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La Serie Mundial podría no regresar a L.A.

Los Astros de Houston le entraron por los ojos al japonés Yu Darvish para apuntarse un triunfo de 5-3 en el tercer juego de la Serie Mundial, cuyas acciones podrían ahora incluso no regresar a Los Angeles, los dueños de casa ganan los dos choques que restan en el Minute Maid Park.

Darvish tuvo la apertura más breve de su carrera, apenas un inning y dos tercios, vapuleado por sus rivales en el segundo episodio, castigado con cuatro carreras y cinco hits, tres de ellos extrabases, en esa entrada que inicio el cubano Yuli Gurriel con su primer jonrón de la postemporada.

Darvish tolero en su corta salida seis imparables, de los cuales tres fueron dobletes, además del cuadrangular de Gurriel y par de sencillos.

A.J. Hinch manejó magistralmente su pitcheo, sin entrar en pánico ni seguir planes preconcebidos.

Luego de que el abridor Lance McCullers Jr terminara su faena de 5.1 episodios, mantuvo hasta el out 27 a Brad Peacock, quien no permitió hits en 3.2 episodios.

Y es que en la postemporada los roles y funciones de los lanzadores se diluyen en las necesidades de cada momento.

Peacock, que transitó durante la temporada entre la rotación abridora y el bullpen, realizó una labor dominante y dado que se trata de un hombre con capacidad de trabajar varios episodios, no había necesidad de cambiarlo después de una entrada, para cederle el montículo a otro relevista, tal como dictan las costumbres del béisbol moderno.

La otra cara de la moneda ha sido Dave Roberts, director de los Dodgers, inepto en el manejo de sus lanzadores.

Independientemente de que hoy no había mucho que hacer, pues los Astros navegaron por aguas tranquilas después del racimo del segundo inning, a Roberts, Manager del Año de la Liga Nacional en el 2016, se le nota incapaz de ser siquiera el manager del día.

Si el juego anterior sacó inexplicablemente pronto a su abridor, en este le dio demasiadas oportunidades a un Darvish que parecía un pitcher de prácticas y cuando vino a pedirle la pelota ya era demasiado tarde.

Luego, su primer relevista fue el japonés Kenta Maeda, quien al igual que Peacock, es un abridor natural movido al bullpen durante la postemporada.

Maeda frenó en seco a una ofensiva que aplastó a su compatriota Darvish y quería ir por más.

Pero a pesar del gran relevo del japonés, lo sacó después de 2.2 episodios, para traer al zurdo Tony Watson, quien permitió la quinta carrera de Houston en un capítulo de actuación.

El béisbol es un juego de detalles y hay acciones que ocurren en los primeros innings que tienen consecuencias en los finales.

Los Dodgers lograron descontar tres carreras frente a McCullers y no la misma táctica a emplear en un juego con el marcador 4-3, que uno con pizarra de 5-3.

Con una sola carrera abajo se pueden intentar jugadas, mientras que con dos o más el equipo que está en desventaja está obligado a jugar al batazo.

De todos modos, los Dodgers no produjeron y apenas sacaron provecho de cuatro bases por bolas de McCullers Jr, tres seguidas en el tercer inning, cuando sólo pudieron anotar una por falta del batazo oportuno.

Encima de eso, Roberts debilitó su alineación cuando colocó como emergente al veterano Chase Utley, un hombre que todavía está esperando su primer hit de esta temporada.

La serie continuará este sábado con el pareo del zurdo Alex Wood por los Dodgers y el diestro Charlie Morton por los de casa.

Un triunfo de los visitantes igualaría nuevamente la serie y garantizaría al menos un sexto juego de regreso al Dodger Stadium.

De lo contrario, los Astros quedarían a 27 outs de su primera corona en clásicos de octubre, con posibilidades de liquidarlo todo el domingo ante su público.