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Más que merecido para Molitor y Lovullo

Merecidos premios para Paul Molitor y Torey Lovullo como Managers del Año de la Americana y la Nacional, respectivamente.

Debutante en la tarea, Lovullo llegó a los Diamondbacks de Arizona con la misión de enderezar a un equipo que el año anterior había terminado con nefasto récord de 69-93.
Un año después, los Diamondbacks terminaron con balance ganador de 93-69 y clasificaron a la postemporada con el primero de los dos comodines del viejo circuito.

Fue el primer viaje de Arizona a los playoffs desde el 2011 y tras eliminar a los Rockies de Colorado en el juego de wildcards, el equipo cedió ante Dodgers de Los Ángeles en la serie divisional.
Aunque Lovullo es técnicamente un manager de primer año de Grandes Ligas, tenía ya mucha experiencia en la dirección de equipos.

Comenzó su carrera como piloto en el 2002 en las Menores y tras nueve años, en el 2011 se unió al equipo de entrenadores de los Toronto Blue Jays en las Grandes Ligas.

Siguió a John Farrell de Toronto a los Medias Rojas de Boston en el 2013 y en el 2015 comandó al equipo por 48 juegos mientras el manager estaba de licencia médica.

El de Arizona obtuvo 18 votos de primer lugar, cinco de segundo y seis de tercero, para sumar 111 puntos y superar ampliamente a Dave Roberts, de los Dodgers (55) y a Bud Black, de los Rockies (43), los otros dos finalistas.

Es el tercer manager de los Diamondbacks en llevarse el galardón, después que lo consiguieran Bob Melvin (2007) y Kirk Gibson (2011).

Lo de Molitor fue extraordinario. Luego de terminar con el peor récord de todo el béisbol en el 2016 (59-103), metió a los Mellizos de Minnesota a la postemporada prácticamente con el mismo equipo.

O incluso fue más allá. A mitad de temporada, cuando parecía que a los Mellizos no les alcanzaba para llegar más allá del calendario regular, la gerencia se deshizo de su cerrador estrella, Brandon Kintzler, transferido a los Nacionales de Washington.

Molitor, miembro del Salón de la Fama de Cooperstown, obtuvo 18 votos de primer lugar, seis de segundo y cuatro de tercero, para acumular 112 puntos y aventajar a Terry Francona, de los Indios de Cleveland (90) y a A.J. Hinch, de los campeones Astros de Houston (56).

Es apenas el segundo integrante de Cooperstown en ganar el premio, luego que lo hiciera en 1989 Frank Robinson al frente de los Orioles de Baltimore.

Es asimismo el tercer timonel de Minnesota en llevarse el premio, que consiguieron Tom Kelly en 1991 y Ron Gardenhire en el 2010, la última vez que el equipo había ido a los playoffs.

El incremento de 26 victorias de un año para otro, el convertir en contendiente al peor equipo de todas las Grandes Ligas del 2016, inclinó la balanza a favor del piloto de los Mellizos.

Francona y Hinch consiguieron más de 100 triunfos con sus respectivos equipos, al igual que Roberts en la Nacional.

Pero los tres tenían material suficiente para competir y llegar lejos, así que simplemente cumplieron con las expectativas que generaron sus conjuntos antes de darse la voz de playball.