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Chivas y un "inframundo" al que no pertenece...

El Guadalajara amaneció este jueves muy lejos del América y más cerca del sótano en la tabla general. ¿Qué es lo de Chivas? ¿Dónde se sostiene esta terrible “campeonítis” que se ha prologando durante dos torneos? Más que una cuestión futbolística, me parece tema mental, un asunto de autoestima. Chivas debe entender que tiene todo lo que necesita para competir en la parte alta de la tabla, que no es ni menos ni más que Tigres, que Rayados o que el propio América. Chivas debe entender que se ha metido en una inercia y en casi un “inframundo” al que no pertenece...

LOS ANGELES, CA.- Si no es meramente una cuestión futbolística, a nadie se le olvida jugar al futbol en tan sólo unos meses, entonces en un tema mental. Sea lo que sea, la duda de Pulido en el momento clave o un asunto de autoestima, Chivas no pude estar donde está hoy.

El Guadalajara amaneció este jueves cada vez más lejos del América y cada vez más cerca del fondo de la tabla general.

¿Se está despidiendo Chivas, otra vez y de manera muy anticipada, de una liguilla? Cinco puntos de 21 disputados. Las cuentas no le salen al “Rebaño” y para redondear el macabro escenario, el América, su archirrival, comenzó la semana como el líder general del torneo.

La peor “campeonítis” de la historia, una que parece alcanzarle al popular equipo para extender su crisis por dos torneos luego de haber conocido la gloria de un campeonato de Liga y otro de Copa durante el primer semestre del año pasado. Chivas no levanta. No encuentra el camino, ni la forma de ganar partidos. Parece que juega mejor por momentos, que merece más de lo que el resultado le esta ofreciendo, pero no alcanza la regularidad ni el nivel apropiado de acuerdo con la grandeza de su camiseta y la necesidad de que tiene de protagonizar en el futbol mexicano.

Yo creo que lo primero que debe entender Chivas es que no es un equipo para estar en los últimos lugares de la tabla. Que no es ni menos ni más que clubes como Tigres, Rayados, América o Pachuca. Que debe sentirse orgulloso de lo que es, significa y de lo que tiene y que su autoestima debe siempre mantenerse encendida. Chivas no pertenece al inframundo en que ha caído tras conocer la gloria de un campeonato. La peor “campeonítis” de la historia debe desaparecer ya.

Algunos creen en el remedio más común y, hasta corriente, que existe en el futbol cuando un equipo cae en la desgracia deportiva: echar al entrenador. ¿Es esa la solución adecuada? En realidad, ¿se ha “agotado” el discurso de Matías Almeyda? ¿Sus decisiones tácticas han llegado a un límite? ¿Estaría mejor Chivas sin el argentino? Yo sigo pensando que ese no es un tema a discutir y que “la cabeza” de Almeyda no está en juego durante cada presentación del Guadalajara en la temporada. Sigo creyendo que Almeyda es lo mejor que le ha sucedido a Chivas en los últimos 10 o 15 años y que es el hombre idóneo para colocarle, de vuelta, en el sitio que merece la historia y la pasión de este club. Solo Almeyda puede, y tendrá todo el derecho, de pensar diferente sobre esta postura “El día en que ya no pueda más, me sentaré con Jorge (Vergara) y se lo diré”, me confió hace un par de semanas el ex entrenador de River en el pasillo de salida de los equipos en el Estadio de Chivas.

Empiezo a escuchar otro tipo de reclamos o de reflexiones alrededor de estas Chivas: que si el equipo no está mentalizado, que si cometieron errores en la pretemporada (el tema contractual del defensor Oswaldo Alanís) y hasta el reclamo de que no se hicieron las contrataciones adecuadas durante el receso invernal. Todo es válido, pero nada explica, todavía, la estrepitosa caída de un equipo que conquisto un título, que fue el mejor por sobre clubes fuertemente armados como Tigres, Monterrey, América o Pachuca y que alcanzó un nivel futbolístico pleno. Nadie, ni siquiera los enemigos más recalcitrantes de Chivas, los americanistas, pueden decir que ganó el título por una casualidad.

No todo es malo en el presente del Guadalajara. El equipo jugó mejor el miércoles en Querétaro de lo que el resultado enseño al final. Festejó en la cancha un empate a dos ante uno de los equipos que está peleando una situación en la tabla porcentual. Hay grandes parajes del juego, donde este Chivas muestra que tiene maneras para jugar bien al futbol. Almeyda ha cambiado, ha agitado, ha puesto de cabeza y de lado la alineación para buscar soluciones. Chivas llega y cuando no es un poste, es el portero rival o es una falla final de su delantero.

Es tiempo de que Chivas se vea al espejo y que descubra que su realidad de hoy no es a la que en verdad pertenece. Chivas no fue un campeón de “lastima”, no está en desventaja con respecto a quienes deben ser sus principales rivales y tiene todo lo que puede pedir para pelear y competir en otra zona de la tabla.

@Faitelson_ESPN