puyol, enfermo Abidal y con Piqué fuera de forma, Mascherano es el primer central del Barcelona. Indiscutible. "En mi carrera hay un antes y un después de Guardiola, él me cambió de posición y me ha convertido en un tipo de jugador que ni me imaginaba", reconoce el de San Lorenzo.

Javier Mascherano
Getty ImagesEl argentino seguirá en el club culé hasta 2016
Ante el Betis, El Jefecito firmó una primera parte excepcional como defensor, aunque en la segunda se contagió de la espesura azulgrana.

Concluido el curso liguero, esta temporada Javier ha asumido su nueva responsabilidad con autoridad y oficio. En la zaga, Masche se ha mostrado intuitivo, rápido y seguro. Cómodo viendo el juego de cara. Mucho más tranquilo con el balón que hace unos meses.

Su titularidad en la final de Copa parecía asegurada incluso antes de lesionarse Puyol. Y es que el buen hacer del argentino ha evidenciado más si cabe la desidia de Piqué.

Mascherano es un jugador importante para el Barça dentro y fuera del campo, querido y respetado en el vestuario por sus compañeros y fuera de él por la hinchada.

En cambio, la veda parece abierta en el caso de Dani Alves, que, expulsado, dejó al Barcelona con diez en el Benito Villamarín. El brasileño aparece en todas las quinielas de traspasos, por lo que sorprendió la contundencia con que Guardiola defendió al lateral tras el duelo con el Betis. "Dani es insustituible", zanjó el entrenador cuestionado sobre la continuidad de Alves en el club. A pesar de firmar un final de temporada desafortunado, Pep sabe que el brasileño le ha permitido experimentar con decenas de ajustes tácticos esta temporada. Sin Alves, el Barcelona, probablemente, apenas hubiese probado el 3-4-3.

Aún así, el club, preocupado por el nivel de concentración del brasileño en lo profesiona, medita su salida del equipo a la espera de que se confirme alguna de las jugosas ofertas (Rusia, Francia...) que han sonado hasta el momento.

Carles PuyolJavier Soriano/Getty ImagesEl capitán se pierde la final de la Copa del Rey y la Eurocopa con España

BARCELONA -- Cuando no es uno, es el otro, pero tantos años en la élite del fútbol pasan factura a tres jugadores fundamentales para el Barcelona: Xavi, Iniesta y Puyol.

El último en pagar las exigencias de la competición, sin apenas descanso, ha sido el capitán. Puyol tiene una lesión en el cartílago de la rodilla derecha, según pudimos saber desde ESPNDeportes.com porque el club no informó el problema del zaguero, y pasará por el quirófano el próximo sábado para reparar su dolencia con una artroscopia.

El central se pierde pues la final de la Copa del Rey y también la Eurocopa. Un torneo que, en principio, pretendía ver desde casa, porque concluído el Mundial de Sudáfrica, Puyol anunció que se retiraba de la selección española. Fernando Hierro, entonces director deportivo de la Federación, y el seleccionador Vicente del Bosque convencieron al futbolista catalán de que continuara, como mínimo, hasta el campeonato europeo, pero, finalmente, la rodilla del defensor cedió justo a un partido de cumplir los 100 oficiales con La Roja. El capitán del Barça debutó en 2000 con la selección y ha disputado dos Eurocopa y tres Copas del Mundo.

El caso de Xavi no dista mucho del de Puyol. El volante arrastra desde hace un par de años una tendinitis severa en los tendones de Aquiles que le provoca, además de un dolor difícil de soportar, microlesiones musculares en la zona del sóleo, justo por debajo de los gemelos, en la parte posterior de ambas pantorrillas.

Tratado con factores de crecimiento, lo único que mejora y alivia el estado del centrocampista es el descanso. Pero a Xavi le cuesta dosificarse. La presión del entorno de la selección española tampoco se lo pone fácil. El comportamiento de los futbolistas catalanes respecto a La Roja sigue mirándose con lupa desde algunos sectores.

Esta temporada, los tendones han vuelto a mermar el concurso con el Barça de Xavi, ausente en algunos partidos y lastrado en otros por el dolor. Veremos cómo puede afrontar el cerebro azulgrana la Eurocopa.

En cuanto a Iniesta, la exigencia de una profesión fantástica pero siempre expuesta al juicio público ha repercutido también en el interior azulgrana. Entre 2009 y 2010, las lesiones musculares sumieron a Andrés en un estado de desánimo profundo del cual pudo resarcirse con su gol en la final del Mundial de Sudáfrica. Esta temporada, Iniesta ha vuelto a sufrir algún bajón anímico del cual, ahora mismo, parece recuperado.

El manchego firma un final de curso a muy buen nivel, en una forma estupenda. Y el Barcelona suspira porque así siga de cara a la final de Copa y el inicio del próximo curso.

La Eurocopa deberá de confirmar también la recuperación de Piqué, apartado del once de Guardiola por su baja forma y el estado excepcional de Puyol y Mascherano, y la rehabilitación de Villa (lesionado de gravedad en la semifinal del Mundiales de Clubes), ansioso por disputar el torneo europeo y ahora mismo una de las incógnitas cuya progresión marcará el fichaje de refuerzos en el Barcelona.

BARCELONA -- Emocionado todavía por la conmovedora despedida que le brindó el Camp Nou, Pep Guardiola volvió a hacer gala de su habitual modestia y proclamó públicamente que gracias a Leo Messi él es mejor entrenador. "Leo me ha ayudado a ser un preparador reconocido", insistió el técnico, cuestionado por la gran actuación del rosarino frente al Espanyol. Y es que, en el día de Guardiola, La Pulga logró robarle los focos durante 90 minutos. Suficientes para seguir batiendo récords.

Guardiola
EFEPep vive actualmente en la ciudad Nueva York

Probablemente, Pep no hubiese imaginado mejor homenaje que el vivido, con una victoria contundente de su equipo y la muestra del agradecimiento sincero tanto de los jugadores como de la hinchada culé. Aún así, el entrenador, siempre obsesionado y exigente en lo profesional, decidió encontrarle un pero al final de esta historia: "No haber alargado el proyecto hasta Munich", dijo.

Tras el derbi, Guardiola andaba felizmente triste y quiso despedirse del estadio como lo hizo cuando era jugador, saborear el momento con los focos ya apagados, con la grada vacía. Entonces, una hora después del partido, Pep regresó al césped del Camp Nou en compañía de su mujer, Cristina, su padre, Valentí, y sus hijos, Màrius, Maria y Valentina.

Los últimos días se le están haciendo duros al entrenador del Barcelona, forzado a teatralizar algunas situaciones para evitar malentendidos. Se empeña cierta parte del entorno en buscarle enemigos en el vestuario y fuera: El presidente, su ayudante y sustituto, la estrella...

¿Sintió alguna vez John Ford celos de John Wayne? Seguramente, no. Quizá algún día tuvieron sus más y sus menos, pero el director eligió más de 20 veces al actor como protagonista de sus películas porque pensó que las hacía mejores.

A las 00.41 horas (de Barcelona) abandono el Camp Nou, Guardiola sigue en el césped con su familia.

BARCELONA -- A pocas horas de que Pep Guardiola dirija su último partido desde el banquillo del Camp Nou, la hinchada del Barcelona prepara su despedida con la sensación de que la marcha de Pep no es un adiós, sino sólo un hasta luego. La mayoría de culés con los que hablo, se pronuncian, como mínimo, en este sentido.

Guardiola
EFEPep y Pochettino, antes del clásico de la ciudad

Creer en un hipotético regreso del entrenador al club resulta para muchos un consuelo. Algunos, ven incluso en Guardiola al futuro presidente de la entidad. Los más devotos, al futuro presidente del gobierno de Cataluña.

Pep, en cambio, preferiría concluir esta etapa sin hacer demasiado ruido. Imposible. Pocas veces en la historia del Barcelona la afición azulgrana pudo despedir a uno de sus referentes con gratitud y sin acritud. De hecho, la mayoría de ídolos del barcelonismo, como el propio Guardiola, Luis Suárez, Maradona, Schuster, Neeskens, Sotil, Zubizarreta, Laudrup, Romario, Cruyff, Ronaldo o Rivaldo dejaron el club de forma traumática.

Quizá el de Santpedor logre virar también esa dinámica autodestructiva tan propia de la afición azulgrana de la misma forma que ha hecho con el recurrente pesimismo culé, ahora hincha orgulloso, a pesar de los últimos tropiezos del equipo en Liga y Champions.

Desde el club, se prepara un homenaje que agrade al entrenador, todavía exigente con sus jugadores porque aguarda la final de la Copa del Rey, pero cada día más condescendiente en otras cuestiones que antes observaba con extremo rigor.

AL INICIO