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Futuro incierto para 'El Titán' mexicano

Si el futuro del pelotero mexicano Adrian Gonzalez ya se veía incierto en Dodgers de Los Ángeles por el surgimiento de Cody Bellinger, Novato del Año de la Liga Nacional en el 2017, ahora luce peor, tras ser canjeado a los Bravos de Atlanta en una de las transacciones más raras y sorprendentes de todo el invierno.

Matt Kemp regresa a los Dodgers, que enviaron a Atlanta al Titán, a los veteranos lanzadores Scott Kazmir y Brandon McCarthy y el jugador de cuadro Charlie Culberson.

Está por verse que impacto pueda tener este canje en el terreno de juego, tanto para Dodgers, que para Bravos, pues el motivo detrás de todo es netamente económico.

Tan pronto se oficializó el cambio, los Bravos dejaron en libertad a González, quien automáticamente se convierte en agente libre y que en Atlanta, con la presencia de Freddie Freeman, iba a tener muy poco tiempo de juego.

Próximo a cumplir 36 años y en franca curva descendente de su rendimiento, con una salud quebrantada que lo limitó a 71 juegos en el 2017 y un mercado de agentes libres con relativa abundancia de inicialistas mucho más jóvenes (Eric Hosmer, Yonder Alonso, Logan Morrison), se ven complicadas las opciones para el mexicano.

Al menos de manera inmediata, se ven difíciles las cosas para ir al mercado y conseguir empleo en esas condiciones.

Al salir del Titán, Kazmir y McCarthy, la novena angelina se quita de arriba 51 millones 523 mil 666 dólares que debería pagarle a esos tres peloteros en el 2018.

Culberson, un jugador cuyo salario rondaría los 600 mil dólares en la próxima campaña, completa el paquete, que coloca de momento a los Dodgers por debajo del límite de impuesto de lujo.

Pero este es un efecto dominó que no ha parado aquí.

Se espera que la gerencia de Los Ángeles intente ahora cambiar a otro equipo a Kemp, quien tendrá un salario de 21 millones 750 mil dólares en el 2018 y otro tanto en el 2019, como parte del megacontrato que firmó con este equipo en el 2012.

Cuando los Dodgers lo cambiaron a los Padres de San Diego en el 2015, parte del acuerdo era seguir pagando 3.5 millones de su salario.

Cuando San Diego lo envió a Atlanta, los Padres pagarían 2.5 millones, sumados a los 3.5 millones de los Dodgers.

Para que algún conjunto acepte recibir a Kemp, un pelotero veterano que ya vio pasar sus mejores tiempos, pero que aún tiene gasolina en el tanque que aportar, Los Ángeles deberá seguramente comprometerse a asumir una parte de su salario, esta vez mayor a los 3.5 millones de cuando lo canjearon a los Padres.

Pero de todos modos, siempre será menos que los más de 21 millones que recibirá Kemp de sueldo, páguelo quien lo pague.

Eso le daría al equipo la flexibilidad financiera necesaria para salir a buscar, ya en el mercado de agentes libres, ya por medio de intercambio, a un jardinero central del calibre de Lorenzo Cain o Andrew McCutchen, en tanto le permitiría regresar a Chris Taylor a defender la segunda base, su posición natural.

Parece que el buen juicio financiero comienza a llegar a los Dodgers, después de años de gastos desenfrenados sin conseguir ganar la Serie Mundial.

Para los Bravos, la adquisición de Kazmir, McCarthy y Culberson les permitirá, en mayor o menor medida, aguantar los golpes de futuro que le vienen encima a la franquicia, tras perder a varios de sus mejores prospectos por manejos turbios en las firmas internacionales, un escándalo que, entre otras consecuencias, dejó al entonces gerente general John Coppolella expulsado del béisbol de por vida.