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Los Nacionales deberían cambiar a Bryce Harper

Los Nacionales de Washington, protagonistas tal vez de la peor decepción de la temporada del 2018, deberían evaluar seriamente la posibilidad de canjear a su jardinero derecho estelar Bryce Harper antes del 31 de julio.

En los análisis de pretemporada, ningún equipo tenía más solidificada su etiqueta de favorito para ganar su división que los Nacionales en el Este de la Liga Nacional, donde los Bravos de Atlanta, Filis de Filadelfia y Marlins de Miami estaban en diferentes fases de sus respectivos procesos de reconstrucción y solamente los Mets de Nueva York lucían con alguna posibilidad de plantarles cara.

Pero transcurridos casi dos tercios de la campaña, Washington llega con récord negativo de 50-51 a su serie de fin de semana en Miami y sin dar señales de que vaya finalmente a despegar.

Esta puede ser la última oportunidad, dado el dominio que los capitalinos han impuesto sobre los Marlins, a los que le han ganado, entre el 2017 y lo que va del 2018, 15 de los últimos 16 choques que han disputado.

Para más desgracias, Washington envió a la lista de lesionados nuevamente al derecho Stephen Strasburg, quien debía ser el abridor de este jueves, además de que no podrá contar por al menos dos días con su antesalista Anthony Rendon, ausente por el nacimiento de un hijo.

Entonces, si esa tendencia de dominio se revierte y Miami, que ha venido jugando muy bien desde el 1 de junio, logra al menos dividir la serie de cuatro encuentros, los Nacionales deberían pasar la página y comenzar a prepararse para el 2019.

Luego Harper, a quien los Nacionales perderán en la agencia libre, se vuelve una pieza de cambio interesante y atractiva, aun cuando no ha tenido la temporada monstruosa que todos esperaban.

De todos modos, aunque su average de apenas .219 está cercano a la Línea Mendoza y sus 110 ponches lo colocan tercero en todo el viejo circuito, es colíder de cuadrangulares, con 25, además de sumar una buena cifra de remolcadas (59), con una proyección cercana al centenar.

Un hombre con esos números de poder podría marcar la diferencia en aquellos equipos con aspiraciones de ganarlo todo este año.

Basta con que la gerencia lo ponga en el mercado y ya veremos a casi todos los contendientes haciendo sus cálculos y ver cómo obtener sus servicios.

Washington entonces puede jugar con la desesperación de esos conjuntos para tratar de sacar la mayor ganancia posible en el cambio.

Por ello debería esperar a que termine el juego del domingo y evaluar las posibilidades reales del equipo en lo que resta de campaña y crear una ventana de tiempo menor, para que los interesados vengan a morder la carnada con mayor avidez.

Siempre habrá alguno que suelte a prospectos de primerísima línea por Harper, aun cuando quizás se trate de una renta de dos meses y no puedan retenerlo más allá de este año.

Pero si con ello, el equipo que se lo lleve consigue el objetivo supremo de ganar la Serie Mundial, habrá valido la pena el sacrificio.