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¿Por qué es probable que los Cachorros no vuelvan a ganar 100 juegos?

¿El escenario y la razón más probable por la que los Cachorros no van a ganar 100 juegos nuevamente? Van a permitir más carreras. Dennis Wierzbicki/USA TODAY Sports

Esta es la tercera parte de una serie en tres pedazos. Al menos, yo pretendía que fuese una serie en tres pedazos. La semana pasada, yo escribí sobre cómo la Liga Americana seguía siendo la mejor liga, pero que el éxito de los Cachorros de Chicago podría forzar al resto de la Liga Nacional a elevar su juego, algo similar a lo que pasó en la Liga Americana a mediados de los años 2000 cuando el resto de la liga intentó equipararse con los Yankees de Nueva York y los Medias Rojas de Boston. El lunes, le eché una mirada a cómo los otros 29 equipos pueden vencer a los Cachorros en el 2017. Pero ese artículo ignoró lo que probablemente le ocurra a los Cachorros en el 2017: Simplemente ellos no van a ser tan buenos.

¿Cómo sabemos esto? Desde el 2000, 15 equipos aparte de los Cachorros ganaron al menos 100 partidos. Solo uno de esos 15 equipos tuvo una mejoría en la temporada siguiente. Los Atléticos de Oakland de 2001 ganaron 102 partidos, y entonces ganaron 103 en 2002. Dos de los 15 equipos igualaron su total de victorias: Los Bravos de Atlanta de 2002-03 y los Yankees de 2003-04 ganaron 101 partidos en temporadas consecutivas. El declive promedio fue de menos-7.9 victorias. Así que basados en ese simple precedente histórico, los Cachorros deberían volver a ser buenos, pero no tan buenos. Hace varios años Bill James acuño este fenómeno como el Principio del Plexiglás.

Esta idea del retroceso no solo se limita a los equipos con 100 victorias. Siete equipos ganaron 90 partidos en 2015; todos ellos excepto los Cachorros ganaron menos juegos en 2016. Seis equipos ganaron 90 partidos en 2014; solo uno mejoró en 2015. Diez equipos ganaron 90 juegos en 2013; solo uno mejoró en la temporada siguiente, y el declive colectivo promedió 11 victorias menos. Si algo, ahora es más difícil ganar 100 juegos en temporadas consecutivas que en la primera parte del siglo.

¿Son parecidos los Cachorros a los 15 anteriores equipos que lograron 100 victorias? He aquí una gráfica que muestra a los 16 equipos con su total de victorias, su record Pitagoreano de esa temporada (record estimado de victorias basado en carreras anotadas y permitidas), el total de victorias en la temporada siguiente, la edad promedio (basada en tiempo de juego) para los jugadores de posición y los lanzadores de Baseball-Reference.com, y la ganancia o la pérdida en carreras anotadas y permitidas en la siguiente temporada:

Diez de los 15 equipos anotaron menos carreras en la siguiente temporada, aunque la ganancia promedio general fue de más-2.7 carreras (los Bravos de 2002-03 mejoraron 199 carreras en ofensiva). Solo cinco de los 15 equipos permitieron menos carreras en la siguiente temporada. Uno de ellos fue insignificante (menos-11) y los Yankees de 2009-10 se beneficiaron de un decrecimiento general en la ofensiva de la liga. El declive promedio fue de 57.2 carreras permitidas adicionales en la siguiente temporada.

Ese es el escenario más probable y la razón más probable por la cual los Cachorros no van a ganar 100 partidos nuevamente: Ellos van a permitir más carreras.

Comencemos con Kyle Hendricks. Como escribió recientemente el escritor de ESPN Insider Jeff Sullivan, probablemente Hendricks tuvo la mejor temporada de su carrera, en parte porque pocos lanzadores pueden repetir una efectividad de 2.13. Seguro, Sandy Koufax lo hizo en cuatro temporadas seguidas y Clayton Kershaw lo ha hecho en cuatro campañas, pero ese es el punto aquí: probablemente Hendricks no sea ni Koufax o Kershaw. Jeff escribió:

Esto se ha complicado de forma terrible. Y en adición me hace sentir un poco mal, porque me cae bien Kyle Hendricks, y pienso que él va a seguir siendo un abridor de calidad. Es posible que yo no haya llegado a ese punto, al intentar predecir sus efectividades futuras a partir de su 2.13 en 2016. El punto, corto y conciso, es este: En 2016, Kyle Hendricks logró sacarle el máximo a sus habilidades. Además recibió el máximo de sus habilidades de sus defensores a su alrededor. A medida que los propios defensores de Hendricks empeoren, él va a permitir más carreras. Y quizás Hendricks haya jugado por encima de su nivel, por cualquier número de razones menores que se suman con el tiempo.

La efectividad de Jon Lester bajó de 3.34 a 2.44. Tuvo casi los mismos números en tasas de ponches, boletos y rodados, pero permitió 29 hits menos en apenas tres entradas menos. No fue exactamente el mismo lanzador que en el 2015 - uso más su recta y menos su recta cortada - pero al igual que Hendricks, parece que Lester se aprovechó de la gran defensiva de los Cachorros. Por supuesto, esa defensiva podría volver a ser igual de buena en el 2017, pero eso nos lleva de vuelta a la razón por la que los equipos logran 100 victorias. Muchas cosas tienen que salirles bien, incluyendo la defensa.

Además los Cachorros gozaron de una salud sobresaliente. Más allá de la lesión de rodilla de Kyle Schwarber que duró toda la temporada regular, el equipo no sufrió lesiones mayores. Dexter Fowler estuvo fuera por algunas semanas y Jorge Soler fue colocado en la lista de lesionados, pero Anthony Rizzo, Kris Bryant, Addison Russell, Ben Zobrist, Javier Báez y Jason Heyward jugaron básicamente todos los días. Una razón por la que estuvieron saludables es que todos a excepción de Zobrist tenían 27 años o menos. Si vuelven a mirar la gráfica, solo los Atléticos del 2001 tuvieron un nucleo de jugadores de posición tan joven como el de los Cachorros. Esa es una verdadera razón para sentir optimismo. Comenzando con el 2000, ese equipo de los Atléticos ganó 91, 102, 103, 96, 91, 88 y 93 juegos - sin los recursos financieros que los Cachorros tendrán que utilizar cuando sea necesario.

Incluso la rotación de abridores estuvo más saludable. Los cinco abridores lograron al menos 29 aperturas, y Joe Maddon solo tuvo que utilizar a otros lanzadores fuera de su quinteto estelar en 10 ocasiones. Dos de esos fueron salidas de emergencia en los días finales de la temporada regular, y cinco recayeron sobre Mike Montgomery cuando Maddon expandió su rotación a seis abridores durante un breve periodo a finales de agosto y principios de septiembre. En la era del comodín desde 1996, solo 15 equipos tuvieron cinco abridores con al menos 29 aperturas. Ningún equipo ha logrado eso en temporadas consecutivas. Más que probable, los Cachorros tendrán que echar una mano más profunda a su profundidad en su pitcheo abridor en el 2017.

Finalmente, el resto de la Liga Nacional debe ser más duro. Los Cachorros jugaron para 15-4 ante los Rojos de Cincinnati, superándolos en anotaciones por un promedio de 3.9 carreras por juego. Ellos jugaron para 14-4 ante los Piratas de Pittsburgh, un equipo que no tuvo un solo abridor que llegara a 22 aperturas. En una liga con una brecha tan grande entre los equipos buenos y los equipos malos, los Cachorros se beneficiaron de estar en una división débil. Ellos jugaron apenas 56 partidos ante equipos que terminaron por encima de los .500, con marca de 31-25, y tuvieron apenas 31 partidos ante equipos que llegaron a los playoffs (los Dodgers de Los Angeles, en contraste, tuvieron 51 juegos ante equipos de playoffs). Los Rojos, los Cerveceros de Milwaukees, los Piratas y los Cardenales de San Luis podrían ser mejores en el 2017.

Ahora, ciertamente los Cachorros podrían volver a ganar 100 juegos. Hay buenas razones para pensar que la ofensiva va a anotar más carreras: un Schwarber saludable, una temporada complete detrás del plato para Willson Contreras, mejorías en Russell y Báez, algo de recuperación para Heyward. Es posible que Bryant no haya alcanzado su máximo potencial. Sin embargo, la historia nos sugiere que volver a ganar 100 juegos es una posibilidad lejana.