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El "inquilino" incómodo...

Miguel Herrera calificó al Cruz Azul como un inquilino y dijo que el Estadio Azteca es del América. Y está bien, sabemos quién es el dueño del escenario, pero lo que estamos buscando es a un equipo campeón, al mejor de un muy disputado y entretenido campeonato mexicano. Y lo que tenemos enfrente es una final muy pareja, entre dos equipos muy compactos que prometen 180 minutos o más cargados de buen futbol, de inteligencia y de dramatismo. Tenemos una final soñada. Disfrutémosla.

SAN DIEGO, California -- Desde que llegó al Estadio Azteca, hace ya casi 50 años, Cruz Azul siempre fue un "inquilino" incómodo para el América. Lo seguirá siendo esta semana.

Le recuerdo a Miguel Herrera que, aunque sea en su carácter de "inquilino" --como él mismo los ha catalogado-- Cruz Azul puede ser campeón el domingo en el Estadio Azteca.

El futbol mexicano está por vivir una de sus grandes razones existenciales: un Clásico, lleno de historia, de héroes, de leyenda, de rivalidad, de antagonismo entre dos clubes que han escrito algunas de las páginas más brillantes de este futbol.

No cabe la polémica vivida en el torneo--cuando los aficionados del América llamaban "arrimados" a los de Cruz Azul-- ni tampoco la que trató de alimentar el entrenador americanista, Miguel Herrera, el domingo, cuando dijo que el Estadio Azteca era del América y de nadie más.

A todos nos queda claro que, administrativamente, el escenario es del América, pero gracias a Cruz Azul, se ha recuperado y alimentado una rivalidad que colabora con la pasión y la propia industria de este futbol. América no sería tan 'grande' --como presume serlo-- sin la presión y la rivalidad que Cruz Azul ha ejercido en la cancha desde hace casi medio siglo, cuando llegó a la capital y al Azteca para compartir la gloria.

Cruz Azul llegó a la capital para jugar en el Estadio Azteca en la temporada 1971-72. Ese mismo año, el equipo consiguió el título de la liga al vencer en la final al América y comenzó una de las épocas más impresionantes que se recuerden en el futbol mexicano. Los nombres de Miguel Marín, Javier 'El Kalimán' Guzmán, Alberto Quintano, Javier Sánchez Galindo, Ignacio Flores, Cesáreo Victorino, Octavio Muciño, Fernando Bustos, Eladio Vera y Horacio López Salgado el equipo se adjudicó los títulos de las campañas 1972-73, 1973-74, 1978-79 y 1979-80. A partir de ahí, nació, también una gran rivalidad. Cruz Azul entendió perfectamente su papel en la Ciudad de México: restarle poder al América, ganarle en la cancha, arrebatarle protagonismo en la cancha y fuera de ella, jugar a tope un Clásico. Algunos años más tarde, y a pesar de que no gana un título desde el lejano 1997, su misión no ha cambiado en lo absoluto.

La final promete ser muy disputada, con un pronóstico reservado. Ambos se defienden muy bien, quizá la diferencia radique en los jugadores más espectaculares que el América tiene de mediocampo hacia el frente. Pero este Cruz Azul ha mostrado solidez, seriedad e inteligencia en los momentos claves de la eliminatoria. A este Cruz Azul es imposible que le suceda lo de hace 5 años en aquella final en la que el América le dio vuelta a la eliminatoria, dramáticamente. Es evidente, también, que la cifra impresionante de goles que el América le metió a Pumas en semifinales puede generar cierta orientación a la hora de buscar un favorito. Pero aquellos que saben de futbol entienden que cada juego es diferente, que hay circunstancias, momentos que establecen un marcador escandaloso. Lo del domingo --del América-Pumas-- fue más un accidente que una realidad.

Tenemos una final soñada en el futbol mexicano y lo único que hay que hacer es disfrutarla.

@Faitelson_ESPN