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Un día más de vida para los Bravos

No quiero ser aguafiestas para los más de 41 mil enardecidos fanáticos de los Atlanta Braves que celebraron hasta el paroxismo la victoria de su equipo sobre Los Angeles Dodgers en el tercer juego de la serie divisional entre ambos, disputado en el SunTrust Park.

El triunfo, aunque le dio a los Bravos un día más de vida, dejó también sus dudas de cara al cuarto juego y un eventual quinto partido, en caso de ser necesario.

No nos engañemos por los números fríos. Si bien los Bravos se impusieron 6-5, llevan en total 25 innings sin anotar carreras en los tres partidos que se han celebrado.

Solamente un racimo de cinco en el segundo capítulo del domingo, coronado con un grand slam del fenomenal novato venezolano Ronald Acuña Jr. , más un vuelacercas solitario de Freddie Freeman, decisivo por demás, en el sexto, ha sido la producción ofensiva del equipo.

Si quitamos las cinco del segundo episodio, Atlanta ha fabricado una carrera en 26 innings.

Cuatro imparables -dos de ellos de cuatro esquinas- consiguieron los bateadores de Atlanta, que en toda la serie suman apenas 13.

Eso es nada ante un equipo muy bateador, que ya acumula siete bambinazos en los tres primeros partidos.

El derecho Mike Foltynewicz, abridor y perdedor del primer encuentro, volverá a tomar la lomita, pues apenas trabajó 2.2 innings, con 50 envíos el jueves pasado.

Foltynewicz (13-10, 2.85) buscará reivindicarse para tratar de empatar la serie ante un equipo muy bateador, con siete cuadrangulares en tres encuentros.

Por su parte, el manager de los Dodgers, Dave Roberts, designó al zurdo Rich Hill para iniciar el cuarto juego de la serie.

En su carrera tiene siete aperturas y dos apariciones como relevista ante los Bravos, con saldo de 5-0 y efectividad de 1.74.

Mucho daño le han causado a Atlanta en esta serie los abridores de la llamada mano equivocada.

El coreano Hyun-Jin Ryu, el primer día, los dejó en blanco en siete entradas, con ocho ponches sin boletos.

En el segundo partido, Clayton Kershaw retiró ocho tramos sin libertades, con una clase magistral de pitcheo, en la que abanicó a tres y tampoco regaló pasaportes, con apenas 85 envíos.

Clave será para los bateadores locales tener paciencia en el plato y no atacar la pelota en el primer pitcheo.

En el tercer partido de la serie, ganado por los Bravos, el abridor de los Dodgers, Walker Buehler, retiró la primera entrada con sólo cinco lanzamientos, todos por la zona de strike.

Le tiró tres a Acuña Jr. para poncharlo y luego Ender Inciarte y Freeman le fueron a la primera pelota que vieron para ceder los outs dos y tres, respectivamente.

Una entrada más tarde cambiaron la estrategia y facturaron el consabido racimo de cinco, al aprovechar tres pasaportes, cuando Buehler perdió el control momentáneamente.

Encontrar el momento justo para ser agresivo o paciente será clave para que los Bravos puedan extender su vida un día más, empatar la serie y ponerle la presión a los Dodgers en un eventual quinto partido en Los Angeles.