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Rachas cuasi imposibles de superar

Kendrys Morales tuvo una semana histórica, al sacar la pelota del parque en todos y cada uno de los seis partidos jugados por su equipo en los últimos siete días. Getty Images

Hace dos semanas, el cubano Kendrys Morales, bateador designado de los Azulejos de Toronto, mantuvo en vilo al mundo del béisbol al conseguir una racha de siete partidos consecutivos bateando cuadrangulares.
Morales se quedó a un juego con jonrón de igualar la mayor racha de la historia, establecida por Dale Long, de los Piratas de Pittsburgh, en 1956, e igualada por Don Mattingly con los Yankees de Nueva York y Ken Griffey Jr. con los Marineros de Seattle en 1987 y 1993, respectivamente.
Si igualar la hazaña le fue imposible al cubano, imaginen romper el récord y conseguir una racha de nueve encuentros en fila despidiendo a la pelota.
Pero hay otras seguidillas aún más difíciles, sino imposibles, de romper.
Quizás las más mencionadas sean las de los 56 juegos con hits de Joe DiMaggio, los 2,632 partidos jugados en fila por Cal Ripken Jr., los 59 innings en blanco de Orel Hershiser, los 84 salvamentos en línea de Eric Gagné o los dos juegos seguidos sin permitir hits ni carreras de Johnny Vander Meer.
Pero hay otras que se las traen también. Aquí les presentamos cinco de las rachas más difíciles de superar en el béisbol de las Grandes Ligas, en orden ascendente de dificultad.
5.- Juegos seguidos con al menos una carrera impulsada
Empujar carreras no sólo depende de que el bateador conecte a la hora buena, sino que encuentre corredores en circulación para poder llevarlos hasta el plato.
Entre el 27 de junio y el 23 de julio de 1922, Oscar Ray Grimes, primera base de los Cachorros de Chicago, estableció una seguidilla de 17 encuentros con al menos una remolcada. ¿Difícil, no?
4.- Temporadas seguidas con 200 o más hits
Una lesión le quitó tiempo de juego este año al venezolano José Altuve, de los Astros de Houston, para descarrilar su paso hacia la que hubiera sido su quinta campaña en fila con más de 200 imparables.
De todos modos, de haberlo logrado quedaría a la mitad del camino de las diez temporadas consecutivas con dos centenares de imparables que estableció el japonés Ichiro Suzuki con los Marineros entre 2001 y 2010.
En ese lapso consiguió 2,244 de los 3,089 hits de su carrera y en el 2004 rompió, con 262 cohetes, la marca de 257 para una temporada que poseía George Sisler desde 1920.
3.- Temporadas seguidas con 20 más victorias
En 1899, Christy Matthewson firmó un contrato con los Gigantes de Nueva York por la cifra de 1,500 dólares y justificó con su brazo de oro cada centavo.
Matthewson era una rareza en los inicios del béisbol, donde los jugadores por lo general eran personas sin educación, mientras que el serpentinero de los Gigantes venía del mundo académico de la Universidad de Bucknell, en Pennsylvania.
Miembro de la clase fundadora del Salón de la Fama en 1936, junto a Babe Ruth, Ty Cobb, Walter Johnson y Honus Wagner, Matthewson tuvo entre 1903 y 1914 nada menos que 12 campañas consecutivas con 20 o más victorias.

En cuatro de ellas -tres en fila- incluso superó los 30 triunfos, al conseguir 30 (1903), 33 (1904), 31 (1905) y 37 (1908).
2.- Juegos sin poncharse
Joe Sewell fue un campocorto de los Indios de Cleveland, inmortalizado en el Salón de la Fama de Cooperstown y famoso por su capacidad para hacer contacto con la pelota.
En 1929, entre el 17 de mayo y el 19 de septiembre, Sewell estuvo 115 juegos sin poncharse, para terminar la temporada con apenas cuatro abanicados.
Sewell se fue por la vía de los strikes solamente 114 veces en su carrera de 14 campañas.
La vez que más abanicó fue 20 en 1922 y en diez temporadas no llegó a diez ponches.
En defensa de los bateadores actuales vale decir que en la época de Sewell pocos lanzadores llegaban a las 90 millas por hora de velocidad.
1.- Juegos completos seguidos
Esta es quizás la racha más absolutamente imposible de romper, en tiempos en que los líderes de juegos completos en una temporada apenas consiguen cuatro o cinco, cuando más.
Entre 1901 y 1906, Jack Taylor inició 187 partidos y en todos cubrió la ruta completa.
En ese lapso además tuvo 15 apariciones como apagafuegos y en total, sumó 202 encuentros sin necesidad de ser sustituido por un relevista.
Taylor, quien jugó ocho años con los Cachorros y tres con los Cardenales de San Luis, abrió en su carrera 287 partidos y en 279 trabajó todo el juego.