No veo una reacción apropiada del futbol mexicano en cuanto a la insinuación de que sus ligas son propensas al amaño de partidos. “Lavarse las manos” no parece ser la mejor reacción. Ponerse en alerta, en cambio, supondría ser una posición acorde a los tiempos y a las condiciones que privan en el futbol mexicano. El futbol mexicano no puede cruzarse de brazos indignado ante un fenómeno que existe y que atemoriza a las principales ligas del mundo…
SAN DIEGO, CA. -- Yon de Luisa “se lava las manos”…
La Federación Mexicana de Futbol aclara que no existe investigación alguna por un presunto amaño de partidos, cuando lo que tendría o podría hacer el organismo rector del futbol mexicano es prevenir para que ello no ocurra.
De acuerdo con un informe de la revista Proceso, la firma suiza Sportradar, corporación especializada en detección de fraudes y arreglos de partidos, el 75 por ciento de los millones de euros que se juegan en las casas de apuestas sobre los partidos de la Liga MX, provienen de compañías asiáticas de juegos de azar en línea, hecho que motivaría la manipulación de partidos ante la posibilidad de generar ganancias lucrativas. Según el mismo reporte, durante el Apertura 2017 y Clausura 2018 se apostaron 12 millones de euros por partido en promedio, 75 por ciento de los cuales provino de dichos giros en el mercado asiático, ello debido a que, entre otras cosas, los horarios del futbol mexicano resultan atractivos en Asia.
El marco de ilegalidad -la multipropiedad, la cercanía de la TV a la FMF, equipos que son manejados por casas de apuestas- en el que muchas veces transita el futbol mexicano es muy propicio para la trampa y la corrupción. Blindarse de ello no le haría daño alguno.
La propia FIFA estableció desde algunos años que después del doping, el amaño de partidos era el peor “cáncer” que afectaba a su deporte. Pidió en su momento a todas las federaciones que son parte de sus “tentáculos” que pusieran atención en ese tema. La firma suiza apunta que las divisiones más desprotegidas en cuanto al salario que devengan los jugadores y los entrenadores estarían en la mira de las mafias de apostadores orientales. Se destaca la división de ascenso del futbol mexicano y los partidos de la Copa MX como los más vulnerables.
Encontrar métodos para prevenir es mucho mejor que lamentar algún tipo de incidente. Después de todo, lo que está en juego y en peligro es la credibilidad de un deporte. “Lavarse las manos” o “curarse en salud” no puede ser la primera reacción del futbol mexicano ante esta inminente amenaza. Yo esperaría otro tipo posición.
El escenario del futbol mexicano supone ser una “tierra fértil” para la trampa y la corrupción. Prevenirse, no esta de más…