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Después de Price, ¿cuáles otros managers están en la cuerda floja?

Los Cincinnati Reds despidieron la pasada semana al manager Bryan Price, después de un miserable arranque de 3-15 en los primeros 18 juegos de la temporada.

Podría cuestionarse cuán justo o no fue echar a Price, cuando de antemano se sabía que con ese equipo no había para competir, sobre todo en una división central de la Liga Nacional plagada de conjuntos poderosos, como los Cachorros de Chicago, los Cardenales de San Luis y los Cerveceros de Milwaukee.

Pero al menos, en sacar a su dirigente, los Rojos fueron primeros en algo esta campaña y su reemplazante interino, Jim Riggleman, ya ha sumado dos triunfos en cinco encuentros, para mejorar lo hecho por su predecesor.

Sin embargo, no será Price el primer mentor en ser despedido.

Hay otros que desde ya están en la cuerda floja, sobre todo aquellos a los que les pusieron en sus manos nóminas abultadas y repletas de estrellas para que los llevaran, en principio, a la postemporada y ¿por qué no? hasta la Serie Mundial.

Dave Martínez (Nacionales de Washington)

Ese es el caso de este debutante, quien tras pasar años a la sombra de Joe Maddon en los Rays de Tampa Bay y los Cachorros, recibió la oportunidad de dirigir a los Nacionales.

Washington comenzó la temporada con una plantilla de $184,529,707, la cuarta más alta de todo el béisbol y se esperaba que cabalgaría a todo galope en la División Este del viejo circuito, donde si acaso, solamente los Mets de Nueva York podrían plantarle cara.

Más allá de llegar a los playoffs, Martínez tenía la misión de llevar al equipo a ganar al menos una serie de postemporada, tarea en la que han fracasado todos los managers anteriores de los Nacionales.

Pero a punto de cumplirse un mes de competencia, los capitalinos marchan cuartos en su grupo, detrás de los Mets, los Filis de Filadelfia y los Bravos de Atlanta.

Con récord negativo de 10-14, los Nacionales sólo son mejores que los Marlins de Miami (6-17) en su división.

A menos que se produzca un repunte -- y Washington tiene las piezas para ello -- lo de Martínez podría ser debut y despedida.

Buck Showalter (Orioles de Baltimore)

El camino de Showalter con los Orioles parece estar llegando a su final, después de nueve campañas.

Baltimore ha tenido el peor arranque desde que Showalter tomó las riendas a finales del 2010 y con récord de 6-17 va en el sótano de la dura división Este de la Liga Americana.

De antemano se sabía que los Medias Rojas de Boston y los Yankees de Nueva York eran los machos del grupo, pero los Orioles eran vistos como los más capacitados para darle pelea, incluso más que los Azulejos de Toronto, que gozan de un gran comienzo (14-8).

Pero lo de Baltimore ha sido lastimoso, al punto de estar por detrás de los Rays, el equipo que parece ser, en el papel, el más débil de todo el joven circuito.

Rick Rentería (Medias Blancas de Chicago)

Los Medias Blancas han ido reconstruyéndose con jugadores jóvenes talentosos y parecían en condiciones de competir en la división central de la Americana, bastante abierta, a pesar de la presencia de los Indios de Cleveland como amplios favoritos.

Pero el debilitamiento de los Tigres de Detroit y los Reales de Kansas City y la incertidumbre de si los Mellizos de Minnesota serán capaces de repetir su sorpresiva actuación del 2017 dejaba a los Medias Blancas en bastante buena posición.

Sin embargo, su récord de 5-15 es el segundo peor de toda la Liga Americana, apenas medio juego mejor que el de los Reales (5-16), a pesar de contar con un grupo de talentosos jóvenes de quienes se esperaba un salto de calidad en el 2018.

Ned Yost (Reales de Kansas City)

Se sabía que el sueño de aquellos Reales que ganaron la Serie Mundial en el 2015 llegaría a su fin tarde o temprano, cuando se rompiera el núcleo del equipo por razones obvias: no había manera de retener a varios agentes libres por la capacidad financiera del equipo.

Así, partieron a otros rumbos en el invierno Eric Hosmer y Lorenzo Cain. Ya un año antes se habían ido Wade Davis y Ben Zobrist y sufrieron la irreparable pérdida de Yordano Ventura, fallecido en un accidente de tránsito en República Dominicana.

Pero consiguieron traer de vuelta a Mike Moustakas y a Alcides Escobar, así que no se desmantelaron tanto como se proyectaba al final de la pasada campaña.

Y para colmo, antes de empezar la temporada, su cátcher estrella Salvador Pérez sufrió una lesión que lo mantuvo fuera de acción hasta esta semana.

Los equipos que no son poderosos, financieramente hablando, tienen que trabajar por ciclos. De vez en cuando partir casi de cero, desarrollar, ganar y desmantelar y Kansas City es uno de ellos.

Los Reales parecen abocados a comenzar un nuevo ciclo y quizás la gerencia entienda que ya Yost cumplió su papel y no es el indicado para encarar la próxima etapa.

Don Mattingly (Marlins de Miami)

Los Marlins perderán más de 100 juegos. Eso se sabía desde antes que se lanzara la primera pelota en los entrenamientos primaverales.

Pero a Mattingly se le puede culpar de haber sido directamente el causante de algunas de las 17 derrotas que tiene el equipo hasta ahora, al no saber manejar adecuadamente las pocas piezas con que cuenta.

No es por el resultado que será juzgado, pues con estos Marlins, ni Casey Stengel reencarnado sería capaz de mucho más.

Sería injusto despedirlo, más allá de sus errores, pues le han dado la tarea de hacer el trabajo sucio.

Lo mismo le pasó a Fredi González con los Bravos, que lo echaron después de haber aguantado los golpes de una reconstrucción que justo ahora comienza a rendir frutos.

Pero alguien tiene que hacer el trabajo sucio y le tocó a Mattingly.

No se extrañen si la parte más brillante de la reconstrucción de los Marlins en los próximos años la termine encabezando un viejo conocido de Miami y del dueño Derek Jeter: Joe Girardi.