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Aumenta la presión para los Dodgers, pero deben desistir de Chapman

NASHVILLE - A medida que se siguen completando movimientos y los equipos siguen mejorando, la presión aumenta sobre los Dodgers de Los Angeles, más que sobre cualquier otra franquicia en MLB.

L.A. ha ganado los últimos tres banderines en el Oeste LN, pero los Diamondbacks de Arizona lograron arrancarle uno de los tres mejores lanzadores del béisbol al roster de los Dodgers, gastando grandes cantidades de dinero en Zack Greinke, y el martes en la noche, los D-backs intercambiaron tres cotizados prospectos por Shelby Miller. Aunque es debatible si estos acuerdos representan una sabia decisión de negocios a largo plazo, no hay duda de que Arizona será mucho más formidable en el 2016.

Mientras tanto, el principal rival de los Dodgers, los Gigantes de San Francisco, añadieron ayuda en su rotación al conseguir a Jeff Samardzija, y aparentan tener los recursos para hacer por lo menos dos movidas importantes, la adquisición de un jardinero de esquina - quizás Alex Gordon -- y un lanzador abridor adicional.

Los Dodgers están absorbiendo todo esto y están formulando una respuesta, discutiendo un posible mega acuerdo por José Fernández, una transacción que sería tremendamente cara porque Miami no tiene ninguna presión de cambiar a su as ahora mismo. Ellos pueden alejarse de las discusiones hasta que encuentren el acuerdo perfecto, y en el otro lado de la mesa, el ex manager de los Dodgers Don Mattingly puede conducirlos hacia los mejores activos en el sistema de fincas de, con un conocimiento de primera sobre cómo se siente la oficina principal del equipo sobre cada uno de los prospectos.

Pero lo que los Dodgers debieron haber hecho el martes, y lo que todavia pueden seguir haciendo, es cerrar la puerta a tener más conversaciones sobre la adquisición del cerrador de los Rojos Aroldis Chapman, y lo debieron haber hecho de forma ruidosa y pública.
Si una gran parte del plan era juntar un histórico y poderoso bullpen, con Chapman y Kenley Jansen ubicados primero y tercero, respectivamente, en ponches por cada nueve entradas, ellos necesitan abandonar eso. Ellos necesitan moverse.

Es posible que la búsqueda por Chapman ya haya concluído, como indicó una fuerte el jueves. Mark Saxon reportó que el acuerdo proyectado no está complamente muerto.

Tiene que terminarse. Andrew Friedman corre las operaciones de béisbol de los Dodgers, y él debería declarar enfáticamente hoy que, a la luz de nueva información, su equipo se está moviendo en otra dirección. Y él debería utilizar el púlpito del momento para declarar la postura de su organización, que tiene uno de los perfiles más altos en los deportes profesionales. Es la decisión correcta, y es la decisión fácil.

Cuando Friedman era gerente de los Rays de Tampa Bay, había jugadores en su plantilla con historias malas fuera del terreno. Otros jugadores dentro de la organización estaban temerosos del jardinero Elijah Dukes y preocupados por su ira. En la primavera del 2007, a la esposa de Dukes se le otorgó una orden de protección contra él luego que este la amenazara y le dejara un mensaje de voz amenazante. Jugó 52 partidos para los Devil Rays esa temporada antes de ser cambiado a los Nacionales de Washington.

Willy Aybar tuvo problemas con los Bravos, y dos semanas después luego de que Tampa Bay lo adquiriera en enero del 2008, fue arrestado bajo cargos de violencia doméstica. Jugó tres temporadas con los Rays, y luego de su salida, fue arrestado nuevamente en el 2011 y acusado de haber atacado a su esposa. Josh Lueke fue arrestado en el 2008, cuando era miembro de la organización de los Vigilantes, y acusado de violación; luego se declaró no culpable. En noviembre del 2011, los Rays lo cambiaron.

Pero los Rays no son los únicos en emplear jugadores con pasados turbulentos. Julio Lugo fue arrestado y acusado de atacar a su esposa en la primavera del 2003 y posteriormente fue cortado por los Astros; siguió jugando para otros siete equipos. Pero como Friedman corre a los Dodgers, él está en un lugar diferente, y más al punto, este es un tiempo muy diferente. Las Grandes Ligas ahora tienen en función una nueva política sobre violencia doméstica, intentando no pasar por lo mismo que le ocurrió a la NFL con los escándalos de Ray Rice, Adrian Peterson y Greg Hardy. El dueño de los Cowboys Jerry Jones ha sido muy criticado por firmar a Hardy, y por su continua defense del jugador, particularmente luego de que salieran a la luz detalles y fotos sobre el ataque a su ex compañera.

Debido a las contradicciones en los detalles del incidente de Chapman, él no fue arrestado, y no está claro si será castigado por Grandes Ligas, o por cuánto tiempo.

Lo que si se conoce de seguro es lo que ocurrió en la noche del 30 de octubre. Tomado de la historia de Katie Strang, un seguimiento del reporte inicial publicado por Yahoo el lunes en la noche:

Oficiales del Departamento de Policia de Davie acudieron al hogar de la pareja aproximadamente a las 11 p.m. en respuesta a un "disturbio doméstico donde se disparó un arma de fuego de tipo desconocido". La novia de Chapman le dijo a la policía que él la había empujado durante una pelea y que ella había escuchado "disparos de escopeta", que provocaron que ella corriera hacia el exterior de la residencia y se escondiera detrás de unos arbustos hasta que logró contactar a la policía.

La niña pequeña de la mujer estaba todavía en la casa cuando llegó la policía, y la mujer le dijo a los oficiales que había corrido hacia fuera "porque estaba asustada por ella y por su hija".

De acuerdo con el reporte policiaco, Chapman le dijo a los oficiales que ambos estaban discutiendo sobre su teléfono celular en un cuarto separado cuando él "se molestó" y "la empujó contra la pared". Su hermano intervino para romper la pelea, y su madre también intentó intervenir.

Los oficiales que llegaron a la escena hicieron varios intentos para hablar con Chapman tras su llegada, y establecieron un perímetro para interrogar a los testigos involucrados en el incidente y para buscar armas.

Cuando Chapman apareció, él le dijo a los oficiales que, durante una pelea por su celular, "él utilizó su dedo índice y medio, que golpeó a su novia con la punta del dedo en el hombro izquierdo, y le dijo que no le hablara de esa forma. Él dijo que ella se cayó al suelo y que comenzó a gritar", de acuerdo con el reporte policial.

Luego que la pelea se calmara gracias a los miembros de la familia, Chapman le dijo a la policía que se sentó en el asiento del pasajero de su vehículo y que "golpeó el cristal del lado del pasajero con su puño izquierdo dentro del vehículo, creando una laceración en el nudillo del dedo meñique de la mano izquierda".

Chapman, de acuerdo con el reporte, dijo que cuando fue a buscar su pistola, se encerró a sí mismo en el garaje, por lo que disparó "varios tiros" y luego lanzó la pistola al suelo dentro del garaje. Investigadores criminales luego recuperaron ocho casquillos de bala dentro del garaje.

Eso debería ser suficiente para los Dodgers, quienes deberían operar bajo la presunción de que hay más cosas en esta historia que no se conocen. Si Chapman hubiese estado ya en su plantilla, ellos tendrían que esperar a que surgieran más detalles antes de tomar una decisión sobre el curso de acción a seguir - pero no lo está. Ellos ya tienen un cerrador en Kenley Jansen, y de hecho, ellos ya tienen otro jugador, Yasiel Puig, quien ya está bajo investigación de MLB por otro alegado caso de violencia doméstica.

Friedman está en una gran posición de hacer lo correcto, de forma enfática. Es mejor poner tierra de por medio, y esa es una decisión fácil.

Los Dodgers están enfocados en este momento en mejorar su plantilla, debido a los movimientos y mejoras de los Diamondbacks y los Gigantes. Pero Friedman es inteligente, y ha contratado un gran grupo de personas inteligentes a su alrededor, y de seguro que existen otras maneras de hacer mejor a este equipo, buscando otros jugadores. Si es impuesta una suspensión, o si ocurre otro incidente, eso es lo último que necesitan los Dodgers.