¿De que un futbolista caiga desvanecido sobre el césped? ¿De llegar a una desgracia? ¿De generar más polución? ¿De qué se trata? Hay una sola realidad: no se puede jugar al futbol bajo estas condiciones ambientales de la Ciudad de México. Pero la FMF y la Liga MX son incapaces de afectar sus negocios e intereses y en medio está el América, con su influencia federativa y con el reglamento, aparentemente, siempre dispuesto a darles ventaja. ¿Qué están esperando? ¿Una desgracia?
MÉXICO -- Volteo hacia arriba y busco el cielo. No lo veo. Lo único que alcanza a verse en una capa grisácea, casi negra, espesa que flota apenas por encima de los rascacielos de Reforma y que tapa cualquier posibilidad de avistar el horizonte de las montañas y los volcanes. Es la Ciudad de México y en ella, apenas se puede respirar. Jugar al futbol parece imposible, aunque el negocio y los intereses del negocio están por encima de la salud de un ser humano, sea un futbolista o un aficionado. ¡Qué importa!
Sigo sin entender la actitud de los dirigentes del futbol mexicano. Hay una grave contingencia ambiental en la capital y un juego de futbol lo único que hace es provocar más contaminación alrededor de la ya profunda polución. ¿De qué se trata este "juego"? ¿De arriesgar la vida de un futbolista? ¿De hacer salir al aficionado a las calles cuando debería resguardarse para tener una mejor calidad de aire? ¿De generar más embotellamientos viales que su vez significan una mayor emisión de partículas contaminantes?
La decisión más coherente y lógica habría sido mudar el juego de ida entre América y León a otra parte del país que no estuviese afectada por la contaminación. No lo hicieron. ¿Por qué? A "pensar mal": ¿Para cuidar el negocio de la taquilla y de la televisión? ¿Para favorecer al América, cuyas relaciones administrativas y políticas siempre parecen apegadas al poder federativo? Piensa mal y acertarás.
Estoy seguro de que en un país como Argentina, España o Estados Unidos ante tal escenario, el sindicato de jugadores habría ordenado que sus agremiados no jugaran expuestos a las malas condiciones del aire. En México, les "vale madres", los futbolistas y los aficionados.
No es que el América sea capaz de generar una "contingencia ambiental". Lo que sí hace el América es aprovecharse de esa contingencia ambiental. Tal pareciera que le beneficiaba un día más de descanso --había jugado el domingo ante Cruz Azul las semifinales-- y también ha obtenido otro día de recuperación para futbolistas aquejados por lesiones. El América, la FMF y la Liga MX se empeñan en jugar en una ciudad que en este momento no ofrece las condiciones necesarias para la práctica de un deporte cualquiera, mucho menos uno de alto rendimiento.
Cuando se trata de un tema de salud, cualquier otro asunto sale sobrando. Yo insisto y pregunto: ¿De que se trata este juego? ¿De esperar que un futbolista caiga sobre el césped afectado por problemas respiratorios? ¿Quieren o están buscando una desgracia? Tal pareciera que sí...