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El América de los "fuegos pirotécnicos"...

Apenas un “chispazo” es suficiente para encenderlos. Nadie niega lo que se ve: un equipo que cada día se entiende y juega mejor, que tiene gol, que se defiende bien y que empieza a tener las partituras necesarias del “concierto americanista”. Lo del América le hará bien, sin duda, a la Liga. Se ha puesto al nivel de Tigres y de Rayados y promete competirle al tú por tú, pero los verdaderos “juegos pirotécnicos”, los que iluminan el cielo sagrado de este gran club, solo alcanzan la dimensión correcta el día en que suben al pódium a recoger el trofeo de campeones.

Por David Faitelson

LOS ANGELES, CA. -- No hace falta mucha mecha para encenderlos. El América es un producto de su futbol, de su historia, de su grandeza, pero también es un producto de televisión, de creación, de imaginación, de fantasía. Habría que separar minuciosamente lo que en realidad tiene y lo que se inventa y genera a su alrededor.

El América es un club de “juegos pirotécnicos”. Basta una racha, una goleada, algunos gestos de buen futbol y la recuperación de ciertos futbolistas que habían perdido su nivel, para desatar toda una “fiesta de luces”, sueños e imaginación. El América es un club de “juegos pirotécnicos”, los mismos que deben iluminar su cielo cada vez que recibe un trofeo de campeón.

Hoy, sin ganar nada, es capaz de ilusionar y hasta de engañar, pero es parte de su vida natural. Nada que haya inventado “El Piojo” o algunos de sus futbolistas del presente. Es el América de siempre. El riesgo es que se sobredimensione demasiado, que en realidad se crea en la fantasía del “súper equipo” y no en la realidad de un equipo que ha ido tomando forma y fondo con mucho trabajo y dedicación. En el América es fácil “marearse”, sentirse pleno y “todopoderoso” cuando la realidad es que el futbol mexicano vive de constantes parajes de inconsistencia y mediocridad.

Este América que comanda la Liga y que en su aparición en Concacaf mete cinco goles en Costa Rica, apunta para ser un serio contendiente. Sin embargo, que yo recuerde, que el América, bien o mal, en plan grande o arrastrando la cobija, siempre fue un serio contendiente. Quizá lo que ha sucedido hoy es que ha terminado por recortar la distancia que le alejaba de los equipos del norte en la última época. Este América, en plantel y en condición futbolística, esta pleno para ponerse al tú por tú ante Tigres y Rayados. Y es más que Tigres y Rayados a partir de la pasión que genera.

Lo positivo del tema se traduce en un beneficio común parta el futbol mexicano. Que el América este bien, sano, fuerte y en apariencia vigoroso y poderoso, garantizará un buen espectáculo para la segunda parte de la temporada y también por la lucha, que podría ser entre equipos mexicanos, por el boleto para el Mundial de Clubes. A nadie le sirve un América “jodido”. Este es el prototipo del América que desean sus más fervientes aficionados y también sus más efusivos detractores.

El otro tema son los tiempos. El América parece estar alcanzando un “clímax” mucho antes de la llamada “zona roja” del futbol mexicano, cuando se supone que los equipos van de menos a más. Pero veo al cuadro ordenado, con un aparato defensivo que difícilmente pierde la concentración y cuando la pierde tiene en Marchesín al personaje que resuelve los problemas. Jugadores como Mateus Uribe, Guido Rodríguez, Cecilio Domínguez y Renato Ibarra han mostrado, finalmente, porque fueron considerados para jugar en este club. Oribe siempre está en el sitio adecuado, en el nivel óptimo y sobre todo en la actitud correcta. Henry Martín ha hecho el trabajo y el equipo espera que jugadores como Jeremy Ménéz y Andrés Ibargüen mejoren día con día para aportar en el paso de calidad que se requerirá en momentos cruciales de la definición de los torneos. Creo que Miguel Herrera piensa que este equipo todavía no ha alcanzado su potencial, lo cual es muy bueno para ellos y terrible para sus rivales.

Como es normal, alrededor del América empiezan a tejerse historias de gloria. Que si será capaz de terminar el campeonato invicto, nadie nunca lo ha hecho, ni siquiera aquel Toluca de Cardozo que era imponente. o que si arrasará la próxima semana con el alicaído Chivas para oficializar la eliminación de liguilla de su acérrimo rival. Todo es parte de la vida del América, de los “juegos pirotécnicos” que se encienden a su paso, un paso por ahora bueno, que promete ser mejor y nada más. Vuelvo y repito: el América está bien cuando levanta trofeos y nada más.

Cuidado con perderse. Cuidado con no pisar sobre “tierra firme”. Por ahora, este América hace lo que tiene que hacer: jugar mejor al futbol y obtener resultados, pero no generemos una historia surrealista. No hay un equipo invencible sobre la faz de la tierra y este América no, lo es...

@Faitelson_ESPN