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Irregularidad + equilibrio = emoción

La fórmula infalible del torneo mexicano. Buscar qué pesa más podría ser inútil. Está claro que, como siempre, el torneo se debate en su parte final para escoger a los ocho mejores y de ahí el viejo axioma que destaca que "cualquiera puede ser campeón". Y es verdad. No hay equipos invencibles. Toluca, Tijuana, Chivas y Monterrey han sido los más constantes, pero América y Tigres vienen de atrás y prometen cerrar con gran fuerza. Santos y Pachuca son peligrosos. Sea como sea, en esta paridad confundida con irregularidad, el futbol mexicano presenta una de sus grandes y muchas veces despreciada particularidad: la emoción...

LOS ANGELES, CA.- Ya no se trata de descubrir qué pesa más sobre el torneo mexicano: si la irregularidad o el aparente equilibrio de sus equipos. La única realidad, tajante e inobjetable, nos guste o no, es que es un torneo que reparte emociones hasta el final.

La liga MX entra a la disputa de sus últimos 9 puntos en la fase regular. En lo más alto de la tabla, figuran los que en apariencia han jugado con mayor regularidad: Toluca, Chivas, Tijuana, Monterrey y enseguida el América. Luego, aparecen otros que están peleando por un boleto: Santos, Atlas, Pachuca, el propio Tigres, Morelia y Pumas. Señalar a Toluca, a Chivas, a Tijuana y a Monterrey como los máximos candidatos supone ser una tarea simple y apegada a la aritmética, pero esos equipo también han tenido espacio para la irregularidad. El torneo luce como uno de los más parejos de los últimos tiempos.

Clasificar a la liguilla por el campeonato no parece una tarea demasiado complicada -aunque habría que preguntárselo a Cruz Azul-. Ganar la liguilla es una historia muy distinta. Está claro que en ese "mini torneo" a "matar o morir", hay equipos, jugadores, entrenadores y hasta camisetas que tienen un peso distinto. Chivas y América por su grandeza pasional y por su futbol. Toluca tiene un funcionamiento equilibrado. Tigres y Monterrey poseen planteles a los que les sobra elementos y Tijuana cuenta con un entrenador que sabe jugar las liguillas. Cuidado con Santos y con el Pachuca.

EL CAMPEÓN ES EL CAMPEÓN

Digamos que hay, como siempre, varios candidatos, pero uno de ellos ha tomado "calor" y "potencia" justo en el momento apropiado y tiene al entrenador y a los futbolistas necesarios.

Damas y caballeros, una vez en liguilla, aparece la vieja sentencia del torneo mexicano: "Cualquiera puede ser campeón", pero esta vez, el Campeón puede más que nadie.

Tigres ha regresado a su forma futbolística justo cuando más lo requería. Andre Pierre Gignac ha vuelto a hacer goles, Javier Aquino se ha recuperado de sus lesiones, Sosa va tomando el nivel que se espera de él, el chileno Vargas sigue adaptándose y Jurguen Damm ha vuelto a demostrar que está predestinado a jugar en otro nivel y si alguno de ellos falla, ahí están Damián Alvarez y Lucas Zelayarán. Un poco más atrás, Tigres "vive" de la solvencia de nombres como el de Nahuel, Juninho, Pizarro, Torres Nilo y Dueñas.

Y a todo ello, hay que agregar siempre el nombre de Ricardo "Tuca" Ferretti, el entrenador con más experiencia y capacidad en todo el futbol de México. Ganarle a Tigres, de ahora en adelante, será una tarea bien complicada, pero el equipo distraerá su mente entre la necesidad de ganar los partidos para clasificarse a la liguilla y afrontar, a partir de este martes, la final de la Liga de Campeones de la Concacaf. Enseguida, Tigres tendrá que meterse al nuevo estadio de Rayados en su Clásico de la ciudad que siempre echa "chispas" y que para su afición vale mucho. No hay, en apariencia, prioridades. Con el plantel y la inversión de Tigres, debe y puede aspirar a las dos cosas. El boleto al Mundial de Clubes, ganarle a los Rayados el sábado y la defensa del campeonato de Liga MX están en el mismo nivel en la agenda del ingeniero Rodríguez.

Recta final de torneo y aunque hoy, matemáticamente no está ni siquiera en liguilla, Tigres es el gran favorito. La insinuación de un cierre del campeonato a tope, el regreso de Gignac a un plano goleador y 'Tuca' en la banca son suficientes para creer que "con el campeón hay que ir hasta el final".

@Faitelson_ESPN