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Injustificable

Ni la agresión que supuestamente sufrió el entrenador de Cruz Azul ni la reacción del propio señor Jémez. El futbol en México ha perdido toda relación con la justicia y la educación. Se ha ido deteriorando de forma dramática. En las tribunas, en la cancha, en la sala de conferencias y ante una autoridad que actúa poco o que sólo le hace de acuerdo a su conveniencia. Hemos perdido la seguridad en nuestros estadios, transformados en escenarios de guerra, el ultimo sitio del mundo donde, hoy, llevaría a mi familia.

LOS ANGELES, CA.- Nada se justifica cuando la educación desaparece en el ser humano. Ni las supuestas graves amenazas a las hijas del señor Paco Jémez ni la reacción de éste con una seña grotesca. Los estadios de futbol en México se han ido violentando de forma dramática en la cancha y en la tribuna. Desde el futbolista, pasando por el entrenador y siguiendo con los aficionados, hemos perdido totalmente la noción de que se trata o trataba de un espectáculo familiar en el que buscamos distracción y diversión.

La violencia entre las barras, los cánticos, los gritos de carácter discriminatorio, el proceder de los futbolistas, los comportamientos y declaraciones de los entrenadores han transformado los escenarios futbolísticos en auténticos sitios de "guerra", en espacios propicios para insultar, agredir y lastimar.

Espero que Cruz Azul, que la Liga MX o que la propia Federación Mexicana de Futbol hagan una investigación para dar con los culpables de la agresión y amenaza a las hijas del entrenador de Cruz Azul. A diferencia de las redes sociales, donde personajes de muy baja educación se esconden cobardemente en el anonimato, el futbol, un espectáculo privado, puede y debe realizar una "purificación" de quien cumple con las reglas --y hasta los requisitos-- para ser parte de su espectáculo. Hay que llevar ante la ley a la persona o personas --si se les puede calificar de esta forma-- que agredieron los familiares de Jémez y el propio señor Jémez debe darse cuenta del sitio donde está parado. Cruz Azul es un club grande con un gran responsabilidad social. Él no tiene porque responder a ninguna intimidación. Lo que tendría que haber hecho es reportar el incidente con las autoridades para que encontraran a los agresores. Lo único que hizo Jémez fue colocarse en el nivel cultural y educacional de quienes lo atacaron.

Los clubes siguen teniendo un gran compromiso con lo que sucede dentro y fuera de la cancha. Son ellos los que tienen que advertir, prevenir, educar, cuidar y proteger a su propia industria. El deterioro ha sido lamentable. Y las autoridades futbolísticas --las que deben establecer o imponer la ley-- también se han quedado al margen de tomar decisiones y asumir responsabilidades.

Tampoco se vale justificarlo afirmando que el futbol es tan sólo una imagen fiel de lo que sucede a nuestro alrededor. No sé si el futbol en México es un reflejo de la sociedad, de lo que ocurre en la calle, del deterioro violento que ha tenido nuestro país. De lo que estoy seguro es que se ha o lo han transformado en el último lugar a donde llevaría a mi familia.

@Faitelson_ESPN