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Les "queda grande" Cruz Azul...

Paco Jémez y los futbolistas no han podido con el peso histórico de la camiseta celeste y es evidente, también, que Cruz Azul, como proyecto, se ha agotado, se ha anquilosado y que es tiempo de revisar sus estructuras y de reconstruir la institución futbolística. Eso, sin embargo, no lo puede hacer ni Jémez, ni "El Yayo" de la Torre ni "El Chaco" Giménez. Eso esta en manos de Billy Álvarez...

CIUDAD DE MÉXICO -- Me apena lo de Cruz Azul. No me gustan las burlas y las ironías que circulan en las redes sociales sobre un club que ha fincado su grandeza en la nobleza de sus cooperativistas, en una empresa orgullosamente cien por ciento mexicana, en un visionario como Don Alfredo Álvarez Macías, en héroes de la cancha como Miguel Marín, Nacho Trelles, Vera, Jara Saguier, Bustos, Quintano, "El Kalimán" Guzmán, "El Conejo" y Hermosillo y sobre todo en una afición pasional, entregada y querida. Llegó el momento en que Cruz Azul debe reconstruirse, volver a nacer, a partir de su propias cenizas.

Lo que son las cosas y hablando de modelos futbolísticos: hace poco más de 20 años, mientras nacía el proyecto que hoy vemos y reconocemos fortalecido en Pachuca, el Cruz Azul era justo el estandarte a seguir de Jesús Martínez. Desde la parte deportiva y hasta la administrativa, los Tuzos tenían, en la entidad azul, una imagen y un camino al cual perseguir. Más ironías del destino: el primer campeonato y el despegue definitivo del Pachuca como una institución futbolistica ocurrió a partir de una noche mágica en el Estadio Azul, con aquel gol del argentino Glaría que contra todos los pronósticos le dio al entonces modesto equipo hidalguense su primer título en la historia del futbol mexicano. Hoy, el Cruz Azul añora el modelo que Pachuca ha logrado en la cancha.

Hay situaciones en el futbol que terminan engañando los sentidos. La llegada de Paco Jémez parecía positiva. No lo ha sido. Los números son evidentes más allá de que el entrenador se defiende afirmando que el equipo genera futbol y que sus jugadores entregan hasta la última gota de sudor en el campo. Eso no basta. Y Jémez debe entenderlo: Cruz Azul es un equipo que necesitaba y necesita resultados urgentes. Cuidar las maneras, el estilo está bien, pero no colocarle en el sitio donde debe competir en la tabla no se justifica con nada. Y luego y siempre están los futbolistas. Algunos de ellos, sobrevalorados. No han pesado en la cancha. Les ha quedado "grande" la camiseta celeste.

Tal parece que ha llegado el momento en el que Billy Álvarez debe darle un vuelco, una transformación completa y rotunda al modelo deportivo de Cruz Azul. Es tiempo de buscar nuevos nombres, otros pensamientos, otros proyectos, ideas y hasta una propuesta distinta de mercadotecnia que aleje el nombre del equipo del fracaso y de la burla. Cruz Azul ha caído bajo, demasiado bajo para lo que su nombre, su historia, su tradición, su gloria y su pasión significan para el futbol mexicano.

La única ventaja que tiene hoy Cruz Azul es que Billy Álvarez es un hombre inteligente. A partir de él, debe y puede reconstruir un equipo y una institución que es legado y patrimonio del futbol mexicano.

Lo primero que Billy sabrá entender es que los personajes, llamémosles como ustedes quieran: asesores, promotores, dirigentes, que aportan ideas y toman decisiones en la parte futbolística se han equivocado. Al final del día, eso ha repercutido en la elección del entrenador, de los jugadores y de los planes deportivos a seguir. Cruz Azul debe aceptar que ha fracasado y como cualquier empresa que no obtiene los resultados deseados, debe tener, primero, autocrítica y luego, el ferviente deseo de reedificarse a partir de cambios trascendentes en su estructura y hasta en sus métodos y formas para hacer las cosas.

@Faitelson_ESPN