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¡México lo hizo!

Pudo mostrar personalidad y competitividad en un nivel diferente al de la Concacaf. Lo hizo ante al campeón europeo y ante Cristiano Ronaldo. Aunque tuvo graves errores a la defensiva y aunque le faltó idea y creatividad en el último sector de la cancha, a la selección de Juan Carlos Osorio le alcanzo para irse con un resultado justo que no solo alienta sus posibilidades de alcanzar las semifinales del evento, sino que también colaboran en el objetivo final del futbol mexicano: acercarse a las grandes potencias.

MOSCÚ, RUSIA -- Encontrar el “justo equilibrio”. Ese es el problema eterno del futbol mexicano. Ni festejar en exceso ni atenuar en demasía un 2 por 2 ante el campeón europeo en el inicio de la Copa de las Confederaciones.

México, en términos generales, y dicho esto secamente, jugó bien: mantuvo un ritmo sobre la cancha, ejerció una presión alta y buscó atacar por las bandas. Al tener el balón, también tuvo control del partido. Y puede que Portugal haya atacado mejor y se haya defendido mejor que México, pero aún así, el balance general indica un partido muy parejo. Un resultado justo.

Entiendo perfectamente el éxtasis del profesor Juan Carlos Osorio. “Le jugamos de tú a tú al campeón de Europa y merecíamos haber ganado”, dijo el entrenador colombiano que dirige a la selección mexicana. Y tiene razón, en parte. Le jugaron al mismo nivel al campeón de Europa y esa es un a realidad, pero México obtuvo exactamente lo que merecía, ni más ni menos, un empate agónico cuando el partido que había dominado -al menos en posesión de balón- parecía escapársele dramáticamente. Osorio está enviando un mensaje justo a un año de aquel terrible, infame y catastrófico 7-0 ante Chile en la Copa América del Centenario, un mensaje para los aficionados y también para su grandes detractores. Había vuelto a competir en el nivel donde queremos México compita.

Este no puede ser el tope de la selección mexicana de futbol. Puede y debe corregir muchos errores que le costaron caro ante Portugal y puede encontrar al jugador o a los jugadores que le den esa cuota de profundidad y de verticalidad que no tuvo anoche en Kazán. Debe, también, afrontar con la seriedad debida los juegos ante Nueva Zelanda y Rusia para así fundamentar totalmente el valioso resultado que obtuvo en su presentación.

Las sensaciones son buenas. México compitió en un nivel más allá de la Concacaf. Jugó al tú por tú, mostró personalidad, idea y futbol y eso es suficiente para alentar la esperanza y los sueños del aficionado mexicano.

@Faitelson_ESPN