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El debate por Melky Cabrera

Melky Cabrera lidera a los bateadores en MLB con 47 imparables en lo que va de temporada. Abelimages/Getty Images

El pelotero que lidera a la Liga Americana en hits batea .341 y, sí él sigue jugando de esta manera, podría terminar la temporada alrededor de los 240 imparables y 80 extrabases. Ese tipo de estadísticas lo pondrían en el seno del debate para ser nominado al Juego de las Estrellas y un lugar en el top 10 del premio al Jugador Más Valioso.

Sin embargo, el nombre de dicho jugador es Melky Cabrera, quien fue suspendido por utilizar sustancias prohibidas para mejorar su rendimiento hace dos temporada.

¿Qué deberíamos pensar sobre esto?

En resumen: Lo que tú quieras.

Sí prefieres tomar su rendimiento actual por lo que los números reflejan lo que es y otorgarle el beneficio de la duda creyendo que él está jugando limpio, bueno, esa es tu prerrogativa. Por otro lado, sí prefieres pensar sobre Cabrera como un jugador que simplemente está recuperado de una lesión -- un tumor fue descubierto en su espina dorsal a mediados de la temporada pasada -- entonces eso es razonable. Debido a las nuevas reglas de la Asociación de Jugadores de las Grandes Ligas, Cabrera -- al igual que cualquier otro jugador -- está sujeto a muchas más pruebas antidopaje, tanto al azar como predeterminadas, que nunca antes. Tú puedes elegir confiar en que los logros de Cabrera en este arranque de temporada son legítimos.

Pero si tú prefieres ser escéptico y preguntarte sí en realidad él no estará haciendo trampa, entonces bueno, eso es perfectamente razonable. Cabrera ha sido un jardinero que ha pasado por varios equipos durante gran parte de su carrera, dejado libre por los Bravos a los 26 años antes de que él repentina y milagrosamente llegase a formar parte de un club selecto de bateadores élite. Al mismo tiempo, Cabrera -- un buen amigo de Alex Rodríguez -- se convirtió en un cliente de Biogénesis y dio positivo en una prueba antidopaje en su segunda temporada como estrella.

En vez de admitir su error inmediatamente, él intentó cubrir sus huellas.

Él obtuvo un contrato por dos años y 16 millones de dólares con los Azulejos y ahora él arrancó el año de manera increíble a medida que él se prepara para volver a ser un agente libre tras esta temporada. Sus números se parecen mucho a los que él obtuvo durante el verano de su suspensión.

Entonces, sí tu quieres pensar que el timing de su productividad es más que una mera coincidencia y prefieres pensar que él está haciendo trampa, entonces él se ha ganado esa sospecha. Mientras que la asociación merece contar con un montón de elogios por la manera en que ha incrementado la frecuencia de las pruebas y la dureza de los castigos, la realidad indica que la recompensa por hacer trampa todavía le gana por mucho al riesgo de ello bajo el sistema actual.

Sí Cabrera llega a pasar por toda esta temporada con estadísticas impresionantes y ningún dopaje positivo, quizás él llegue a obtener un nuevo contrato por tres años y 30 millones de dólares -- posiblemente quizás todavía más que eso. Sí él llegase a dar positivo y volviese a ser suspendido tras firmar dicho vínculo, él afrontaría una suspensión por un año como infractor por segunda vez, pero a la misma vez él todavía se llevaría dos tercios del dinero.

Imagínense a un ladrón de bancos siendo atrapado cuando sale por la puerta con las manos llenas de dinero -- y que su condena sea libertad condicional sin pasar ni un día en la cárcel mientras que a la misma vez se le permita quedarse con dos tercios del dinero robado. Ese es el defecto principal de la política antidopaje, y esto no será arreglado en un futuro cercano ni mucho menos debido a que la asociación no quiere considerar ningún compromiso que le permita a los equipos anular los contratos de sus jugadores debido a la preocupación ante el precedente que sería generado por ello.

Sin embargo, sí un pelotero como Cabrera firmara un contrato por más de un año tras ser suspendido, nadie debería tenerle lástima al equipo involucrado. Ellos contarían con la misma información que el resto de nosotros, o quizás más todavía, y ellos estarían haciendo su propio pacto con el diablo. Los Mets de Nueva York le dieron un contrato por dos años y 20 millones de dólares a Bartolo Colón, sabiendo que no tiene sentido que un lanzador que va a cumplir 41 años en 18 días pueda contar con una bola rápida más eficaz que hace ocho años. Los Cardenales de San Luis contrataron a Jhonny Peralta por cuatro años a cambio de 53 millones de dólares durante el invierno pasado después de que él se viese involucrado en el escándalo de Biogénesis -- o sea, una apuesta calculada que contaba con que su sólido 2013 se debió más a la capacidad natural de Peralta que a las drogas que él tomó. Peralta actualmente cuenta con un promedio de bateo de .232 con siete cuadrangulares en su haber, y sí al final los Cardenales no terminan obteniendo los resultados que esperaban a cambio de lo que pagaron entonces, bueno, en realidad ellos quizás obtuvieron exactamente los resultados por los que pagaron con los ojos bien abiertos.

Otros peloteros están viendo a los tramposos que utilizan sustancias prohibidas para mejorar su rendimiento con más bronca y animosidad que nunca antes, considerándolos culpables de básicamente robarles dinero y oportunidades a sus colegas. Aun sí Cabrera llegase a acercarse a un promedio de bateo de .400, existen jugadores que dirán en privado que jamás considerarían votar por él en la encuesta a los jugadores para nominar a los miembros del equipo del Juego de las Estrellas.. Cabrera probablemente no contará con el apoyo necesario de parte de los aficionados para ser elegido. El asunto podría terminar dependiendo de John Farrell, el manager de los Medias Rojas, y de su capacidad para tomar una decisión complicada sobre sí Cabrera merece formar parte de su nómina de suplentes.

Sí Cabrera termina formando parte del equipo, él se habrá ganado su lugar en este debido a su productividad. Sí Cabrera se queda afuera del equipo, también habrá hecho merito para que eso suceda.

Todo es justo.