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La revolución del primer bate está colocando a chicos lentos y con poder al frente

Kyle Schwarber está lejos de lo que se considera un típico primer bate. Allan Henry/USA TODAY Sports

Al 1 de mayo, estos jugadores eran primeros bates en partidos de Grandes Ligas: Kyle Schwarber, Mike Moustakas, Seth Smith, Carlos Santana, Michael Conforto y George Springer. En este grupo hay bateadores de poder, dos ex receptores, tres jugadores que se pueden catalogar generosamente como lentos, y uno que es un ex receptor lento, pero que batea con poder y que viene de una cirugía de rodilla.

El rostro cambiante del primer bate es una revolución que hace tiempo ha sido requerida por analistas estadísticos, enfatizando que embasarse es un factor más importante para anotar carreras que la velocidad y la habilidad de robar bases. Algunos managers han estado finalmente dispuestos a echar a un lado cualquier noción de convención al poner a estos toleteros en el puesto de primer bate.

En el caso de Schwarber, un toletero de cuerpo grande, fue el primer bate en 28 de los primeros 31 juegos de los Cachorros al llegar a los partidos del lunes. Las tres veces que no fue primer bate fueron partidos en los que no fue titular. Santana ha sido el primer bate en cada partido de los Indios, luego de haber hecho 85 veces el año pasado en una temporada en la que bateó 34 jonrones. Los Orioles, quienes se robaron apenas 19 bases de forma combinada en 2016, han carecido de un primer bate convencional por varios años. Aunque el manager Buck Showalter ha utilizado cinco diferentes primeros bates en 2017, Smith, quien tiene 21 bases robadas en su carrera de 11 temporadas, es primer bate cuando es titular. El manager de los Reales Ned Yost no ha tenido la voluntad de mantenerse usando a Moustakas, al utilizarlo tres veces como primer bate, mientras que últimamente ha sido segundo bate. Algunos hábitos son difíciles de romper.

De vuelta en los entrenamientos primaverales, el manager de los Cachorros Joe Maddon explicó por qué amaba la idea de poner a Schwarber como primer bate delante de Kris Bryant y Anthony Rizzo. "Hay una pausa ahí", dijo. "Si no le quieres lanzar a él, los chicos que vienen luego de él son bastante interesantes. Es algo formidable, así que es incómodo desde el otro lado".

Maddon era manager en liga menor en el sistema de fincas de los Angelinos en 1982 cuando Gene Mauch - que en muchas maneras era un manager clásico de la vieja escuela - empleó uno de los primeros bates más poco convencionales en la historia. Brian Downing era un ex receptor convertido en jardinero izquierdo de 31 años con velocidad por debajo de la media. En 146 partidos como primer bate esa temporada, apenas se robó dos bases, pero bateó 26 jonrones, tuvo un OBP de .366 y anotó 105 carreras. Los Angelinos ganaron su división. Downing pasaría casi todo el resto de su carrera como primer bate, estando incluso en esa posición en 56 ocasiones como un bateador designado de 41 años con los Vigilantes en 1992.

Sin embargo, los Astros tienen un primer bate típico en Jose Altuve. Él batea para promedio, se embasa y se ha robado más de 30 bases en las pasadas cinco temporadas. De hecho, el manager A.J. Hinch utilizó a Altuve como primer bate durante gran parte de los primeros dos meses de la temporada 2016 antes de cambiarlo por Springer, de 6 pies 3 pulgadas y 235 libras de peso, quien fue titular en 116 ocasiones y bateó 20 jonrones. Anotó 89 carreras aunque se ponchó 130 veces y se robó apenas seis bases.

Por lo menos Springer tiene velocidad por encima del promedio. Como mencionó Maddon sobre Schwarber, la amenaza de un cuadrangular desde el primer lanzamiento del juego significa que el lanzador rival nunca va a tener un momento fácil. Springer tiene cuatro jonrones abriendo partidos esta temporada.

Si parece que los primeros bates están bateando más cuadrangulares, es porque es así. Al entrar a los partidos del lunes, los jugadores en el puesto de primer bate tienen el 10.0 por ciento de todos los jonrones conectados; en 2016, fue el 10.3 por ciento. En 2012, era el 8.2 por ciento, y si nos remontamos a 1972, los primeros bates conectaron apenas el 5.9 por ciento de todos los jonrones. En relación a la liga, los primeros bates están conectando más cuadrangulares y remolcando más carreras que nunca antes. Sin embargo, lo que es interesante es que los primeros bates no están anotando necesariamente más carreras:

En realidad la tasa de carreras se ha mantenido bastante consistente. Lo que sí ha cambiado en algo es la forma en que se anotan esas carreras. A medida que los promedios de bateo se han reducido en toda la liga y han aumentado los jonrones, más carreras que nunca antes están llegando por la vía del cuadrangular. En otras palabras, es menos probable que anotes con un sencillo, ya que se están conectando menos sencillos. Eso hace que la estrategia de llegar a la primera base, robarse la segunda y anotar con un imparable sea menos viable.

Los managers de antaño quizás no eran tan tontos como nos quieren hacer creer. Después de todo, los primeros bates siempre han tenido un porcentaje de embasamiento mejor que la media - excepto en 2017, por lo menos hasta ahora --. Quizás Yost necesite reconsiderar el uso de Moustakas; los primeros bates de los Reales tienen un OBP de .214. O quizás los managers de hoy en día no son tan inteligentes como deberían ser, dadas las herramientas estadísticas que tienen disponibles.

Consideren a los Marlins de Miami. Dee Gordon ha sido primer bate en 27 de los 30 juegos del equipo. Es súper rápido y puede robar bases. Pero además tiene porcentaje de embasamiento de .318 y no tiene poder. En los tres partidos que no ha sido titular, el receptor J.T. Realmuto ha sido el primer bate. Realmuto tuvo OBP de .343 el año pasado y anda por los .374 este año. Es un corredor promedio. Probablemente los Marlins anoten algunas carreras adicionales con Realmuto de primer bate y Gordon más abajo en la alineación, en parte porque el primer bate recibe una aparición adicional en el plato. Pero el manager Don Mattingly se mantiene firme en su viejo esquema. Casí podemos ver las neuronas peleando en su cerebro: Este chico LUCE como un primer bate, pero este otro chico es el que DEBERÍA ser el primer bate.

Así que la revolución continúa. De nuevo, quizás la revolución sea irrelevante. Los estudios muestran que el orden de las alineaciones de bateo no importa tanto, a menos que hagas algo realmente tonto, como poner a tu lanzador de primer bate. Pero en un juego en el que todo el mundo puede conectar cuadrangulares, la elección razonable quizás sea simplemente poner a tus mejores bateadores en la parte superior de la alineación - incluso aunque corran como Kyle Schwarber.