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El boxeador que me tapó la boca...

Algunos años más tarde, he tenido que forzar "la retirada". "La retirada" desde una trinchera donde no me cansaba de ser y presumirme como su detractor número uno. Para mi, el 'Canelo' no era más que un invento de la publicidad, de la televisión, de la necesidad de la industria y del negocio. Hoy me doy cuenta de mi error. Lo acepto, tal y como es, sin rodeos, como lo hace el propio 'Canelo' cuando embiste al rival y cuando me confronta en una entrevista: Me equivoqué. Me tapó la boca un boxeador que ha mejorado noche con noche, que nos han enseñado valentía sobre el ring y disciplina y trabajo fuera de él y que este sábado tiene una gran oportunidades de dar el salto hacia una privilegiada y sagrada zona del boxeo mexicano. El 'Canelo' me tapó la boca.

LAS VEGAS, Nevada.- Tengo que admitirlo. Fui el primero de sus detractores. Aquel que lo juzgaba tajantemente como un producto falso de la necesidad de la industria, de la televisión, del negocio más apegado al mundo de la farándula que al universo real, para mí sagrado y serio que significa la historia del boxeo mexicano y de sus grandes héroes. Para mí, él era sólo un farsante.

Algunos años mas tarde, debo reconocer mi error. Noche con noche, Saúl 'Canelo' Álvarez, se ha encargado de taparme la boca y de hacerme creer que en realidad posee alguno de los "aromas" más respetables para pertenecer a una clase privilegiada del boxeo mexicano. Lo ha hecho. Enfrentó valientemente la "vergüenza" de no hacer demasiado frente a Floyd Mayweather. Fue y le ganó a un histórico del boxeo latinoamericano como Miguel Cotto y trabajó ante diferentes estilos -Erislandy Lara, Austin Trout y James Kirkland- hasta ganarse el reconocimiento de sus críticos. Acumuló dinero, dos títulos del mundo y una condición mediática que le transformó en la cara del boxeo hispano. Todo ello lo ha hecho sin llegar todavía a los 28 años de edad.

El 'Canelo' es un tipo serio. A veces, parece antipático, arrogante, soberbio -'mamón', como diríamos aquellos que crecimos en las calles de la Ciudad de México-, pero también es un hombre serio, que a pesar de la gran fortuna y de la fama que ha acumulado a su joven edad, sigue conservando el hambre del trabajo, del gimnasio, de la disciplina por su profesión y el respeto por sus manejadores y mentores, el 'Chepo' y Eddie Reynoso, sin duda, los dos hombres que lo han conducido magistralmente en el difícil mundo del boxeo.

La realidad es la realidad: ha mejorado mucho boxísticamente mientras ha madurado en el ring. Hoy, no es más ese boxeador parado que basado en su gran fortaleza tiraba golpes al son por son descuidando su defensa. El 'Canelo' es ahora un boxeador más equilibrado. Temible al contragolpe, con un "uppercaut" que asusta a cualquiera y con condiciones que le permiten caminar sobre el ring, quitarse golpes y mantenerse a salvo en los momentos más delicados de la pelea. El 'Canelo' ha avanzado, se ha hecho mejor boxeador desde aquellos días donde José Miguel Cotto, el hermano del seis veces campeón mundial Miguel Cotto, estuvo a nada de llevarlo a la lona en el primer round de una pelea que ganó más tarde por nocaut, desde que abusaba de la veteranía de Carlos Baldomir o de la inocencia de Mathhew Hatton o tal vez desde aquella etapa donde parecía sólo dispuesto a pelear ante boxeadores más chicos que él, ventaja que hacia evidente sobre el ring.

Yo le digo 'Canelo' y él me habla de usted. Es un chico de pocas palabras, pero al igual que como es sobre el ring, le gusta ir de frente. Dice lo que tiene que decir en frases breves, puntuales y nada más.

Todos podemos cometer un error al momento en que juzgamos, en que damos un punto de vista, en que tomamos riegos. Yo lo hice con el 'Canelo'. Le di la espalda porque pensaba que su carrera se fincaba sobre bases endebles, poco sólidas. Algunos años más tarde, la verdad es que me equivoqué. Él no es ni será, tal vez, un Julio Cesar Chávez. Tampoco se acercará a las condiciones de Rubén Olivares y quizá no tenga los dones técnicos de Ricardo López, del 'Mantequilla' Nápoles o de Erik Morales. Pero dentro de sus aptitudes -que las tiene de sobra- es un gran boxeador, un boxeador que me tapó la boca.

@Faitelson_ESPN