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¡Compiten!

El América ha vuelto al sitio que tradicionalmente le corresponde en el futbol mexicano y lo ha hecho superando muchos obstáculos, que incluyen errores en la confección del plantel, bajas de juego, indisciplinas y hasta falta de forma física. Hoy, sin garantía alguna, está entre los 8 mejores del campeonato y una vez en liguilla, su camiseta y su entrenador lo convierten en un rival peligroso...

CIUDAD DE MÉXICO -- Es evidente que este América no juega como quiere, pero hace lo que puede...

En medio de bajas de juego, malas decisiones directrices, lesiones, indisciplinas y hasta cansancio físico, ha encontrado la imagen y la presencia de Ricardo Antonio La Volpe. Tras un dubitativo inicio, el América compite ya entre los 8 mejores del torneo y quizá no le alcance para más, tal vez encuentre el tope dentro de su gran esfuerzo contra la disfuncionalidad futbolística que le aqueja, pero con el peso de su camiseta y un entrenador de vasta experiencia, no habrá que descartarles jamás.

Jugando bien por momentos y mal, muy mal por la mayor parte de los partidos, alejado de un estilo, primero el de casa --que tiene su historia y su trascendencia-- y luego el del propio La Volpe --que tiene su legado con el alguna vez famoso Lavolpismo-- el América corre, pelea en cada rincón de la cancha, espera y contragolpea letalmente con un 'todo terreno' llamado Oribe Peralta que suele aparecer en los instantes decisivos del juego. La Volpe ha acomodado la defensa de tal forma que el equipo no ha recibido ni un sólo gol en el Azteca --llamó Beckenbauer al joven Edson Alvarez que cada día luce mejor-- y adelante, justo donde le absorben las dudas, en la zona de elaboración del juego, aparece más el ímpetu y la determinación que la genialidad o la magia. Con Cecilio Domínguez yendo y volviendo del sanatorio, con Carlos Darwin Quintero no en su mejor momento, con un Michael Arroyo intermitente, con el brasileño Da Silva que a ratos quiere y en otros no, ha encontrado a un chico, niño todavía, de 16 años, Diego Lainez, quien le da algo de ese futbol diferente que puede abrirle el camino a los triunfos y sin duda, una esperanza para aferrarse hacía el futuro.

Cómo estará este América de La Volpe que el sábado, mientras le ganaba con apuros al Monterrey en el Azteca, termino el partido jugando con siete futbolistas nacidos en México.

La crisis que el América ha encontrado en este campeonato tiene razones muy claras. Alguien decidió tomar decisiones equivocadas --pudo ser Peláez o pudo ser Romano. No importa. Lo que queda claro es que lo único que realmente reforzaron fue la portería, con Agustín Marchesín, cuando era esa, justamente, la posición que menos necesitaba cambios. Entregaron --ese es el término adecuado-- a Sambueza y a 'Oswaldito' Martínez sin tener a los substitutos apropiados y no pudieron negociar. Carlos Darwin Quintero para traer al colombiano-mexicano Avilés Hurtado, el futbolista que deseaba el entrenador.

La Volpe no es ningún tonto. Todo lo contrario, cuando se trata de la cancha, difícilmente, en México, alguien sabe más que él. Desde el inicio se dio cuenta que no le habían entregado los futbolistas necesarios para montar un equipo con las características propias de su futbol. Y entonces dijo: 'Si no tengo talento, tengo garra y espíritu'. Y en un equipo como el América eso puede, de pronto, alcanzar para devolverle, por lo menos, un carácter competitivo. Ha reactivado a la cantera de club --la misma que Peláez olvido desde las exportaciones de Ochoa, Reyes y Jiménez-- y ha tratado de sacar el mayor provecho posible de lo que tiene, entre ellos, Peralta, un veterano, a quien no le importa salir del área, buscar balones, pensar, filtrar o definir como lo hizo el fin de semana.

No es que La Volpe haya hecho un milagro, pero hay que reconocer que ha puesto al América ya en un sitio desde donde puede ser peligroso para los rivales y para efectos de la liguilla, instancia a donde estoy seguro, el equipo llegará.

El América no juega como quiere, pero hace lo que puede. Y tiene una camiseta poderosa y a La Volpe. Y eso es suficiente para temerles.

@Faitelson_ESPN